Una dama en la calle y/o una p**a en la cama
Columnas > Nota con fusaPor Bailarina
martes 17 de junio de 2008 14:16 COT
Nota: No soy muy fanática de hablar de este tipo de temas…pero cuando me pican la lengua…
Hacía 9 años que no me veía con él. Fue un encuentro maravilloso, vehemente, divertido. Hacía poco habíamos vuelto a tener contacto y siempre estaba prometiéndome que, cuando viniera a Bogotá, me llamaría y así fue. Lo invité a desayunar y fue como si el tiempo no hubiese pasado; hablamos de todo, de la familia, los planes, el trabajo y el matrimonio…sí, ¡¡¡el matrimonio!!! Mi primo se casa y casi me voy para atrás cuando me lo dijo. Las razones son muchas; una, no creo mucho en el matrimonio y me parece una empresa tenacísima; dos, está muy joven; tres, todo el mundo se casa (muy joven) y yo ni siquiera tengo con quién; cuatro… etc.
Hablamos de su novia y sólo puedo verle un brillo en los ojos cuando habla de ella: la adora. Llevan 7 años juntos y la ama igual que desde el primer día, aún le gusta, le gusta mirarla, le gusta cómo se ve, le gusta lo que es, lo que piensa, lo que usa, le gusta…
Me invitó a almorzar, había tanto de qué hablar luego de 9 años de no vernos. “Tú no has cambiado nada, prima”, me dijo con su acento costeño mientras me miraba; él, aparte de ya no ser tan flaco como antes, seguía siendo el mismo (o eso creía yo). Empezamos a recordar esas vacaciones en la Guajira y me dijo “lo que ma’ me gusto de ti, cuando te vi fueron tu’ pierna’, tú usaba’ uno’ mochitos y te veía’ muy bien”. A estas alturas del partido, ese tipo de comentarios ya no me incomoda, pero le hice cierta cara de escepticismo como recordándole que se iba a casar a lo que él respondió: “pero si es que yo no soy ciego, quién te dijo a ti que yo no podía mirá’ , vamo’ a vé’”, y fue ahí cuando supe que desconocía de mi primo mucho más de lo que imaginaba, y que adorando tanto como adoraba a su novia a la que iba a llevar al altar, no dejaba de ser un hombre, uno conservador como muchos que he visto por ahí.
Me confesó cierto tipo de aventuras, también algunos deseos, pero si algo tiene claro es que él se va a casar con la mujer que ama y es con ella con quien quiere compartir el resto de su vida y formar una familia.
Me contó que esas aventuras habían sido con mujeres locas, locas en el sentido de que eran libres, no tenían ningún tipo de tapujos o restricciones, que eran atrevidas y que por lo tanto le despertaban todo tipo de deseo y pasión, mujeres con las que se desenfrenaba y eso le gustaba porque lo ayudaban a salir de su “cuadriculamiento”. Sin embargo, a estas mujeres las lleva a sitios oscuros, siempre con los vidrios del carro cerrados y ojalá donde haya la menor cantidad de gente posible.
A su novia le gusta exhibirla, en el carro, cuando va cogido de su mano, cuando la lleva donde sus amigos o su familia, le gusta sacarla de día, le gusta ir con ella donde hay mucha gente, le gusta…
Sin ánimo de cuestionarlo o juzgarlo, quise saber el por qué de su comportamiento, de alguna manera me causaba curiosidad, aunque no me sorprendía, pero me gustaba la sinceridad y tranquilidad con la que me contaba las cosas, había un cierto clima de confianza que me gustaba; sin embargo, lo que me sorprendió fue la respuesta y más aún, las razones: “Porque ella es una buena mujer”. Y fue ahí donde comenzó todo mi trauma.
Es una buena mujer por el hecho de que ella sí es una mujer para mostrar y es una buena mujer porque es un buen ejemplo para los hijos y les asegura un buen futuro. LAS LOCAS NO, las locas están para hacer todo eso que uno no hace con la esposa, porque la esposa es “una buena mujer” a la que hay que tratarla con cariño y dulzura, con amor y RESPETO y eso NO incluye porquerías, porque como él mismo dijo: “uno parte del principio de que todas las mujeres de su casa son buenas, las malas son las de afuera”, y esas de afuera, son las mujeres de la casa de otros… ¿Entonces cómo es que funciona la cosa? Hipócritamente, como suele suceder con casi todo, gracias a nuestra educación religiosa (que ojo, nada tiene que ver con lo espiritual). Yo sí puedo hacer todo tipo de “porquerías”, pero no mis hijos, no mi esposa, no mis hermanas, no mis papás.
Pues así vistas las cosas, yo formo parte de esas Chicas Locas y no precisamente porque sea de las que se acueste con uno y con otro, tenga vida bohemia o no sepa para dónde ir. No hay nada más alejado de la realidad: soy una Chica Loca simplemente porque soy libre, porque digo lo que siento en el momento que lo siento, porque soy sumamente pasional y vehemente, porque no vivo de esquemas ni moldes ni estándares sociales, porque soy políticamente incorrecta, porque mis comentarios algunas veces causan escozor, porque disfruto de mi sexualidad sin tapujos, porque aprendí que era yo quien tenía que dar el salto dialéctico para que haya cambios.
Pero también tengo muy claro lo que quiero, lo que soy, lo que necesito, lo que es importante para mí, tengo valores (aunque no precisamente morales). Y viene a mi mente, un recuerdo de hace algunos años cuando le oí decir a un tío (que es un excelente HOMBRE y un caballero) una frase que me en ese momento me pareció desagradabilísima pero que hoy tiene mucho de verdad –aunque yo no la repetiría tan literal-; me dijo: “Mona, uno necesita una mujer que sea una dama en la calle y una puta en la cama”.
Y creo que yo quiero ser esa mujer pero cambiando a la puta por la loca. Quiero ser una dama en la calle y una loca en la cama para el hombre que tenga al lado. Quiero que eso precisamente que van a buscar los hombres fuera de casa lo encuentre conmigo, quiero poder esuchar a Chopin o Mozart a su lado, o discutir sobre los hijos, o disfrutar de un amanecer, pero también quiero bailar(le) un reggaeton y/o colgarme del techo si es necesario si se trata de que disfrutemos de nuestra sexualidad plenamente juntos. No quiero ser la mujer a la que ama, adora y respeta, pero a la que trata como una porcelanita, mientras va y busca otro tipo de diversiones fuera de la relación, sólo porque “a mí tiene que tratarme como se tratan a las mujeres decentes”, no quiero que la aventura, el deseo, la pasión, la excitación, la locura, las disfrute con otra mujer. Si ellos buscan una “buena mujer” para madre de sus hijos, pues yo también quiero “un buen hombre” para que sea su padre: o las reglas aplican para los dos, o no estamos en nada y yo con la hipocresía no voy.
Es por eso que existe la infidelidad, ésta nace de la misma doble moral con la que llevamos todas las relaciones de nuestra vida, soy un buen esposo(a) y madre-padre hijo-hija en casa, pero por fuera de ella soy otra cosa. No consideramos infiel a nuestra pareja si sale a tomarse un trago o a comer con otra persona, tampoco es infiel si sale a bailar o a ver una película con alguien que no sea nosotros, es infiel en el momento en que sostiene una relación sexual con esa otra persona que no somos nosotros ¿Por qué será que esto sucede? ¿Por qué buscar tener experiencias sexuales con alguien diferente a nuestra pareja?
El caso de mi primo lo he visto algunas veces, incluso me pasó a mí. Amando y adorando a nuestra pareja e incluso teniendo claro que es la persona con quien queremos pasar el resto de nuestros días, se encuentra –o se busca, cada uno decide- alguien con quien somos infieles, que despierta esa pasión que no tenemos en diariamente, que nos motiva a hacer las “locuras” que nos sacan de nuestro “cuadriculamiento” y definitivamente eso es lo que YO NO QUIERO. Quiero ser la dama y la loca, la atrevida y reservada, la libre pero con límites, la buena madre pero también buena amante, quiero ser aquella que funge de mujer tradicional, sabiendo que en el fondo que soy una mujer libre.
Ser una mujer tradicional o quedarme sola… esa es mi cuestión.
martes 17 de junio de 2008, 14:44 COT
ah! princesa ese es el subdesarrollo mental que tenemos los latinos, Hombres y mujeres, hace mucho timpo fui el “tinieblo” de una mujer casada, ella muy joven, con plenos deseos de disfrutar su sexualidad mantenía una apariencia de Santa (mojigata) con su esposo, quien seguramente hacía lo mismo y buscaba una mujer que en la intimidad fuera como su esposa, pero fuera del matrimoniio. . .
de todas formas me parece falta de comunicación y la doble moral tipica nuestra
martes 17 de junio de 2008, 15:32 COT
¡UFFF, qué buen texto!
Totalmente de acuerdo. Uno debería poder sacar a jugar a su lado oscuro sin temor de que lo etiqueten a uno, y lo peor, hipócritamente porque los demás también hacen lo mismo.
martes 17 de junio de 2008, 15:55 COT
Una buena integración de lo que toda mujer quisiera. Bailarina loca en ocasiones hay gente que nos hace expresarnos como damas o como locas. toda mujer buena (dama) tiene quien le saque su lado loco (de puta) y toda mujer puta (loca) tiene quien le saque su lado loco, ese fenomeno transferencial es muy fuerte y ese si no creo que sea hiopocresia como lo es el de la doble moral.
otra loca dama
martes 17 de junio de 2008, 16:03 COT
no es malo querer serlo todo… a la vez
siempre y cuando se esté seguro de lo que se quiere y reconozcamos la presión social que a veces nos induce a adoptar estereotipos
saludos
martes 17 de junio de 2008, 16:42 COT
Estoy totalmente de acuerdo con la conclusión y quizá por eso sigo soltera, porque no soy de las que se conforma con ser la princesita solamente o con ser la loquita, yo quiero ser las dos, aunque serlas simultáneamente quede como complicado.
Mientras leía recordé un episodio de Sex and the City donde Carrie le reclamaba a Mr. Big que la llevara a sitios oscuros y desolados, como si se avergonzara de ella, él luego le explicó que todas esas situaciones habían sido simpres coincidencias, que él la quería como era, a pesar de sus berrinches y pataletas y que no se avergonzaba de ella para nada, así es que necesito yo un hombre, que no tenga miedo de tener a la puta y a la dama en la misma mujer, el asunto es que como dice Gerente parecen escasear por estas tierras ¿mudarse será la respuesta?
martes 17 de junio de 2008, 18:43 COT
Claro que se puede, lo que probablemente falte para poder ser ambas cosas y tener lo que se quiere sea carácter, coherencia, constancia. Al que no le guste, pues de malas, pero siendo auténtico … el resto viene por sí solo.
Claro que en una sociedad machista y mojigata como la Colombiano, y viniendo de un primo costeño (los más machistas de todo el país) pues no te ayuda. Pero fresca, que se puede, se puede. Ya verás.
martes 17 de junio de 2008, 18:46 COT
Claro que se puede, lo que probablemente falte para poder ser ambas cosas y tener lo que se quiere sea carácter, coherencia, constancia. Al hombre que se cruce por tu camino y que no le guste, pues de malas, pero siendo auténtico … el resto viene por sí solo.
Claro que en una sociedad machista y mojigata como la Colombiano, y viniendo de un primo costeño (los más machistas de todo el país) pues no te será fácil. Pero fresca, que se puede, se puede. Ya verás.
mircoles 18 de junio de 2008, 06:11 COT
Delicioso leerte Bailarina, En esta entrada tan loca y a la vez tan dama es danzar entre tus letras y tu propio carácter y personalidad. Me identifico plenamente contigo. Así es.
Un abrazo desde mi alma, aún con la sensibilidad a flor de piel por la partida terrenal de mi padre!
mircoles 18 de junio de 2008, 07:55 COT
Saludos,
Por acá conociendo.
Interesante cuestión… desafortunadamente, y a pesar de las buenas intenciones, es como dificil controlar la naturaleza inestable del ser humano.
La infidelidad siempre estará de alguna manera presente, por eso a pesar que el cumplimiento de los votos de exclusividad sexual son determinantes, una relación a largo plazo debve sustentar se en otro tipo de valores, que vayan mas allá de la simple abstinencia sexual con personas diferentes a la pareja.
Saludos,
mircoles 18 de junio de 2008, 12:09 COT
Una dama que combine la variedad con la sorpresa hará que uno nuca busque nada por fuera de la casa, a sabiendas de que lo tiene. La sorpresa (es decir, hacer la insospechado en el momento menos pensado) evita la monotonía, y la variedad (léase cambios de peinado, de corte, de estilos de ropa) hace que se engañe aquella parte del cerebro que impulsa al hombre a buscar a otras.
jueves 19 de junio de 2008, 09:47 COT
Cuando uno es sincero a sus propios actos y se refleja sobre los demas ,a triunfado para siempre.No hay machismo,ni feminismo a nada ,es lo que sale del corazon.
Yo y el otro tenemos que manejarnos como amantes.Este ultimo siempre tiene lo mejor de todo.No cambies,asi retardas hasta el infinito el goce del humano.
Que bueno que todos fueramos asi de sinceros.
jueves 19 de junio de 2008, 19:29 COT
Gerente: qué le puedo decir, después de lo que me contó, su historia sólo confirma mi opinión, eso sí debo confesarle que me sorprendió que en este caso fuera por igual, eso casi nunca ocurre (creo yo)….y saludos a la Sra Puppy 😉
ApoloDuvalis: Muchas gracias. Pero es que ahí está el problema, no hay que hablar de lado oscuro porque no lo es, es un aspecto más del ser humano como el físico o el intelectual, tú lo has dicho, todos lo hacemos (y si no, lo deseamos)
Ponnett: No, no, por supuesto que eso no es hipocresía, eso pasa seguro que sí. Lo terrible sería que queriendo serlo o hacerlo no se hiciera porque como dice don Gerente “hay que tener apariencia de Santa”.
Qué bueno es encontrarse mujeres como uno en el mundo, me gustó eso de “loca dama.”
Camille Stein: Totalmente de acuerdo con usted. Eso sí, siempre y cuando en la adopción de esos estereotipos no nos perdamos y sepamos que sólo es “un rol más”
viernes 20 de junio de 2008, 00:18 COT
Buen punto el que tratas, pero te quedaste corta, porque esta situaciòn ha evolucionado, equilibrando las cargas. Es verdad que a los hombres nos gusta tener en una mujer la variedad pùblica y privada que describes, pero las mujeres exigen lo mismo. En la cama no quieren caballeros, aunque a decir verdad, en la calle no son tan claras y a veces, sòlo a veces, los guaches ganan la partida. Pero a la larga no se trata de jalarle a la puterìa, sino a la libertad. Todo se vale siempre y cuando ambos quieran y en eso la mujer cada vez se vuelve màs protagonista, rompiendo las ataduras con el pasado mojigato y gozando su propia sexualidad.
viernes 20 de junio de 2008, 06:37 COT
El título es un poco con-fuso, de entrada pensé que estabas a favor de la bigamia. Tu texto irradia autenticidad, es un placer leerte. Varias cosas me quedan resonando, entre ellas tu interpretación de la infidelidad y su relación con la doble moral que describes, MUY interesante.
viernes 20 de junio de 2008, 09:46 COT
Quedé, confusa, con-fusa y confucia…
Ha disfrutar, con sexo o sin sexo pero con amor…
Besos.
viernes 20 de junio de 2008, 16:42 COT
Pienso que debemos ser las dos… pienso que cuando en la relacion se da el buen sexo, te unes a esa persona de una forma tal que ahi si como se dice se hace uno solo, pero con amor. Las mujeres disfrutamos el sexo tanto como los hombres pero tal vez nos da pena decirlo, hablarlo, por ese que pensara de mi, que no soy una dama ? que donde aprendio ? Tenemos los mismos deseos, las mismas fantasias, y hay que expresarlo a nuestra pareja, y ser claro que si un “loca dama”….Que lastima que aun algunos hombres piensen lo de tener una dama en la casa y buscar lo que quiere en la calle…
Hay que ser tradicional para no quedarse sola .. no creo… seguro encontraras esa persona que se ajusta a tu forma de ser.. con quien haces ese “click”… que buscamos…
viernes 20 de junio de 2008, 18:44 COT
Johanna: Seré sincera contigo, esperaba un comentario totalmente diferente, no sé, esperaba tal vez una refutación tuya a este artículo, pero me complace que lo compartas, de verdad, me complace mucho y me encanta lo que dices. La verdad no sé si la solución será mudarse, pero yo ya la vengo contemplando hace algún tiempo. Un saludo
Patton: Pues eso es lo que quisiera saber, porque hasta el momento no me ha resultado…como dice mi primo, las mujeres que son más decididas que ustedes, o los achicopalan o los desencantan; ¿ahí sí qué hacer?
Lully: No esperaba menos de ti, me alegra mucho saber que hay damas locas por ahí como yo que disfrutan ser lo que son o tienen la oportunidad de serlo. Otro abrazo para ti compartiendo la sensibilidad…ya te dejé un mensajito
viernes 20 de junio de 2008, 22:54 COT
Monchis: Pues sí, yo siempre he dicho que la monogamia es contra natura, sin embargo aunque difícil no es imposible, pero eso sí, hay que hacer un gran esfuerzo, y aunque la abstinencia sexual con otr@s no lo es todo, porque hay muchísimas cosas que van más allá de eso, sí es un aspecto importante, incluso cuando se cree que ya no hay vida sexual “activa” como en la vejez.
Rafa XII: Usted lo dijo mejor que yo, en realidad esto era parte de lo que quería decir y sin tanta arandela. Gracias
Fransj: Puedes tenerlo por seguro que no cambiaré (al menos, no está dentro de mis planes) porque haré todo lo posible por retardar eso goce hasta el infinito y más allá, no importa cuántos inconvenientes me encuentre en el camino. Y sí, sería una dicha que todos fuésemos así de sinceros….pero no tanto con los demás, sino con nosotros mismos.
sbado 21 de junio de 2008, 10:39 COT
Marsares: Como siempre, me gusta leerte y ver tu punto de vista, tan maduro, tan sensato, se te extraña. Claro que me quedé corta, este tema da para tanto, de hecho luego de escribirlo y comentarlo con alguien más, salieron muchas más cosas que bien hubieran quedado perfectas en este texto, pero no quería ser farragosa. Creo que diste en el punto, ni hombres ni mujeres nos gustaría tener relaciones mojigatas pero ya ves, todo salto dialéctico implica un cambio, un aprendizaje y un sacrificio y en esas estamos.
Daniel: Bueno, creo que estamos a la par ¿no? ¿A favor de la bigamia? Usted bien sabe que no, ¿cómo puede pensarlo pese a todo lo que hemos hablado?, yo creo que es más bien una prejuicio suyo sobre mí o una predisposición…no lo sé. Para mí es un placer que me lea y que le de placer leerme, de nuevo estamos a la par. Ya tendrá ocasión de darme sus propias conclusiones acerca de la infidelidad y demás “inseparables” de las relaciones
Pilar: Cuánto me alegra su confusión, para mí significa que mi mensaje llegó y bueno, que no pasó desapercibido. Yo mientras tanto esperaré a disfrutar del amor con sexo y del sexo con amor.
MACLADU: Es una lástima sí, ¿qué hacer para conjugar las dos en una o uno sin temor a ser rechazados? Me gustó eso de hacer “click” de repente pensé en un enganche perfecto 🙂
lunes 23 de junio de 2008, 10:57 COT
Bailarina, muy interesante tu disertación, me queda un sabor extraño en el alma primero, porque como decía uno de tus comments, las cargas se han balanceado, hoy las mujeres están siendo mas “hombres” en el sentido de vivir más su sexualidad y así mismo son mas promiscuas. lo segundo, creo que finalmente estos problemas de infidelidades y está actitud machista en la historia que cuentas, responde principalmente a una herencia cultural machista que nos han creado nuestros ancestros y que lentamente debemos ir borrando, sumado a los rayones sicologico-sexuales por la religión y la cultura que nos pesa en nuestras historias.
Por lo pronto, toca ser claros, comunicarnos mas, volvernos Putas-liberados con nuestras parejas y vivir plenamente nuestra sexualidad sin tapujos. y sobre todo, enseñar este estilo de vida a nuestros descendientes, a ver en que generación, tenemos una sexualidad mas clara y consecuente con nuestras vidas.
Un saludo desde Cali
viernes 27 de junio de 2008, 09:42 COT
!increìble lo que cuenta usted Bailarina! Me parece oir a algunos compañeros de clase de hace treinta años (cuando la revoluciòn sexual empezaba). Igualito, igualito. Recuerdo, en particular, aquellos que se jactaban de haberse “llevado” la virginidad de la novia, lo cual la descartaba de inmediato para una relación “seria”, la descalificaba “moralmente” y la clasificaba de chica fácil para el que quisiera pasar después de él. !Què lentas van las cosas! !Y què batalla la que tienen que seguir dando ustedes, las mujeres! El machismo y la taradez masculina todavía tienen muchos dìas lindos por delante en nuestro país. Así que ánimos, aunque tipos bien también existen, claro está.
viernes 27 de junio de 2008, 09:56 COT
Discúlpeme si repito pero es que leyendo algunos comentarios, me parece que se confunden dos cosas. La visión machista de la mujer y su papel en la pareja o la familia. Y la infidelidad. La infidelidad, creo, es harina de otro costal. Esa existirà siempre porque es un problema de relaciones humanas, de desgaste y de incomunicación y de muchas otras cosas. A menos que sea la infidelidad sólo por “irse de putas”, como ha sido la tradición. Algún lector dice que las mujeres son cada vez más hombres (nunca han dejado de serlo, sólo que no queríamos verlo o aceptarlo), y qué rico, que sean nuestras iguales, que nos demos cuenta de que sienten como nosotros. El camino que tenemos que recorrer los hombres es en el otro sentido, debemos aprender a ser cada vez más mujeres. Cuando nos encontremos en el medio !qué maravilla!
Y disculpe la intromisión tan larga.
sbado 28 de junio de 2008, 20:01 COT
Héctor: En realidad, este post no tenía ningún tipo de pretención más allá de contar una simple historia y una reflexión que me surgió (y que no había visto) de una conversación. Sin embargo, me alegra muchísimo ese sabor extraño, me gusta cuando un texto suscita inquietudes. Como todo, este tema también tiene sus bemoles, sus excepciones, sus pros y contras, como todo, no hay reglas generales y por tanto lo que dices es muy válido. Hay mujeres promiscuas, liberadas, las hay libertinas, conservadoras, mojigatas, castradas….Gracias por el saludo, a Cali se le extraña mucho
Leonardo: No, no es tan increíble y sí tiene usted razón, este tema no es ni nuevo ni original; las mujeres están dando el salto dialéctico desde esa época que menciona…y es posible que ellas lo hubieran dado, pero no sé qué pasó que las generaciones posteriores echamos al trasto esa ganancia, haciendo que la taradez masculina ganara mucho más terreno del que ya tenía y bueno, ya ves las consecuencias, la batalla es dura sí, sólo que no sé si las mujeres sepamos y queramos darla.
Me encantaría que nos encontráramos en el medio, pero eso requiere de una habilidad superior que francamente no sé si la tengamos. Disculpado por su intromisión y por favor vuévalo a hacer
domingo 29 de junio de 2008, 20:36 COT
Bailarina quedé muy intrigada con la respuesta a mi comentario ¿por qué esperabas una opinión contraria? Lo siento, la curiosidad me puede y no me aguanté las ganas de preguntar.
domingo 29 de junio de 2008, 23:06 COT
Te respondo por el interno 🙂
mircoles 9 de septiembre de 2009, 14:10 COT
no se, no me convence la idea, yo creo que uno es lo que es adentro y afuera en la calle y en la casa, sino, donde queda la coherencia, eso es solo tener una imagen por fuera y ser otra cosa afuera
martes 29 de septiembre de 2009, 15:40 COT
aaa yo soy de esas que hablan con el marido para poder ser libres juntos. No finjo que soy o no soy porque consigo ser las dos cosas, me gusta pensar que en un engaño los dos tiene algo de culpa y yo no voy a dejar que mi marido busque afuera lo que le puedo hacer vivir yo…
Tambien creo que ser una dama en la calle y una loca en la cama sea fingir sino ser ubicado, porque la verdad es que quiero ser una loca pero con mi esposo no con quien me vea en la calle… almenos es me pasa a mi!!
Felicitaciones por el texto….
sbado 2 de enero de 2010, 21:47 COT
tengo ilsusion por casarme , aclarame las dudas
domingo 3 de enero de 2010, 12:00 COT
Angry Girl: Uno es lo que es en cualquier parte es cierto, pero creo que no entendiste la idea de lo que quise decir, a menos que, claro, tú no tengas cosas que sean muy íntimas que no quisieras compartir a nadie y no haya una diferencia clara entre tu vida pública y tu vida privada.
Erylian: Gracias, enhorabuena por los dos. Que lo disfruten mucho
David: Qué rico que aún haya gente con ilusión de casarse pero: no entendí mucho eso de aclarte las dudas. ¿Cuáles dudas? Yo la verdad es que ni soy casada ni experta en estos temas