Homenaje a Mario Moreno Reyes, Cantinflas (tercera parte)
Columnas > Cómic en serioPor Doctor Comic
mircoles 25 de julio de 2012 1:01 COT
Antes de comenzar esta crónica quiero expresar mis más profundas condolencias a las familias de las doce víctimas durante el estreno de Batman: The dark knight rises, en Denver, EUA. Este hecho es triste y enojoso pues nos muestra hasta dónde puede llegar la locura de ciertas personas que no logran distinguir los límites entre lo real y la ficción.
Ojalá este haya sido un caso aislado y no les dé acá a los fronterizos locales por copiarlo, pues si algo caracteriza a estas nuevas generaciones es la estupidez y la falta de originalidad para todo.
Pero bueno, continuemos reseñando la vida genial de ese cómico latino tan inmenso que fue Mario Moreno Reyes Cantinflas:
Las siguientes categorías cantinflescas son algo más breves… bueno, si se les puede decir breve a doce filmes… pero así es como va la cosa, jóvenes, verán que es algo que como que agarra, pero son cosas que pasan ya ven que se dan casos verdad en que, por ejemplo, un individuo que uno dice: 'bueno, este se trae algo' y uno abusadillo… y luego viene y no trae nada o, bueno, pues ¿qué trae?; pero viendo de que la cosa ya toma forma, verdad, pues uno le entra al relajo y pues ya estaría de Dios… claro que uno analiza la cuestión desde una, como decir mirada u observancia, ¿no? Así como quien no quiere y resulta que, bueno, ¿entonces?, está claro, no, ¿chatos? Pues desde mi punto de vista es algo así como una mirada análoga, pues yo creo que esa es mi opinión, ¿qué les parece?
Cantinflas social
El maestro Mario Moreno dejó siempre entrever su acidez y su crítica a una sociedad corrupta como opresora de una mayoría desesperanzada. Pero en sus primeras películas la cosa era más bien discreta: apuntes sueltos aquí y allá que algo dejaban ver sus ganas de exponer problemáticas de fondo sin perder el leit motiv de la historia, es decir, que arrancara carcajadas en el espectador.
La cosa le salió muy bien en casi todos estos trabajos; sin embargo, desde mi análisis se le fueron las luces en El profe, película demasiado cargada de dramatismo en la que Cantinflas no supo destacar su gracia… pero como a todo genio, se le puede conceder un descache. Ahora, de nuevo, otra de esas listas que lo obligan a uno a tenderse y dar reverencia, empezando con su última película en blanco y negro e incursionando en el color:
- Si yo fuera diputado
- El patrullero 777
- Su excelencia
- El señor doctor
- El ministro y yo
- El profe
- El analfabeto
- El padrecito
Como notarán los entendidos, aquí he roto el orden cronológico, pues entre estas películas se encuentran unas piezas magistrales que he decidido ubicar en la siguiente categoría, ya que en ellas siento que Cantinflas alcanza el máximo de su potencial cómico.
Cantinflas perfecto
Los filmes que anotaré aquí son para mí los pilares que consolidan el mito, siento que en ellos se recogen todos los elementos que hicieron de Cantinflas un inmortal. Solo se puede añadir a esto el siguiente comentario: “ese mexicano es el mejor cómico del mundo”. ¿Quién dijo esta frase? Nadie, un desconocido, un aparecido, un tal Charles Chaplin.
Sube y baja: Cantinflas es un aficionado de los deportes que, por azares de la vida, es acogido por el dueño de un importante almacén de artículos deportivos. Allí, por otros azares termina siendo enviado a Cancún para conseguir la firma de un contrato con el “rey de los deportes”, un misterioso atleta llamado Jorge Maziel. Como nadie conoce al enigmático personaje, gracias a su estrafalario atuendo Cantinflas es confundido de inmediato por los dueños del hotel con el afamado deportista. Por si eso no bastara, una joven de alta sociedad que idolatra a Maziel cree que ha encontrado al hombre de sus sueños… Cantinflas, ni corto ni perezoso, aprovecha para darse la gran vida y cortejar (en su particular estilo) a la bella joven. Lo que ignora es que el verdadero Jorge Maziel está en el hotel y lo observa con inquietud. Y lo que da rienda suelta al mejor humor del genio son las consecuencias inevitables de sus actos: el hotel lo inscribe en las más duras competencias donde deberá demostrar sus extraordinarias dotes deportivas… lo demás lo dejo a los curiosos que quieran vérsela lo antes posible.
Por mis pistolas: la incursión de Cantinflas en el western, una parodia de impecable factura que nos remite a un lejano oeste donde nuestro héroe se las tiene que ver con unos forajidos que asolan a los hacendados de la región… ante los duelos de pistola Cantinflas dispara sus potentes armas verbales y sale victorioso; de paso recurre a sus hábiles conocimientos como vaquero y farmaceuta venciendo a sus enemigos con purgantes vertidos en la cerveza… en fin, si el western hubiera contado con Cantinflas habría sido menos rudo y más divertido.
El extra: Cantinflas vive como cuidador en los estudios de cine, su sueño es participar en cada film que se realiza y lo máximo que logra es ser extra y meter la pata. Odiado por los directores y conocido por todos los empleados, Cantinflas se las aviene para entrar en las producciones y darles “su toque”. En el camino de sueños y la búsqueda de finales más felices para las historias, se topa con una hermosa aspirante a actriz a quien decide ayudar a alcanzar la fama. Esta película es quizás uno de los más sentidos y definitivos homenajes al cine y sobre todo a los desconocidos extras, que como él mismo dice “son los que le dan sabor al caldo”.
El bolero de Raquel: la historia de un embolador que de repente tiene la responsabilidad de cuidar al hijo de su comadre, pues el esposo de ésta acaba de morir y ella debe viajar donde su familia. Haciéndola de niñero y con el bolsillo pelado, Cantinflas se lanza a cuanto trabajo se le atraviesa con tal de que a Chavitas no le falte la comida, pasando por albañil, vendedor de mariscos en las playas y salvavidas. Entretanto, decide asistir a la escuela de su apadrinado y se enamora perdidamente de la bella profesora Raquel. Lo que Cantinflas hace por plata, por aprender a leer y conquistar el amor de la profe es para vérselo.
Como nota final hay que agregar la imprescindible escena de baile que en cada una de sus películas lo hizo inolvidable… Cantinflas dejó marcado un estilo único e irrepetible y, pese a la cantidad de zapateos, movimientos de cadera y levantamientos de pierna, resulta que hoy en día está catalogado entre los mejores bailarines del mundo, pues contaba con la asombrosa capacidad de no perderse mientras hacía toda suerte de payasadas.
Nos vemos en la próxima parte, changos.