Gobierne, señor Alcalde | actitud
impuesto de guerraPor Sentido Común
domingo 30 de julio de 2006 1:20 COT
Nota del editor: Toda vez que la publicación de la serie analítica sobre la gestión de Lucho Garzón se vió interrumpida temporalmente por motivos personales (SSSC), en aras de ofrecer continuidad en la presentación del material hemos considerado del caso reiniciar su publicación con el presente y único artículo publicado a la fecha. Rogamos a los lectores su comprensión. SC
Presentación: Este es el primero de un ciclo de siete artículos temáticos que he preparado sobre la Administración del Alcalde Mayor de Bogotá Luís Eduardo Garzón, con miras a anticipar posibles repercusiones en el campo político, de cara a las elecciones venideras, tanto de alcaldes y concejales en 2007, como de congresistas y presidente dentro de cuatro años. Pretendo ofrecer una perspectiva amplia, observando de manera técnica la mayor parte de su gestión, pero sin abstraer en ningún momento la pesada carga política y la responsabilidad histórica que los hechos y las omisiones de este hombre y de su equipo tienen sobre el futuro demócrata de nuestra ciudad y de Colombia. Está en juego un capital importante, como es la credibilidad de la opinión en alternativas de poder, materia prima de una verdadera democracia, no de aquella que hemos sufrido desde nuestra independencia.
Comienzo hoy abordando lo que a mi juicio constituye la característica primordial del gobernante: su actitud. Son muchos los análisis que pueden hacerse al respecto, comenzando por los psicológicos, hasta terminar en los faranduleros, pero aquí me limitaré a su estilo de gobierno y a sus relaciones con los diversos estamentos locales y nacionales. Sentido Común.
Considero que, pese a su imagen bonachona y conciliadora, en su actitud existe un aspecto muy negativo, como es el erróneo manejo de la inexperiencia, circunstancia que lo lleva a mostrarse débil, inseguro y exageradamente complaciente. “Nadie nace aprendido” reza el dicho popular, pero ante ello lo que corresponde es estudiar y asesorarse mejor.
Sonó la palabra corrupción asociada a su Administración y como fórmula salvadora corrió a llenar de mujeres las alcaldías locales. Hoy un gran número de ellas están envueltas en escándalos de corrupción o malos manejos, demostrando que los principios y la idoneidad profesional no son un tema de género.
Cuando hace más de un año amplió el pico y placa, prometió que solo sería mientras se terminaban las obras de la troncal de Suba y NQS, pero una vez están listas actúa como cualquier gobernante promesero que incumple su palabra. Mejor hubiese dicho la verdad desde un principio y esgrimido argumentos sólidos, si los tenía.
En un momento tan apremiante para la ciudad, en que no cabe un solo hueco más en las calles, suciedad por todas partes y en franco retroceso en cuanto a cultura ciudadana se refiere, solo se le ocurre botar la casa por la ventana para ‘sacar del closet’ a los homosexuales, como si ellos no pudieran salir solitos. Para eso no son las acciones gubernamentales cuando hay tanta cosa importante y apremiante por hacer.
Debo decir que el manejo del último paro de los transportadores en Bogotá nos dejó un sabor agridulce a muchos de quienes venimos apoyando la Administración de Lucho Garzón por lo que ésta representa en el fondo: la oportunidad de comprobar que un gobierno de izquierda es viable como alternativa de poder. A todas luces se trataba de un forcejeo entre unos empresarios privados que representan el interés particular y la autoridad distrital, en cabeza del Alcalde, como defensor de los intereses de los usuarios del transporte y, en últimas, de toda la ciudadanía. Ni más, ni menos.
Hubiésemos querido ver entonces a un Lucho enfrentado proactivamente al problema, pues con una semana de anticipación se sabía lo que pasaría. No obstante, las acciones que conjuraron el paro partieron más del seno del gobierno Uribe (como siempre en campaña) que del Palacio Liévano. El titular de El Tiempo “Uribe y Gallego, factor clave de la solución” no es indicador de una convivencia civilizada de fuerzas, sino la demostración de la debilidad de Lucho, quien permitió una vez más que se le metieran al rancho y que las palmas se las llevara el opositor. Esto en política es inaudito, máxime cuando la responsabilidad sigue siendo del Alcalde.
Garzón debería entonces dar prueba de su liderazgo, gobernando durante el resto de su período con autonomía, claridad…y ganas. Solo de esta manera la izquierda colombiana podrá aspirar a ser verdadera opción de cambio. Asesores y tecnócratas ¿donde están?
Espere la próxima entrega de esta serie: Una cosa es una cosa | espacio público
sbado 8 de julio de 2006, 19:15 COT
Don Sentido Comun, asi es, todo lo que usted dice… lo miramos desde el punto de vista del ciudadano que coge bus, o tiene carro ? trasmilenio, trancones, huecos. A mi me gustaria saber, como percibe el obrero de estrato 1, 2, 3 a Lucho, nosotros pertenecientes a los estratos 4, 5, 6, nos decimos, que fastidio el hueco me dañara el rin, pero que dira el obrero ? Tal vez dira , hoy si comi, mis hijos comieron .Es la realidad eso es lo que importa tener “el diario”. Se que lo que importa es lo macro en la ciudad, huecos tapados, buses por donde deben ir etc.. no se pero creo que el que se levanta y no tiene con que comer percibe de otra forma a Lucho….creo que en todo es asi.. una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa….
sbado 8 de julio de 2006, 20:39 COT
Macaya: Estás un poco perdida de EQNX, no te había vuelto a ver. Recuerda el proyecto que tenemos…
En cuanto a tu comentario, gracias pero no te adelantes, que de los huecos ya hablaré. Este artículo es solo para desnudar la actitud del burgomaestre, no para criticar el estado de las calles (lamentable).
Ése obrero al que te refieres es alguien que no vota ni cree en la democracia. Precisamente con un buen gobierno la izquierda le estaría devolviendo la confianza a la clase abstencionista del país. Pero como van las cosas…
martes 1 de agosto de 2006, 11:07 COT
Excelente retorno Sentido Común, muy bien además un artículo por día de castigo con la SSSC;-)
martes 1 de agosto de 2006, 11:47 COT
¿Ah sí? ¡Qué comodidad! Reciclando artículos viejos para darse bombo en las Entradas recientes…
martes 1 de agosto de 2006, 12:07 COT
¿Ah, sí, Julián? No, así no vale, no señor. Me solidarizo contigo. No fue entonces un “retorno” sino un “reciclaje”. Abrazo.
PD.-Creo que don Lucho creyó que con “llegar” a la Alcaldía Mayor era suficiente. Igual que los malos actores. Cuando lo importante es “sostenerse” y avanzar. La meta de don Lucho era llegar, no trabajar por la ciudad, y mucho menos por esa apertura de mente entre la población, para que se asuma que “la izquierda colombiana podrá aspirar a ser verdadera opción de cambio”.
jueves 3 de agosto de 2006, 14:28 COT
Estoy de acuerdo. Lucho ha cometido errores garrafales en su administración, lo mismo que el Polo, que no han actuado como partido, sino como un grupo de políticos con ideas de izquierda, unidos alrededor de un nombre, pero sobre todo con intereses personales.
Como lo dije en otro post, a la izquierda le toca plantearse seriamente una cantidad de interrogantes que surgen del contexto actual y del rumbo que ha tomado la política mundial. y no lo ha hecho.
Con esto no quiero decir que los ladrones de los partidos tradicionales si gobiernen bien, claro que no, son peores que Lucho, lo que pasa es que ellos lo tienen mas claro pues han hecho lo que se ha hecho desde hace muchisimos años: robar, y lo hacen sin pudor y con el amparo de autoridades y medios de comunicación.
He escuchado decir a mucha gente de la izquierda que Lucho no ha gobernado, sino que simplemente ha actuado como el mayordomo de la clase adinerada.
sbado 6 de enero de 2007, 11:21 COT
[…] Julio […]
martes 16 de octubre de 2007, 16:02 COT
LA SECRETARIA MARTA SENN Y LA SUBDIRECTORA SONIA ABUNZA SE APROVECHAN DE SUS INFLUENCIAS PARA DESVIAR LOS PREMIOS A SUS AMIGOS Y COMPAÑEROS DE LA UNIVERSIDAD ADEMAS DE SER RACISTAS TIENEN ARMADO UN COMPLOT Y UNA persecusion contra la fundacion escuela danzas de colombia
martes 16 de octubre de 2007, 23:43 COT
Macaya: Un besito
Daniel: Un abrazote
Julián: Un pellizco, por envidioso
Julio: Un pastorejo, por despistado
Pirata: Un saludo por subterráneo
Julio Escorcia: Denúncielo a la Contraloría