Era demasiado bueno para ser verdad…
Columnas > Con los taches arribaPor Rafa XIII
jueves 12 de noviembre de 2009 14:19 COT
Se rompió la ilusión en mil pedazos. Atrás quedó la heroica remontada del 0-2 ante Argentina, que se convirtió en un grandioso 3-2 sobre la hora, en octavos de final. También se esfumó la euforia de la dramática definición por penales frente a Turquía. Hoy, cuando Colombia estaba a punto de escribir la página más importante de su historia futbolística si clasificaba por primera vez a la final de un torneo de FIFA, solamente nos quedamos, como en Finlandia 2003, con el partido por el tercer puesto.
Lo que fue el factor decisivo en los triunfos anteriormente mencionado hoy estuvo ausente por completo. En las dos ocasiones previas, el seleccionado sub 17 había comenzado perdiendo pero en ambas supo asimilar el golpe. Ante argentinos y turcos, los muchachos de Viáfara no bajaron los brazos y supieron darle vuelta a la situación adversa. Hoy no. La mano en el área cometida por Santiago Árias, por llamarlo de una manera coloquial, le entró en reversa a Colombia y, desde allí hasta el pitazo final, las cosas le salieron mal al equipo nacional.
Teniendo en cuenta lo ocurrido en octavos y en cuartos, más de uno debió pensar que Colombia se repondría del 0-1, y esto pareció confirmarse con un par de cabezazos en el área suiza, de Murillo y Blanco, y un tiro de media distancia de Cuéllar. Si embargo, Suiza tuvo una rápida reacción y en un par de contragolpes, antes de los 30 minutos, estuvo a punto de marcar el segundo. A diez del final de la primera parte, y ante el bache en el que cayó la sub 17, que no llegaba al arco de Siegrist y en cambio dejaba unos boquetes inmensos en la defensa, lo mejor que podía pasar era que se fueran al descanso perdiendo por la mínima diferencia y allí en el camerino tratar de replantear el partido.
Por desgracia, esto no ocurrió. En uno de tantos contragolpes lanzados a la espalda de los centrales cafeteros, Seferovic terminó el jugo, con un izquierdazo imparable. Un 2-0 que era generoso, dada la cantidad de ocasiones que los helvéticos crearon, incluido un remate en el horizontal y un tiro a quemarropa que contuvo Bonilla. Era poco lo que se podía hacer en el vestuario, porque una cosa era estar perdiendo, con un juego aceptable, y otra muy distinta ir con un 0-2 con un hombre menos y un rival que se montó en el partido.
Si a alguien le quedaba un asomo de esperanza de cambiarle la cara al partido ésta murió muy rápido con el inicio del complemento. El tempranero tiro cruzado de Martignoni acabó con todo. Ya no había planteamiento ni sustitución desde el banco que remediara esto. Restaba nada más evitar una goleada catastrófica y perder con algo de dignidad. Ahí pareció que los suizos, teniendo la final asegurada, nos tuvieron compasión y manejaron el resultado. El cuarto gol es una anécdota. Una pelota suelta en el área, que Rodríguez pescó y sin mucho esfuerzo la metió en el arco colombiano.
De todas maneras, esta selección, que se fue en el anonimato, llegó bastante lejos. Falta ver si sus hermanos menores, que están en el Suramericano Sub 15, en Bolivia, siguen formando el futuro de nuestros combinados patrios.
viernes 13 de noviembre de 2009, 09:31 COT
No quiero ser conformista pero es un buen paso en nuestro fútbol que habre ilusiones para un futuro futbolero mejor.
Un abrazo Rafa!!
viernes 13 de noviembre de 2009, 11:27 COT
Como siempre, los llevaron al burdel la noche anterior al partido decisivo.