El Ciudadano y el Caballero
Columnas > Life in the Picture MotionPor Diana Luque Lavado
martes 12 de agosto de 2008 4:23 COT
Existe esa separación entre el denominado ‘cine comercial’ y ‘cine independiente’, que desde mi punto de vista está mandada a recoger, pues todo cine desea ser comercial: nadie trabaja en esta industria totalmente de gratis, y pues… cine independiente, ¿de qué? En fin… esa diferencia ha llevado a menospreciar el llamado ‘cine comercial’ y a exaltar aquellas cosas que todos dicen que son ‘cine arte’. También tengo mi objeción contra eso: un buen amigo que dijo que todo cine es arte de por sí, así que eso de ‘cine arte’ está mandado a recoger… Y estoy de acuerdo.
Esta introducción, para permitirme mostrar algunas similitudes entre una película actual, de cartelera, con un icono clásico del cine: The Dark Knight, de Christoper Nolan, con Citizen Kane (Ciudadano Kane), de Orson Wells. Suena sacrílego, pero la idea surgió en un momento de la película y fue creciendo a medida que pasó el tiempo. Supongo también que fue muy influida por el libro que me encontraba leyendo en ese momento: Raising Kane de Pauline Kael. Estos son los cinco puntos de similitud:
Un plano
Algunos directores hacen pequeños homenajes a sus directores favoritos. No me extrañaría que Nolan hiciera algo así sobre Citizen Kane, ya que declaró que es una de sus influencias en una entrevista para el magazín Uncut. Hay un plano, cuando The Joker (Guasón) está por entrar al hospital donde está Harvey Dent: aparece una reja con un letrero de ‘no trespassing’, tal cual y como al comienzo de Citizen Kane y la presentación de Xanadú.
Bruce Wayne es Charles Foster Kane
Millonarios, excéntricos, incomprendidos. Los dos son idénticos en muchos aspectos. Al comienzo de la fiesta que Bruce Wayne ha preparado para Harvey Dent y baja del helicóptero con tres hermosas modelos… ¡Igual que en la fiesta preparada por Kane para sus nuevos editores de The Inquirer! Sólo es ver cómo Kane toma a las bailarinas de la cintura, igual que Wayne. Desde afuera son vistos como simples compradores compulsivos, ya sea de antiguas obras de arte, como Kane; o de toda una división de tecnología, como Wayne.
Harvey Dent es Jebediah Leeland
Al comienzo de Citizen Kane, está la declaración de principios: lo que hace que Kane decida tener The Inquirer, un periódico para y por la gente. Y su mejor amigo, Leeland, será el testigo, el garante para que Kane cumpla su misión. Bruce Wayne busca en Harvey Dent el garante de la lucha real: el caballero del día, con cara y rostro visible en el que la gente pueda creer. Ambos, tanto Harvey como Leeland, terminan ahogados en su decepción: Leeland como un borracho que culpa a Kane de sus tragedias, igual que el sicótico Two Faces (Dos caras) culpa a Batman de la pérdida de Rachel.
Batman es Orson Welles
Una comparación muy, muy, muy atrevida. Pero Orson Welles era el amado American de Estados Unidos. Después de The War of the Worlds (La guerra de los mundos), Hollywood hizo lo que no había hecho antes y no volvería a hacer jamás: darle todo el dinero e independencia a una sola persona. Welles creyó ser el héroe de carne y hueso al destapar la historia de William Randolph Hearst, y mostrar un retrato de la sociedad norteamericana del momento. Batman, un poco más inteligente al ponerse la máscara, decide tomar el papel del malo, para que quede lo bueno. Orson Welles tuvo durante toda su vida el papel del malvado sin quererlo: jamás pudo volver a hacer un proyecto personal independiente, y solo fue reconocido después de su muerte.
La maldición
Corre el rumor en Hollywood de que The Dark Knight está maldita: la muerte de Heath Ledger, la acusación de violencia intrafamiliar de Christian Bale, el accidente y la separación de Morgan Freeman. Igual que pasó con Citizen Kane: la película no pudo estrenarse como se tenía planeado en el Radio City Music Hall; de las 7 nominaciones al Oscar, solo ganó la de mejor guión, más por el trabajo de Herman J. Mankiewicz que de Welles, a quien abucheaban en la ceremonia cuando era nombrado por las nominaciones. Apenas desde la década de los setenta se le empezó a dar el reconocimiento merecido a la película, la misma por la cual Louis B. Meyer ofreció 800 mil dólares a la RKO para que destruyera todas las copias.
No creo en maldiciones: es probable que a Heath Ledger lo nominen a un Oscar póstumo: como leí en un blog, nada redime mejor que la muerte. Lo que independiente de sí merecido o no -opino que la actuación es impecable, pero tendré la duda si no es solo el romanticismo de Hollywood, ese que produce noticias en E! y que a todos nos gusta-, siempre creará un beneficio para la película y para Nolan a quien, junto con su hermano deberían nominar a mejor guión. Me parece que The Dark Knight es una excelente película, digna de repetirse, reflejo de la situación actual de nuestra generación, tal y como pasó con Citizen Kane. El tiempo dirá si tendrá la misma recordación, aunque lo dudo: los críticos jamás dignificarán algo ‘comercial’. Pero yo sí.
martes 12 de agosto de 2008, 11:59 COT
Primero que todo, ¡bienvenida a equinoXio! Es chevere que estés acá compartiendo con todos tus conocimientos cinematográficos! 😀
Y bueno, la columna. Creo que es para que me maten pero nunca he podido ver Citizen Kane completa, siempre pasa algo, es como la maldición, algo me detiene, se va la luz o algo pasa… En fin. Pero creo que lo de las similitudes es cierto y el punto del cine comercial vs cine arte, es válido. Los críticos de cine, al igual que los críticos musicales siempre dignificarán aquellas cosas que no entienden o según ellos son “chocolocas” porque la simplicidad, al ser tan humilde, sencilla y directa nunca atraerá tanto como para parafernalia… ironías…
Volveré por acá!
martes 12 de agosto de 2008, 19:56 COT
Enhorabuena!!! Bienvenida (es tan difícil llamarte aquí por tu nombre :P) a equinoXio, creo que nadie más que yo está feliz con esta entrada tuya y básicamente por dos razones: 1 porque me alegra enormemente que ahora seas colaboradora en equinoXio y te dije por qué y 2 porque no podías entrar con otro artículo que no fuera este, ya sabes que a mí también me mató la película, aunque por otras razones.
Esperamos conservarte por mucho tiempo, basta de Dianas Rico, ahora queremos a más Dianas Luque. Un abrazo