¿Clientelismo disfrazado de ecologismo?
Ciudadano del mundo > ColumnasPor Julián Ortega Martínez
martes 12 de junio de 2007 0:01 COT
Shinzō Abe asiste a una demostración sobre biocombustibles, luciendo ropa ligera en vez de saco y corbata (1 de junio de 2007; © Oficina del Primer Ministro del Japón)
Mientras arrecian las críticas por los magros acuerdos a los que llegó el grupo de los 8 países más industrializados del mundo en Heiligendamm, Alemania, cortesía de algunas ONG y de movimientos sociales y ecologistas, Japón se prepara para realizar la cumbre del G-8 del próximo año en el balneario de Toyako, en la norteña isla de Hokkaidō.
Dos semanas antes de la cumbre del presente año, Shinzō Abe presentó al mundo su "propuesta" para reemplazar el fracasado protocolo de Kioto, que será obsoleto en 2012. Bautizándola Utsukushii Hoshi 50 (美しい星50, "Planeta bello 50"; Cool Earth 50 en inglés), Abe propone reducir las emisiones de dióxido de carbono a la mitad de los niveles actuales en el año 2050 y "crear un mecanismo financiero con "sustanciales" fondos nipones para ayudar a los países en desarrollo a cumplir" con dicha reducción. Europa, por su parte, presentó algo idéntico, salvo por la referencia, menos modesta (para ellos): los niveles de 1990. La propuesta aprobada en Heiligendamm, no obstante, no establece dicho año de referencia y se queda corta frente a los problemas que nuestro planeta enfrenta por cuenta del cambio climático.
Utsukushii Hoshi 50 tiene tres ejes fundamentales: requiere la participación de EUA, China y los demás países que contaminan más (los dos primeros no ratificaron el protocolo de Kioto y Washington lleva años negándose a buscar reducir sus emisiones), habla de un plan de trabajo "flexible y diverso" y promueve el ahorro de energía y tecnologías [alternativas, suponemos] que contribuyan a la conservación del ambiente y a la vez con el desarrollo económico. El diario "izquierdista" Asahi Shimbun elogia este último factor, pero cuestiona la efectividad de lo propuesto dado el anticipado planteamiento de la "flexibilidad".
La propuesta del ultraderechista primer ministro japonés, si bien no es novedosa, es coherente con la actitud "ecológica" del archipiélago nipón, carente de recursos naturales y, por lo tanto, un poco menos insensato a la hora de utilizarlos, si bien tiene lunares gigantescos (como la masacre anual de ballenas o la importación de marfil desde África). Hace dos años, el carismático antecesor de Abe, Jun’ichirō Koizumi, lanzó una audaz campaña titulada Cool Biz, que busca ayudar a nuestro planeta invitando a los oficinistas a utilizar vestimenta más ligera, acorde con la época estival, a fin de reducir la utilización de los equipos de aire acondicionado. La campaña, sin resultados espectaculares, aportó modestamente en la meta de reducción de los niveles de CO2, la cual no se ha visto en términos generales. No obstante, algunos factores culturales han complicado su adopción. Como no todas las empresas se han adherido la campaña, caen en el llamado "dilema del prisionero", tal como plantea el publicista W. David Marx, pues si, por ejemplo, los empleados de una empresa que haya adoptado la Cool Biz van a reunirse con los de otra que no lo haya hecho, los primeros pueden ser considerados "irrespetuosos" con los segundos, dañando así las relaciones y, desde luego, los negocios.
Sin embargo, causa suspicacia el nombre escogido -en japonés- para esta propuesta. ¿No se llama Utsukushii Kuni-e (美しい国へ, "Hacia un país bello") el libro que Abe publicó a mediados de 2006 y en el que resume su visión de lo que debe ser Japón, plagada de negacionismo histórico y de nacionalismo exacerbado y belicoso? También debe tenerse en cuenta el momento político local: el suicidio del ministro de Agricultura, Silvicultura y Pesca Toshikatsu Matsuoka es consecuencia de un gigantesco escándalo de corrupción que está lejos de acabar, hay elecciones para la cámara alta el 22 de julio y la impopularidad de Abe batió récords históricos (30% de popularidad según el Asahi el 4 de junio, 32,9% según el conservador Yomiuri Shimbun cuatro días después). Tan mal está el aburrido primer ministro que debe recurrir al carisma de su esposa Akie. En Alemania, tres diarios locales que cubrían la cumbre del G-8 confundieron a Abe con el sucesor de Matsuoka a la hora de ilustrar una semblanza del primer ministro.
Si bien es loable la propuesta japonesa para contrarrestar el cambio climático, especialmente cuando el archipiélago ha fracasado a la hora de reducir las emisiones de gases de invernadero, no hay duda del tufillo electorero de la misma. Abe, cuyo partido parece no temer un mal resultado en los comicios de julio, más por la debilidad del principal partido opositor, deberá hacer frente a nuevos escándalos, relacionados con las pensiones, la violencia mafiosa en alza y el problema de la baja natalidad, temas más sensibles para el japonés común y corriente, que no ve los beneficios del lento pero sostenido crecimiento económico. Y, desde luego, dar ejemplo si quiere asumir el papel protagónico que desea para su país en materia ambiental.
martes 12 de junio de 2007, 23:45 COT
Julián:
Así opera el clientelismo y la politiquería, que no distinguen idioma o cultura. Precisamente, una de las mayores victimas de estas asquerosas prácticas son las causas ambientales y ecológicas. Uno diría que puede dejar el beneficio de la duda, pero nuestro Planeta y sus complejos pero a la vez delicados procesos vitales, no pueden depender de la volatilidad de un arrebato o conveniencia política de cualquier mandatario o lider mundial.
jueves 14 de junio de 2007, 08:12 COT
Germán, si eso pasa en países donde existen partidos verdes, peor acá donde no los hay. Lo peor es la actitud de algunos ecologistas que se las dan de “apolíticos” y que sólo se meten en política para “apoyar” a aquellos que presenten alguna propuesta en pro del ambiente, sin importar su partido, cual mercenarios. Y lo máximo que consiguen es que el estrato 50, desde los Santos hasta Samuel Moreno, los mire como un moco en las sangrientas temporadas taurinas. Lo que se necesita es acción urgente y de verdad y para eso es más que conveniente un partido propio. Un saludo.
martes 19 de junio de 2007, 06:23 COT
[…] o como un “caballito de batalla” para satisfacer ciertos intereses, en especial los de tipo político. Sería más pertinente trabajar en la formación de una opinión pública crítica que se movilice […]
martes 3 de julio de 2007, 11:11 COT
[…] de la economía. Ni sus propuestas de reforma a la Constitución pacifista ni sus tácticas clientelistas parecen dar resultado en un país alérgico a lo que tenga que ver con guerra, armas y […]
mircoles 12 de septiembre de 2007, 00:28 COT
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sbado 22 de septiembre de 2007, 14:26 COT
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domingo 23 de septiembre de 2007, 08:12 COT
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viernes 14 de diciembre de 2007, 08:24 COT
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