Cómo terminarle a una vieja y tener éxito en el intento
Columnas > Limpia - MentePor Johanna Pérez Vásquez
domingo 4 de mayo de 2008 17:30 COT
Seguro todos hemos escuchado historias en donde una vieja termina con el novio, pasa mucho tiempo y no logra olvidarlo, le pone pausa eterna a su vida o por lo menos en lo que a pareja y relaciones sociales se refiere, entonces uno se pregunta: ¿por qué a una mujer se le hace tan difícil olvidarse de un hombre?
Para responder esta pregunta es necesario entender circunstancias muy específicas.
Estoy convencida de que “las mujeres tenemos una antena parabólica para percibir sentimientos mientras que los hombres sólo tienen un gancho de ropa con un pedazo de papel aluminio” (Dr. Katz – Locomotion) y de aquí viene la dificultad que tenemos para pasar de un hombre a otro cuando estamos enamoradas y correspondidas.
Al tener la ventaja evolutiva y biológica de poder intuir no sólo lo que pasa en nuestro interior sino lo que ocurre en el interior de nuestra pareja, al menos algunas veces, porque intuir no es igual a adivinar, sólo nos es fácil terminar una relación cuando se acabó el amor. Cuando este es el caso es muy probable que al poco tiempo nos recuperemos y que entremos al ruedo prontamente sin mayores dificultades, pero cuando las causas de la ruptura son distintas la historia es otra.
Supongamos que el hombre fue quien terminó la relación por cualquier otra razón distinta a “se me acabó el amor”, luego de esto la mujer se hará infinidad de preguntas que sólo encarnarán otras más, porque las respuestas pueden servir un rato pero no acallan dudas. Para una mujer aceptar la decisión ajena, la del rompimiento bajo estas circunstancias es muy difícil porque se nos ha enseñado y preparado cultural – evolutivamente para ser las encargadas de la protección del nido, como el nido comienza con la pareja es prácticamente inevitable sentir este hecho de forma distinta a un fracaso, sobretodo cuando se cree que la causa para esta situación no fue la más valedera o la más legítima. Nosotras consideramos que todavía se puede hacer algo y que no se nos está dando la oportunidad de reparar lo que sólo está dañado, no roto.
Acepto que el amor no es el único componente para que una relación funcione pero es algo básico. Otro elemento importante es el empeño que las dos personas le pongan a esa empresa conjunta para que tenga éxito y sí, las relaciones son de dos, cuando uno da mucho más que el otro tarde o temprano la unión se acaba, pero si el hombre da señales encontradas es muy probable que la mujer a su lado crea que todavía hay cosas por hacer para salvar el vínculo.
Desde hace años veo que los hombres no entienden bien las emociones, se sienten confundidos cuando los sorprenden fuertes sensaciones que no saben describir y mucho menos manejar, sin embargo ellos dicen que las confusas somos las mujeres que de tanto sentir no sabemos lo que nos pasa pero, aceptémoslo, hombres y mujeres tenemos nuestros momentos de rareza. Así como nosotras a veces damos señales equívocas acerca de lo que nos ocurre, los hombres también actúan de modo extraño y no siempre nos hacen fácil el entenderlos. Justamente por esto es que en muchas ocasiones un hombre cree haber resuelto sus asuntos con su ex, pero al pasar un tiempo se da cuenta de que no fue así, porque si ella cree entender mejor de lo que él lo hace, lo que le ocurre en su corazón y en su sistema límbico es muy probable que siga esforzándose para tener éxito en esa área que tanto le interesa: la de pareja.
Así que si usted es hombre y está convencido de que no quiere a la mujer que tiene al lado le aconsejo que siga las siguientes instrucciones para alejarse completamente de ella. Estoy casi segura, porque ni las pastillas anticonceptivas funcionan al 100% de que lo logrará:
- Dígale en la cara y mirándola a los ojos que no la quiere. He aquí la razón fundamental por la que debe estar convencido: las mujeres detectamos mentiras mucho mejor que los hombres, incluso si es verdad y no la cogemos a la primera poco después nos daremos cuenta de que es en serio.
- Sea consecuente, si va a hacer promesas o amenazas cúmplalas. Cada vez que dice “no voy a volver a buscarla / llamarla / recogerla” y luego hace lo opuesto está diciendo con lenguaje no verbal “todavía me importas”, de donde podemos agarrarnos para hacer algo que sabemos hacer muy bien: manipular.
- Bórrese del planeta de ella. Si tienen amigos en común haga planes alternos para que los dos tengan espacios en donde compartir con esas personas sin que la amistad sea una víctima del conflicto.
- Si ella lo busca déle opciones para que resuelva sus asuntos con otras personas, por ejemplo si antes usted era su proveedor de CD piratas, pásele el número de sus contactos, así ella no tendrá excusas para buscarlo.
- Disfrute su recompensa: su espacio. Es muy posible que luego de seguir estas indicaciones no vuelva a saber de ella, a menos que la teoría de todo conspire para que se encuentren en público cuando menos lo espera.
Finalmente me queda advertir que antes de seguir este curso de acción debe tener completamente claro que la mujer con la que lo aplicará no sea ni remotamente la de su vida, pues de lo contrario correrá el riesgo de arrepentirse tremendamente más tarde por haber sido tan zoquete, al dejar pasar a semejante ser por su camino. Para cuando se dé cuenta es muy posible que ella ya se encuentre en brazos de otro hombre felizmente comprometida, porque así funciona la ley de Murphy.
En resumen, las mujeres nos olemos a millas de distancia si un hombre aún siente algo por nosotras y mientras así sea nos quedaremos en pausa eterna, más si nosotras también estamos enamoradas de él. La razón más poderosa para terminar una relación es porque se acabó el amor. Me parece que por esto es que las mujeres se quedan junto a los hombres que las maltratan física o emocionalmente. No es excusa, es sólo una tentativa de explicación.
Agradezco a Joengapo[3] por haber recuperado el borrador que hizo posible esta columna.
martes 6 de mayo de 2008, 14:16 COT
Estoy muy de acuerdo en que las mujeres están mucho mejor dotadas genéticamente para reconocer e interpretar las emociones tanto en ellas mismas como en sus interlocutores. Dr.Katz se merece el Premio Nobel.
Sin embargo, creo que los conflictos entre hombres y mujeres se dan más por malentendidos: uno espera que el sexo opuesto reaccione igual que uno a los mismos estímulos y que tenga las mismas prioridades. Por eso cuando percibimos un comportamiento que no es consistente con nuestra lógica, nos sale un gigantesco signo de interrogación flotando sobre la cabeza.
Por eso creo que el truco a preguntar SIEMPRE y no asumir que nuestra pareja piensa como nosotros.
jueves 8 de mayo de 2008, 13:56 COT
Bueno, cada quien habla de como le va en la procesión. En mi caso hay varios ejemplos de terminaciones con no muy buen final. Recuerdo a una en especial. Por lo que supe después, me amó muchísimo, pero nunca pude sentir lo mismo y le terminé. Del mejor hombre del mundo pasé a ser el peor animal rastrero. Varios años necesité para recobrar algo de la imagen perdida. Otra se desapareció del mapa sin dejar rastro y como a los dos años reapareció para reclamarme el por qué no la había buscado. Otra más, pese a que la relación nunca funcionó, al terminarle se dedicó a complicarme la vida con la nueva pareja, en todas las formas posibles. El común denominador de las tres es su demora en convencerse de que la relación estaba muerta y enterrada y la imposibilidad de convertirnos en amigos después de la ruptura, que es lo deseable. ¿O no?
jueves 8 de mayo de 2008, 20:30 COT
Confieso que siempre he sido yo la que ha terminado con ellos, son adorables pero cuando hay que cerrar un ciclo, hay que hacerlo. Tengo mis fórmulas de cómo terminarle a un caballero teniendo éxito en el intento.
Un abrazo!
viernes 9 de mayo de 2008, 11:28 COT
Lo mejor es poner tierra de por medio, cambiar el entorno social, la casa y el número de celular.
Ah, y eso de “la mujer de su vida” es un cliché de Corin Tellado. Existe la mujer (y el hombre) de UNA ÉPOCA de la vida de cada quien.
sbado 17 de mayo de 2008, 15:11 COT
Cierto Apolo, ese Dr. Katz es rebrillante. Y lo otro es igual de cierto, por eso aclaro que percibir no es igual a adivinar.
Jajajajaja Marsares, ya me habían preguntado eso, si es ideal o no volverse amigo del ex, me acabas de dar tema para una nueva columna. Y pues sí, a veces las mujeres creemos que podemos revivir a un muerto y tampoco, menos si el muerto no quiere dejarse resucitar.
Lully envidio tu inteligencia emocional.
Rafa la verdad me parece que ese tipo de soluciones son algo cobardes, son huírle a los problemas, pero cada quien tiene su estilo.
Tienes mucha razón en cuanto a lo de la mujer de la vida, existen muchas, así como muchos hombres de la vida, cada quien para una época distinta.