De políticas públicas ambientales y politiquería
Columnas > Eco-grafíasPor Germán A. Quimbayo
martes 24 de marzo de 2009 16:44 COT
Como se conoce ampliamente, Colombia (y esto pronto parecerá un “mito urbano”) es un país que ostenta un importante y complejo patrimonio biofísico y ecológico, el cual soporta su territorio y a su vez lo configura. Sin embargo nuestro país no solo como Estado sino como sociedad cada vez hace menos esfuerzos para conservar dicho patrimonio y menos de potenciarlo como elemento importante para el desarrollo humano integral de este país, es decir, crear oportunidades de desarrollo económico y social a partir de los servicios ambientales que ofrece dicho patrimonio. Dichos servicios comprenden el abastecimiento de agua potable a la población, mantener la seguridad alimentaria y la regulación climática, por solo nombrar algunos. Definitivamente la “globalización” de los temas ambientales tampoco llegó a nuestra sociedad.
Ya hace dos semanas largas que Juan Lozano renunció a la cartera del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial. Personalmente, me llamó mucho la atención la forma en que la opinión pública y los medios de comunicación trataron esta noticia. En vez de propiciar análisis y reflexiones sobre la gestión de Lozano en esta cartera, se ha construido todo un “novelón” acerca de su futuro político y de sus “tormentos” políticos personales. Lo que se debería preguntar es ¿qué ha pasado con la gestión de la agenda ambiental en el país, más allá de los superficiales impactos mediáticos de este ministerio?
Cabe recordar que, en el alto Gobierno, el sector ambiental desde 2002 fue subordinado en funciones debido a la fusión entre los Ministerios de Ambiente y de Desarrollo. Algo nefasto y que aún tiene sus repercusiones negativas en la gestión ambiental nacional. Recordemos de igual forma que el ministerio tiene tres viceministerios (Agua, Ambiente y Vivienda) como para rematar una visión fragmentada del ambiente. Pese a cierta sensibilidad mostrada por Lozano durante el periodo que ocupó su cargo y que bien o mal su gestión podría catalogarse como “menos peor” que la de sus antecesores, los temas de fondo no han sido abordados plenamente.
¿Dónde han quedado temas como el ordenamiento territorial ambiental, la investigación en conservación y uso sostenible de la biodiversidad, el cambio climático, el cuestionado avance de los agrocombustibles, el impacto negativo de los cultivos de uso ilícito y las estrategias de erradicación, la gestión ambiental urbana, el manejo de áreas protegidas de orden nacional y regional o la gestión integral del agua en el país o más importante aún, el fortalecimiento del decaído Sistema Nacional Ambiental (SINA)?
Frente al caso de la gestión del agua, que tanta resonancia ha tenido por estos días, mientras el viceministerio de agua y saneamiento (uno de los viceministerios de la cartera ambiental) presenta con bombos y platillos unos cuestionados Planes Departamentales de Agua, la iniciativa del Referendo en Defensa del Agua está pasando por un momento difícil en su trámite en el Congreso y la marcha del anterior 18 de marzo pasó casi inadvertida ante la opinión pública. Para rematar, Colombia no tuvo su delegado oficial para el Foro Mundial del Agua en Turquía.
Este panorama indica que no existe un avance certero en la gestión ambiental del país y que los impactos mediáticos, convenientes a ciertos intereses, parecieran ser las únicas cosas que importan en la gestión pública en este país. ¿De casualidad han visto la serie de televisión Instinto de Conservación? Si ya la han visto, sabrán a lo que me refiero. Claro, es importante visibilizar a los Parques Nacionales Naturales de Colombia como patrimonio de la nación, pero solo mostrar unos sitios y parajes hermosos, desde una visión de turismo ecológico, no es suficiente para comprender y ayudar a solucionar los problemas en la gestión ambiental del país. En estos temas, Los medios de comunicación deben ser instrumentos no solo de entretenimiento sino forjadores de opinión y cultura ambiental para la sociedad.
El reemplazo de Lozano aún no es claro y quien lo está sustituyendo en este momento es el ministro encargado Miguel Peñaloza, funcionario que ha sido cercano al actual Gobierno, pero en temas poco afines al tema ambiental. Habrá que esperar humo blanco. Al mismo tiempo que todo esto sucede, se ha presentado un caso que ha llamado la atención, sobre el nombramiento de Lucero Cadena como directora de la Corporación Autónoma del Valle del Cauca (CVC), pues existe una denuncia de inhabilidad hecha por la propia viceministra de ambiente Claudia Morales por presunto caso de clientelismo en su nombramiento.
Mientras tanto, en Bogotá durante estos días se ha venido discutiendo sobre la decisión de ampliar el desarrollo urbano de la ciudad hacia el norte a partir del Eje de Integración del Norte, en donde el Distrito Capital y la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) no han acatado las resoluciones 0475 y 621 de 2000 del Ministerio de Ambiente para declarar esta zona como la Reserva Forestal Regional del Norte (claro que el Ministerio tampoco ha hecho mucho esfuerzo por hacer valer dicha resolución). Esto permitiría declarar un borde norte para que Bogotá no se termine “tragando” los municipios de la Sabana (efecto de conurbación) y evitar que se pierdan valores ecológicos y rurales de este territorio.
El Foro Nacional Ambiental abrió un espacio de discusión la semana pasada en donde se plantearon varios puntos al respecto, y se vienen recogiendo las preocupaciones de estas operaciones de expansión urbana por parte de conservacionistas, académicos y ambientalistas de organizaciones sociales de base de la ciudad. Sin embargo, este caso guarda detrás poderes políticos y económicos muy fuertes que harán la discusión bastante fuerte.
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Todo esto va a que es absurdo que el tema ambiental se diluya en pujas políticas en detrimento de la calidad ambiental para todos. Las prácticas politiqueras y clientelistas siguen limitando la gestión ambiental. Pero también la sociedad y todos nosotros tenemos que poner mucho de nuestra parte en este asunto, pues legitimamos ese desinterés desde nuestro accionar como personas en no hacer valer la defensa del ambiente en la reflexión de una mejor sociedad. Definitivamente es urgente elevar nuestro pensamiento y posición frente a lo que entendemos como lo ambiental.
¡Saludos!
mircoles 25 de marzo de 2009, 09:36 COT
Cómo puede la Viceministra Claudia Mora denunciar una inhabilidad de Lucero Cadena Para ocupar el Cargo de Directora, en calidad de encargada, de la CVC, si el delegado del Ministro en el Consejo Directivo votó por la suscrita. Así mismo, para ese Consejo Directivo en particular envíó su asesora jurídica, quien acompañó al delegado toda la reunión. La misma Viceministra envío una de sus funcionarias en el mes de noviembre como encargada a la CRA.
mircoles 25 de marzo de 2009, 23:23 COT
Lucero:
Cordial saludo. Debo recordar que esta es una columna de opinión y frente al caso, solo reseñaba lo que los medios (en este caso El País de Cali) han mencionado frente al caso y que me parecía importante que los lectores del equinoXio conocieran. Es muy importante que usted misma haga este precedente pues ayuda a enriquecer la información que se ha conocido frente a este caso y conocer más de cerca sobre el mismo. Gracias por su lectura y estaremos atentos.
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Volviendo al tema central de esta columna, me pareció muy buena la columna del El Tiempo del día martes de Andrés Hurtado, escrita en mejores términos y contundencia, obviamente, que lo que hizo este servidor.
mircoles 14 de octubre de 2009, 22:57 COT
Concidero que hay que prestarle interes a la parte ambiemtal, hay que buscar como rescatar el interes por parte del gobierno. NO sea que para el mañana lo tengamos que lamentar, en lo personal estoy buscando como creear una politica publica en mi municipio referente al la protección del medio ambienmte. Me dare´la tarea de buscar información y hasi poder contribuir con mi granito de arena para que tengamos un mejor futuro para nuestro medio ambiemte y en especial para nuerstra futura generación.