Costumbres, tradiciones y naturaleza
Columnas > Eco-grafíasPor Germán A. Quimbayo
jueves 21 de diciembre de 2006 0:01 COT
La Navidad es una época tradicional (con fuertes influencias católicas, judeo-cristianas, norteamericanas y nórdicas en nuestro país), que evoca valores como la solidaridad, el reencuentro familiar y además se vive un ambiente distinto al resto del año. Sin embargo su evidente comercialización (que pareciese fuese su única vocación) ha implicado llevar a cabo ciertas prácticas que afectan por estas épocas tanto ecosistemas como hábitats, y en sí el entorno que nos rodea.
¿A que me refiero con esto? Simplemente con algunas de las costumbres navideñas, nos hemos visto abocados al consumismo desmedido de alimentos, energía, y demás recursos, cuyo uso insostenible degenera en ciertas problemáticas ambientales. No con esto quiero satanizar la Navidad o algo por el estilo. Por el contrario deseo compartir cómo se puede vivir una navidad alternativa y más coherente a nuestro entorno.
Material vegetal en la construcción de pesebres navideños y arreglos de la época
En nuestra cultura durante mucho tiempo (aún hoy), se extendió la costumbre de hacer decoración navideña y de pesebres con material vegetal como musgos, bromelias (o quiches), cortezas de árboles y demás material vegetal nativo, incurriendo en una práctica insostenible, de saqueo a la naturaleza, para que dicho material posteriormente fuese desperdiciado sin clemencia.
Los musgos, por ejemplo, son vitales para la retención de agua en ecosistemas de montaña y alta montaña (entiéndase bosques alto andinos y páramos) y para el buen balance hídrico regional e incluso global. Las bromelias o quiches además de ser especies nativas, son importantes para un sinnúmero de especies de fauna que van desde pequeños anfibios, hasta grandes mamíferos, como el oso de anteojos (Tremarctos ornatus). Para este último, las bromelias son parte fundamental de su dieta.
Las campañas realizadas en torno a la restricción del uso de material vegetal nativo, han tenido cierto impacto, aunque aún muy policivo (acontece de igual forma con el tráfico de fauna). Esto no garantiza un proceso llevadero y que profundice en alternativas de producción para personas que puedan depender económicamente de estas actividades. Se prioriza el “criminalizar” y castigar antes que educar y ofrecer opciones alternativas que propicien la conservación, teniendo en cuenta problemáticas sociales. Debe existir así un balance en las estrategias de conservación.
La campaña llevada a cabo cada diciembre desde hace unos años en Bogotá “Deja el musgo en su lugar”, por ejemplo, ha logrado generar conciencia entorno a construir pesebres con otro tipo de materiales, sin embargo aún existen personas (más que todo comerciantes) que siguen con estas prácticas. Por más control policivo que pueda existir, éste es importante más no suficiente.
Vale la pena traer como referente una campaña enmarcada en otra fiesta de corte religioso, la Semana Santa. La elaboración de ramos a partir de la palma de cera (Ceroxylum quindiuense) para el domingo de ramos, han venido afectando esta especie y de paso afectando también al loro orejiamarillo (Ognorhynchus icterotis), ave en peligro de extinción. Esta campaña ha tenido un fuerte trabajo de entidades encargadas del trabajo en conservación tanto a nivel público como de ONG e incluso la fuerza pública (Policía Nacional) y la Iglesia Católica han participado. Con esta campaña, se ha fomentado el uso de materiales alternativos a la palma de cera para la construcción de ramos, y además se ha difundido la importancia del loro orejiamarillo y de la palma para ésta ave. Pero bueno, esto es otra historia que vale la pena retomar en otro momento.
Volviendo al tema, nadie imagina los pesebres y arreglos tan hermosos que se pueden elaborar reutilizando materiales como cartón, latas, botellas plásticas, papel, vidrio, hasta cilindros del papel higiénico. Todo se vale. Depende de la imaginación de cada uno de nosotros. ¡Ja!, y nosotros buscando arrancar el manto verde que nos ofrece el sustento de la vida. Esas excentricidades humanas son las que nos han llevado hasta donde estamos. Qué más que nuestra imaginación e ingenio para vivir una navidad creativa.
Consumismo y derroche navideño
En estas épocas de parranda, alegría y diversión (bien jacarandosas eso sí), lastimosamente la pasamos tan “bueno”, que solemos olvidarnos de todo, hasta de cómo celebramos la Navidad. Ese sentido comercial decembrino, que a través de los medios de comunicación nos vende una celebración ostentosa, consumista y llena de necesidades creadas, nos hace olvidar del gran número de desechos que producimos (como botellas de gaseosa, latas de cerveza, cajas de natilla) a la hora de festejar Navidad y Año Nuevo. Las grandes superficies comerciales hacen su agosto (o su aguinaldo) casi imponiéndole al consumidor que, esto es lo que se tiene que comprar, que así se tiene que iluminar, etc., etc.
Hablando de iluminación (que es muy bonita por estas épocas), a veces si es cierto que se excede a la hora del consumo de energía. En un país como Colombia, aún hidroeléctrico (no se imaginan lo que implica a nivel hidráulico el consumo de energía), con serias dificultades en el abastecimiento de energía y de paso preocupados por fenómenos como el Niño, no nos deberíamos dar ese lujo. Velas y más velas, no como conjuro para buenos deseos de año nuevo, sino como alternativa de iluminación y decoración. O si no, ¿recuerdan ustedes de la hermosa fiesta de faroles de Quimbaya, Quindío? Las velas son una opción. Otra alternativa sería el uso de bombillas más eficientes y ecológicas (luz blanca), y recurrir nuevamente a la decoración y creatividad. En España ya andan como preocupados por la gran iluminación y sus consecuencias en emisiones de CO2. Hay que tener en cuenta este aspecto de emisión de gases de invernadero vía iluminaciones, pues ha sido poco analizado.
De otro lado, el mayor consumo y venta de juguetes durante el año se presenta en época navideña. Sin embargo la mayoría de juguetes existentes en el mercado no son precisamente los más ecológicos. La mayoría de juguetes son de plástico, entre ellos el PVC, que dura años para degradarse en el ambiente, aparte de lo tóxico que puede llegar a ser ese proceso de degradación, esto si el juguete usado no posee un adecuado tratamiento. Ni que decir de los juguetes electrónicos, cuyo funcionamiento requiere de baterías responsables de polución por mercurio y plomo. Hay alternativas en el uso de batería como las recargables, por ejemplo. Respecto a los materiales que constituyen estos juguetes, también son metales pesados, que no sólo son perjudiciales para nuestro entorno, sino que obviamente para la salud de los niños que los usan.
Finalmente, los juguetes que están en boga, suelen ser bélicos, sexistas y que no propician la creatividad, la solidaridad y el respeto hacia el ambiente. Para mayor información respecto a los juguetes e incluso las envolturas y papel de regalo y su disposición final como residuos en estos enlaces:
- Juguetes ecológicos (Crianza Natural)
- Juguetes responsables con el medio ambiente (Consumer.es)
- Juguetes ecológicos (Soliclima)
La luz de la navidad
Toda la luz y fiesta de la navidad, también deben ser una exaltación a la vida, teniendo en cuenta el alcance universal de esta celebración. Es importante hacer un llamado a la austeridad en épocas decembrinas, si se quiere ir al sentido más antroposofista de la palabra. Acordémonos, (y esto sin querer profesar algo religioso) de cómo la familia del anhelado Hijo de Dios tuvo que pasarla, sin necesidad de tanta ostentación. A partir de prácticas como cenas a manera de mingas o convites, podemos exaltar por ejemplo la solidaridad y soberanía alimentaria, sin tanto derroche. De igual forma por medio de la creatividad se puede aludir el sentimiento navideño y ecológico. Concluyo dejando por aquí algunos consejillos que resumen toda esta carreta.
Abogo también por una Navidad más ecológica y solidaria.
¡Saludos y Felices Fiestas!
Próxima entrega: lo más relevante de 2006 en ecología y ambiente, en el Especial de fin de año de equinoXio.
viernes 22 de diciembre de 2006, 10:59 COT
Hola!
Muy interesante el artículo. Que lástima que los colombianos tengamos que tener un policia al lado controlandonos para que no cometamos infracciones (en este caso ambientales). Un abrazo!
sbado 23 de diciembre de 2006, 16:28 COT
Caro:
Hola, gracias por tu mensaje. Esa cultura del policia al lado es típica en nuestro país. Es precisamente un problema de raíz.
Feliz Navidad
Un beso gigante
lunes 25 de diciembre de 2006, 16:21 COT
Interesante enfoque e incuestionable que nos hagas realizar un autoanàlisis de nuestro proceder sobre algo que nos puede afectar y que requerimos conciencia con urgencia.
Fue lindo compartir contigo durante el 2006, aunque en la distancia sentí tu cercanía a través de la blogosfera. Te deseo un 2007 excelente y lleno de logros.
Un abrazo y un besito!
viernes 2 de marzo de 2007, 20:34 COT
gracias por ponerlo me sirvio mucho con una tarea en la escuela pues tenia cosas que poner de informacion
lunes 21 de mayo de 2007, 12:05 COT
[…] religiosas y su relación con la naturaleza, en diciembre ya había hablado en mi columna de equinoXio.Solo para recordar recomiendo que visiten los siguientes enlaces, en especial sobre la palma de […]
viernes 25 de mayo de 2007, 20:16 COT
Gracias por enviar el comentario. ojala fuera posible hacer llegar este artículo a todas las personas del mundo… no es por exagerar, pero es importante para hacer un razonamiento y analizar más a fondo la situación que estamos provocando hacia el medio con nuestros actos.
domingo 30 de agosto de 2009, 18:39 COT
hola…sabes me gustaria q todas las personas a las q les intereza mas el como se va a ver su casa con mas luces, el si el nacimiento tiene q ser mas grande y mas lindo q el de el vecino.etc…se dieran cuenta q lo q estan destrullendo es todo in mundo , inclullendonos a nosotros..pues entre mas destrulle la gente el ecosistema, mas nos destruimos nosotro, sin las plantas ni animales nos morimos nosotros tambein…q dejen a un lado la vanidad y qaprendan a tener un pensamiento mas ecologista…