Ciencia ficción
Columnas > Las torres de TanelornPor Beto Agudelo
sbado 7 de julio de 2007 8:22 COT
La Ciencia Ficción ha probado ser uno de los géneros cinematográficos más durables. Su historia es virtualmente paralela a la del cine mismo, desde las películas cortas europeas y estadounidenses sobre automatización y la manipulación del tiempo, hasta los blockbusters llenos de efectos especiales de años recientes. Varios de los cortos del pionero francés Georges Méliès pueden contarse como Ciencia Ficción, uno de los más notables puede ser VIAJE A LA LUNA (1902), ligeramente basado en la novelas De la Tierra a la Luna, de Julio Verne y Los primeros hombres en la Luna, de H.G. Wells. Uno de los grandes logros de la ciencia ficción en la primera mitad del siglo XX es METROPOLIS (1926) de Fritz Lang.
El género empezó a arrastrar a las grandes audiencias en los cincuentas con el lanzamiento de películas como INVASION OF THE BODY SNATCHERS (1956) de Don Siegel. Su popularidad continúa en la década siguiente, que también fue testigo de la expansión estética y expresiva del género por parte de varios creadores, como FAHRENHEIT 451 (1967) de François Truffaut o ALPHAVILLE (1965) de Jean-Luc Godard; cada uno de los realizadores adaptó en sus películas las convenciones de la ciencia ficción para acomodarlas a su propia visión.
2001: ODISEA DEL ESPACIO (1968) de Stanley Kubrick se convirtió un hito para el género, no sólo por sus espectaculares efectos especiales sino por los territorios filosóficos y poéticos que demarcó. Sólo tres años más tarde el mismo Kubrick establecería un nuevo hito con una perspectiva completamente distinta de la ciencia ficción, cuando pone en juego todo su genio cinematográfico para analizar la sociedad contemporánea y su futuro con una película cuya vigencia continúa: CLOCKWORK ORANGE (La naranja mecánica, 1971).
Dos de los directores más conocidos de los años 70 y 80 empezaron sus carreras con exitosas películas de bajo presupuesto. John Carpenter logró un éxito de culto con DARK STAR (1974), una versión de 2001 con bastante humor negro que además sirve de antecedente para ALIEN (1979). George Lucas, por su parte, recibió fuertes aclamaciones críticas (y una muy baja taquilla) con THX-1138 (1971). Otras figuras notorias de las décadas recientes son Steven Spielberg, cuya visión optimista del contacto extraterrestre en CLOSE ENCOUNTERS OF THE THIRD KIND (1977) y E.T. (1982) se contrapone a la clara y extrema xenofobia de ALIEN (1979) de Ridley Scott, que también presenta una particular versión de Frankenstein de Mary Shelley, más oscura que el original, en BLADE RUNNER (1982). Otra figura interesante es David Cronenberg, quien usa con inteligencia su remake de 1984 de THE FLY para explorar su preocupaciones personales sobre la sexualidad, la enfermedad y la utilidad y usabilidad de la tecnología.
A partir del pomposo éxito de STAR WARS (1977), si bien es factible hablar de un incremento en el número de películas de ciencia ficción producidas, también es cierto que la gran mayoría de ellas son simples copias, bien de la propia Star Wars, de 2001 o de Blade Runner. Las producciones que se mantienen por símismas por encima del promedio son escasas y preciosas y constituyen a su vez originales para clonar: MAD MAX (1979), que marca la pauta para las elaboraciones postapocalípticas posteriores (que son legión), TRON (1982), que permite a las audiencias apreciar por primera vez en un tiempo bastante extendido el concepto de CGI (Computer Generated Images) que en 1993 permitirá al público disfrutar de los más vívidos dinosaurios de la historia del cine en JURASSIC PARK.
El salto se da en 1999. Dos películas vuelven a poner la ciencia ficción en boca de todos. Por un lado, George Lucas se cansa de reeditar sus viejas películas y lanza una nueva instancia de Star Wars: THE PHANTOM MENACE (1999) revisita algunos de los lugares y personajes más queridos por el público y presenta algunos otros nuevos y vibrantes… pero algo le falta. Cada una de las películas de la trilogía original puede sostenerse por sí misma como una obra completa, PHANTOM MENACE es incapaz de hacerlo, como no podrán hacerlo sus secuelas. Casi podría decirse que la saga de Star Wars consta, en realidad, de sólo cuatro películas.
El otro hito del 99 lo establecen dos hermanos con muchas ideas y –en un paralelo curioso con las primeras producciones de George Lucas– con un presupuesto escaso y mucho qué arriesgar. Los Wachowsky apuestan duro y ganan, y golpean tan fuerte que sacuden no sólo el mundo de la ciencia ficción y el del cine en general sino que se cuelan en el cómic, en el ciberespacio, y renuevan el aún joven pero ya agotado universo del ciberpunk. THE MATRIX reúne elementos de la ciencia ficción dura con una Metropolis llevada al extremo y con ingredientes de las viejas mitologías y el lenguaje narrativo del wuxia de Hong Kong. Una mezcla improbable con un excelente resultado que posiblemente hubiera sido FRACASO en las manos de realizadores con más experiencia.
Mientras en la industria del cine el género sube y baja y debe competir con otros géneros –y en el mejor de los casos con los otros blockbusters de temporada– en el primo hermano menor del cine han nacido historias y personajes memorables que han incluso llegado a trascender la pantalla chica y han crecido hasta llenarla de plata.
Tres series televisivas han conseguido ubicarse en la mente de los aficionados y continúan allí, explotando la imaginación – y siendo vorazmente explotadas.
La primera es, por supuesto, Star Trek (Viaje a las estrellas). La serie, cuya duración al aire fue de tres efímeras temporadas (en realidad dos y media) logró llegar a donde ninguna producción llegó antes: cinco series de TV y una saga cinematográfica que ya superó la decena de producciones, y una cantidad de realizadores y artistas suficiente para llenar el Enterprise. Si bien la evolución argumental no ha sido acelerada, la serie completa tiene la virtud de constituirse, en sí misma, en un compendio enciclopédico de Ciencia Ficción. Las tripulaciones de las diversas versiones del Enterprise, del Voyager y de la Estación Deep Space 9 han tenido que enfrentar – o cooperar – con todos los personajes del universo de la ciencia ficción: androides Asimovianos, Inteligencias Puras Clarkianas, y con todas las posibilidades alguna vez analizadas de contacto con formas de vida extraterrestres. Han sufrido viajes en el tiempo, hacia atrás y hacia adelante, viajan más rápido que la luz y buscan el secreto del Impulso Espacial, se teletransportan y han usado –o han sido usadas sobre ellos– todas las tecnologías bélicas imaginables.
Si bien ha sido calificada como “clon de Star Wars”, Battlestar Galactica logra crear y mantener personajes memorables y explora –sin mucha profundidad, pero, de todos modos, es una serie de TV– temas como la relación hombre-máquina y el contacto con culturas –no simplemente formas de vida– extraterrestres. La reciente reproducción de la serie no ha contado con muchos seguidores, pues la pretensión de profundizar en argumentos, temas y personajes, junto con la “cotidianización” del contexto, ha ocasionado una pérdida del sentido épico y aventurero que Glen Larson y Robert Thurston quisieron dar a la historia original.
La otra serie difícilmente podría ser catalogada como Ciencia Ficción, y la mayoría de las veces ha dejado a los espectadores mirando expectantes bajo la cama o a través de la ventana antes que pensando en el futuro. The X-Files enfrentó a los agentes Mulder y Scully con aquellos pocos conceptos de Ciencia Ficción que por uno u otro motivo no cupieron nunca en Star Trek, pero además buscaron una explicación científica a una gran cantidad de mitos urbanos, rurales, clásicos y contemporáneos convirtiéndolos en ciencia ficción, a veces a la fuerza.
Cabe aquí un rincón para un subgénero habitualmente despreciado: las películas de animación no suelen ser ni siquiera tenidas en cuenta por los críticos “serios” – bueno, usualmente desprecian toda la ciencia ficción…
Una película de 1988, dibujada por Moebius, aclamado creador de comics, se alza como líder en el campo: LES MAÎTRES DU TEMPS sirve como cierre –bellamente dibujado– al tema de la manipulación del tiempo, dejando escasamente de qué hablar al respecto. El blockbuster TITAN A.E. hace buen uso de algunos de los personajes y recursos de LES MAÎTRES DU TEMPS.
FINAL FANTASY: THE SPIRIT WITHIN puede considerarse como un alcance de la ciencia ficción. De hecho, su realización cumple con la predicción de relatos y de alguna película que amenaza con reemplazar a los actores de carne y hueso por sus clones digitales. Pero, además, se trata de una historia bien narrada y estéticamente valiosa que logra mezclar lo científico con lo sobrenatural en un nivel al que antes otras producciones tan sólo habían logrado acercarse. Pero el verdadero logro está en FINAL FANTASY VII: THE ADVENT CHILDREN, una producción que, al tiempo que sintetiza y potencia todo el contenido de una saga bien conocida de los jugadores de consola, alcanza un tratamiento interesante de algunos de los temas favoritos de la Ciencia Ficción –y del anime: la relación del hombre con su propia creación, el peligro inherente al uso indiscriminado de la tecnología, el agotamiento de los recursos naturales. Lo que una serie de culto como SHIN SEIKI EVANGELION (NEON GENESIS: EVANGELION) –serie prohibida por nuestra Comisión Nacional de Televisión ante absurdas presiones ejercidas por la obsoleta Iglesia Católica– contó en veintiséis capítulos y varios OVA (películas realizadas para distribución directa en vídeo), ADVENT CHILDREN lo resume en poco más de ciento veinte minutos.
Otro hito interesante en la animación de Ciencia Ficción está constituido por STAR WARS: CLONE WARS, constituida por veinticinco capítulos de entre tres y diez minutos cada uno, que sirve como enlace, muy necesario debido a las fallas argumentales, entre los Episodios II y III de la saga de George Lucas.
Es un hito por su impacto, pero además porque, cumpliendo algunas predicciones de autores de Ciencia Ficción bastante antiguos, es el primer ejemplo a escala masiva de la interacción entre medios que hasta hace pocos años eran independientes: el cine, la televisión, Internet, el cómic: un aviso de lo que empieza a suceder y lo que nos espera cuando todos los medios se conviertan en uno sólo.
sbado 7 de julio de 2007, 08:32 COT
Hola: Aquí envío el link al video/trailer de Metropolis: http://www.youtube.com/watch?v=SvLPZKh3hXs
sbado 7 de julio de 2007, 09:00 COT
Y este otro, de la reedición ochentera con efectos con la canción "Here she comes" de Bonnie Tyler. Este es un video de primera, no se lo pierdan. http://www.youtube.com/watch?v=3D5r_NPQf88
sbado 7 de julio de 2007, 09:50 COT
Perdón por lo intenso, pero faltó esta otra serie: http://www.youtube.com/watch?v=8DF9nDJZrdA a la vez muy inspirada en lo concerniente al diseño en 2001 Odisea del espacio de Stanley Kubrick
sbado 7 de julio de 2007, 14:45 COT
Caballero Mornatur:
Le extiendo mi mano.
Me remontaste al pasado y volver mi mente a La peli que primero ví de este genero fue en 1982 de E.T. qué me dejó tan sumergida, hasta el punto de verla en tres ocasiones. Hasta recuerdo que nos llevó el novio de mi hermana mayor. Inolvidable.
Un saludo equinoXial!
sbado 7 de julio de 2007, 14:48 COT
Ah!! todavía tengo el muñequito de pilas extraterrestre que alumbra el dedito, algo guardado en mi casa materna pero es un recuerdito.
sbado 7 de julio de 2007, 21:52 COT
Qué delicia de post. Gracias!
domingo 8 de julio de 2007, 11:11 COT
Lully, tengo también recuerdos muy bellos con E.T. Fue la primera vez que fui a cine con una chica que… digamos que significó mucho en mi juventud. Pero eso fue después; yo tenía 10 años y ella 6… parte de otra historia.
domingo 8 de julio de 2007, 22:46 COT
Muy buen post, pero le falto una de las peliculas que mas me ha gustado de Sci-Fi: Gattaca.
No sabia que habian prohibido a Evangelion por presiones de la iglesia, pense que simplemente no les habia dado la gana de pasarla.
lunes 9 de julio de 2007, 09:12 COT
Turin tiene toda la razón: Gattaca, además de su inmensa fuerza argumental y de los puntos de vista que explora respecto al tema de la Utopía, maneja un concepto sumamente interesante: es ciencia ficción que no depende en absoluto de efectos especiales, en tanto que una gran cantidad de producciones pretenden clasificarse como Ciencia Ficción por medio de efectos visuales pero sin la más mínima partícula argumental, llegando hasta blasfemos extremos como “Yo, Robot”, de la que se dijo “adaptación” de la estupenda obra de Asimov. Si eso es cierto, “Shrek” es adaptación de “Fundación”. Al fin y al cabo, en “Fundación” hay un “Mulo”…
lunes 9 de julio de 2007, 09:17 COT
Y sí, nuestra maravillosa Iglesia Católica, Apostólica y Romana, que hace la vista gorda con tanta facilidad respecto a la caterva de pedófilos que pululan en sus filas, presionó a la Comisión Nacional de Televisión para que, de hecho, prohibiera la transmisión de Animación Japonesa. Ranma 1/2 les pareció aún peor que Evangelion, y ni qué decir de los rumores estúpidos que alguien regó a través de Internet de que “Cacaroto”, el nombre Sayajin de Gokú, en Dragon Ball, significaba “Demonio” o “Anticristo”. “Cacaroto” es la palabra japonesa para zanahoria, derivada del inglés “Carrot”. En cambio, a nadie le ha parecido problemático que Los Simpsons (que me gusta, de paso), Futurama – que por buenos que sean NO SON para niños – y hasta la degeneración de Rebelde sean transmitidas en horarios familiares.
Estamos en el país del Sagrado Corazón…
lunes 9 de julio de 2007, 09:19 COT
Thilo, como siempre, tu reacción ha sido estupenda. Pero para mí no es suficiente.
Por eso la siguiente afirmación: Star Wars es MUCHO MEJOR que Star Trek.
lunes 9 de julio de 2007, 23:29 COT
Un complemento que puede interesar
The Best Space Movies de Space.com además de la lista de las 10 más votadas, se puede repasar una buena cantidad de películas ya casi olvidadas por el gran público, (bueno, salvo los iniciados). O se puede consultar La lista de The Guardian, algo desactualizada. También es interesante ver las 10 que no se filmaron aunque una ya escapó.
Y dos soviéticas que no trajeron en su momento a los circulos comerciales del cine
Solaris, la rusa original de 1972 de Andrei Tarkovsky. Y
Road to the Stars, que con un asombroso parecido visual a 2001.
Finalmente la Canadiense El Cubo, no qmbientada en el espacio exterior, que pese a su escasa difusión legal, se ha convertido en una especie de película de culto entre los jóvenes.
Saludos
martes 10 de julio de 2007, 08:51 COT
Aturdido y confuso: muchas gracias por recordarnos que no toda la buena ciencia ficción es gringa – y en este momento s eme vienen a la cabeza varios títulos españoles.
En cuanto a El Cubo, en efecto, es una de esas producciones poco difundidas comercialmente pero que merecen mención… toda una omisión de mi parte.
Me llama la atención el comentario sobre el hecho de que “El Cubo” no está ambientada en el espacio, sin emabrgo. No toda la Ciencia Ficción – y muy poca de ella, en realidad – está ambientada allí.
jueves 19 de julio de 2007, 10:42 COT
Hola
Les maitres du temps, de Rene Laloux es de 1981 y no de 1988.
Saludos
jueves 26 de julio de 2007, 21:44 COT
Muchas gracias por la aclaración, Ramón.