Cuando grande Medellín quiere ser como Colacho
Columnas > Paso sin destinoPor Lukas Jaramillo Escobar
jueves 3 de septiembre de 2009 21:17 COT
La semana pasada, en Medellín, tuvo lugar el magnicidio de un líder juvenil, un cantante y un ejemplo. Al entierro asistieron el Alcalde, el Secretario de Gobierno, el Personero Delegado de Derechos Humanos y otras autoridades que exhibieron las heridas de esta ciudad por la infamia y el absurdo, por una minoría que logra arrodillar a una mayoría que se pierde en el desespero de lo irremediable. Ese día el escenario fue para sus compañeros y amigos, una red de artistas y pelados alegres que hicieron un llamado a la vida y como respuesta a la cobardía, dijeron que la ruta era seguir creando, seguir expresándose y nunca ser violentos.
Colacho pertenecía a una red de jóvenes de más de 200 miembros, el integrante del grupo delincuencial que lo mató no pasaba de unos 30. La red de 200 muchachos ha sido acogida por los vecinos con sancochos para sus encuentros y presentaciones artísticas, la gente se organizaba para conseguir fondos para sus proyectos y los profesores los marcaban como ejemplo ante sus alumnos menores. Colacho no puede morir y no va a morir con el nombre que el Alcalde propone para el festival de Hip Hop de la Comuna 13: por este pelado surcaba la vida, como deportista, como un romántico enamorado, como un hijo cariñoso.
“Ese negro bonito”, como diría su novia o su mamá, o ese “mulato hermoso” como diría el autor de No nacimos pa’ semilla, era un hombre altivo de 20 años, entusiasta, atlético, con unas canciones amorosas y críticas (al mismo tiempo). Como suele pasar, un proyecto de vida fallido (que porta el asesino) nos resta un proyecto de vida en ciernes, una gran promesa de éxito, se nos va alguien que no podía morir pero, como harían los indígenas que resisten (los Nasa), habrá que construir vida sobre su muerte, sobre su testimonio historia y sobre el silencio que nos deja, verdad.
Aunque Colacho era muy joven, Medellín tendrá que decir que cuando grande quisiera ser como Colacho, como el que fue y como el que hubiera sido: una ciudad muy mestiza, una ciudad pacífica, creativa, recta y alegre. Encontrar a alguien como Colacho en la Comuna 13 hace 6 años no era fácil, no porque no existiera, sino porque la violencia no lo dejaba expresarse, formarse, exponerse y, muchas veces, ni moverse, y los héroes como él, tenían que limitarse a la valentía de la paz que terminaba teniendo una única posibilidad: la parálisis.
Hoy, Colacho, te lloro y me consuelo con la esperanza de que Medellín con una Alcaldía transparente, sin “paras” y sin “convivir”, esté llegando a una última catarsis, en la que se desembarace de toda la violencia que profundizó hasta sus raíces, de una cultura mafiosa que niega, con violencia, a ser historia. Tu muerte, Colacho, alumbra todo lo que dejaste vivo a tu lado, lo que la violencia no puede matar y el narcotráfico no puede torcer: una mayoría que no vive ni sobrevive por el narcotráfico, unas mamás que son capaces de sacar adelante pela’os bonitos, valientes y felices como vos, unos amigos que son muchos y parecen todos los jóvenes de esos barrios de La 13, que provocan, que invitan, que se inventan la vida, con su sentido, con sus bienvenidas y sus artilugios, cada día.
jaramillo.lukas@gmail.com
sbado 5 de septiembre de 2009, 19:16 COT
Lukas, duele esta noticia máxime si se habla de un país con seguridad democrática. Los jóvenes que quieren surgir como Colacho, a su manera y sin hacer daño, debieran de tener toda la libertad de vivir sin el temor de la muerte a sus alrededores.
Gracias por traer a equinoXio a Colacho y tu sensibilidad que toca las regiones lindas de Colombia.
domingo 6 de septiembre de 2009, 20:07 COT
[…] Hoy en San Javier, muy cerca a mi nuevo hogar, en este momento hay un concierto de rap de diferentes grupos y hace pocas horas hubo una marcha, todo en rechazo al homicidio del cantante y líder juvenil Colacho. […]
sbado 12 de septiembre de 2009, 07:52 COT
es la primera vez desde q asesinaron a mi marido q leo palabras tan dulces sentidas y con proposito sobre el muchas grcias por no verlo como una simple noticia si no como un echo q ha dejado un gran vacio en loscorazones de su madre su hermana e n el mio propio y en la vida del bebe q no pudo conocer ojala q la gent no se olvide de esto para q mas adelante su hijo puedaconocer la historia desu padre con orgullo
gracias
mircoles 16 de septiembre de 2009, 11:05 COT
Lukas tiene usted un sentido social que justificaría ponerlo al servicio de la gente que habita el país. Es la gente que necesita Colombia, No reelecciones impuestas.
Piénselo.