Buscando un nuevo hogar (primera parte)
Ciencia y conciencia > ColumnasPor Thilo Hanisch Luque
viernes 13 de octubre de 2006 0:01 COT
A la derecha, Marte y su polo norte. A la izquierda el Monte Olimpo, que con su volcán de 25 km de altura, es el más grande del Sistema Solar (tres veces el Monte Everest terrícola). Imágenes: NASA
Los secretos escondidos debajo de las espesas capas de hielo del Antártico, y que veíamos en el artículo de la semana pasada, son por decirlo de una manera jocosa, apenas “la punta del iceberg”, de una serie de mundos por explorar y descubrir. Dos de esos mundos se encuentran muy lejos de nuestro planeta, aunque en términos astronómicos, son más bien cercanos.
El primero de ellos es el casquete polar del planeta Marte, cuya órbita planetaria alrededor del Sol se encuentra a 1,5 UA (unidades astronómicas), y el satélite Europa (Júpiter) a 5,1 UA de distancia del sol. Una UA equivale a poco menos de 150.000.000 de kilómetros. Es la distancia aproximada de la tierra al sol, y de ahí nace como convención y unidad astronómica. Como los planetas giran a diferentes velocidades y distancias del sol, se entiende que la distancia entre éstos es variable. En otras palabras, giran a diferentes revoluciones alrededor del sol. Una revolución terrícola, no es otra cosa que un año, o 365 días (+6 horas), se entiende. Pero un año marciano dura 686,9 días, y un año joviano dura 11 años, 315 días, y 10 horas con diez minutos.
En otras palabras, los planetas no están alineados entre sí, y por ende, no se puede planear una misión sin considerar este aspecto, pues una cosa es llegar a la órbita de un planeta, que no es más que una trayectoria imaginaria en el vacío relativo del espacio, y otra muy distinta, es llegar al planeta mismo. Ahí está una de tantas dificultades que deben enfrentar los científicos cuando diseñan naves robóticas para la exploración del Sistema Solar, pues deben calcular los días ideales para que salga el cohete con los equipos al espacio, para calcular el trayecto más corto posible.
Ahora, Marte en realidad está a media UA de la tierra, virtualmente, si la misión científica es lanzada en el momento preciso (1,5 – 1 UA). Júpiter estaría a una distancia relativa mínima de 4,6 UA. De manera que llevar un cohete al espacio, con la sonda cryobot que veíamos en el artículo anterior, llevaría aproximadamente 10 veces más de todo para llegar al satélite Europa (10 veces más distancia, combustible, capacidad de transmisión de datos, peso, tiempo, etc.). Pero además los que hayan leído el artículo anterior, ya saben que hasta ahora el cryobot ha impuesto el “récord mundial” de 23 metros de penetración en el hielo, y la meta aquí en la tierra son cuatro kilómetros. Mejor ni les cuento aún cuanto se espera perforar en Europa. Pero no se desanimen, la tecnología progresa exponencialmente. A principios del siglo XX escasamente rompíamos la marca de velocidad con unos 100 km por hora con la locomotora de vapor, y tan sólo un corto tiempo después, en 1969, el Apolo 11 viajaba a 44.000 km por hora a la luna.
Exploración de Marte
Ya llegamos allá, en varias misiones, y hay robots ahora mismo explorando el planeta. Gracias a esas misiones, un equipo de científicos de la NASA anunció justo hace 10 años, en 1996, que un meteorito hallado en la tierra, y que contenía fósiles microscópicos de bacterias de varios millones de años, con gran probabilidad provenía de Marte. Se cree que un asteroide chocó contra Marte (quizás extinguiendo vida primitiva, como con los dinosaurios en la tierra), y la roca expulsada a velocidades infernales por la explosión viajó por el espacio hasta estrellarse en la tierra.
Asombrosamente, hay quienes siguen preguntando si hay vida fuera de la tierra. Obviamente muchos científicos cuestionaron la teoría sobre la procedencia del meteorito, y de que las complejas estructuras microscópicas de su interior, correspondieran a fósiles. A favor de la teoría está una composición geológica muy similar y correspondiente a la de Marte. Nadie duda que sea un meteorito. Pero, si es un meteorito, y no es de Marte, ¿entonces de dónde es, y por qué su composición es casualmente parecida a la de Marte? Yo creo en el escepticismo científico, pues sin éste, se dan tantas leyendas e historias sin sentido que no sirven a la humanidad, que es justo y necesario como actitud en un buen científico. Pero también creo que si uno se opone a una teoría tiene que decir por qué, y dar una explicación alterna, igual de creíble y lógica. Ese es el orden correcto de las cosas en el mundo de la ciencia.
Pero supongamos que el meteorito de todas maneras no sea de Marte. ¡¿No es asombroso que se encontraran en él restos microscópicos que corresponden a la forma de microorganismos extraterrestres?!
Ahora toma aún más significado el hecho de que ya se hayan encontrado algunas formas de vida microscópica congelada en los glaciares terrícolas. Según un científico planetario de la NASA, “Los microorganismos hallados en la escarcha polar permanente, los glaciares y capas polares, son de un profundo significado para la astrobiología. […] Microbios durmientes, e incluso especies superiores como el musgo (micro planta), permanecen viables por crío preservación”. En cristiano: pueden congelarse y descongelarse, y esto, óigase bien, por millones de años. Y no sabemos nada de lo que hay escondido en el lago Vostok, en la Antártica, a 4 km de profundidad.
Si hubo vida en Marte, y hay un casquete polar (de agua) allá, ¿por qué no podría encontrarse vida microscópica allá? Como si fuera poco, en el 2002 se confirmó, sin dudas ni protestas, que el vehículo espacial Mars Odyssey detectó el famoso casco de hielo. Por ende todos esos accidentes geográficos del rojo desierto marciano, descritos por algunos como “canales”, con toda seguridad estuvieron llenos con agua líquida. Ahora la pregunta es: ¡¿A dónde se fue toda esta agua?! Y en honor a la verdad, en la superficie marciana no hay señales de vida, hasta ahora.
Carl Sagan describió como los compuestos orgánicos (esenciales componentes de un organismo vivo) eran sensibles al espectro UV (ultravioleta) de la luz, y por ende lo importante que era la capa de ozono para proteger la vida en la tierra. Capa que en Marte no existe, y en la tierra estuvo a punto de dejar de existir. Por cierto, fueron los científicos planetarios de la NASA los que salvaron nuestro planeta de nuestro primer intento consciente de extinción. Pero si quieren más razones para justificar la exploración marciana, aquí hay varias razones
Pruebas de vida
Pero bueno, supongamos que el cryobot ya fue “actualizado”, y que ha empezado a derretir hielo a su alrededor para penetrar el casco de hielo marciano, y a la profundidad que queramos. ¿Cómo constatamos que hay o hubo vida?
Según el texto llamado Principios de Bioquímica de Albert Lehninger, hay tres características que distinguen objetos vivos de inanimados:
- Estructura externa complicada y organizada, con estructuras internas intrincadas.
- Los seres vivos extraen, transforman y usan energía de su ambiente, usualmente en forma de nutrientes químicos o energía radiante del sol. Con esta energía mantienen y renuevan su estructura, y ejecutan diferentes tipos de trabajo (ósmosis, químico, mecánico).
- Capacidad de autorreplicación y auto ensamblaje.
En esencia, los organismos vivos viven en desequilibrio constante con respecto a su medio ambiente. Por ende una sonda cryobot toma muestras del suelo, por ejemplo, del aire, y del hielo, y espera que la muestra sea inerte. Lógicamente no debería haber cambios de composición química espontáneos, por ejemplo (si no hay cambios ambientales). Tampoco debería encontrarse una estructura organizada, entramada, de organización compleja y de tamaño microscópico, como la de los fósiles del asteroide marciano.
¿Qué nos espera en el hipotético océano de agua líquida subglaciar de la luna joviana Europa? ¿Cómo llegaremos hasta allá?
Si le gustó el viaje a Marte, el que viene para Europa será aún mejor. Y a pesar de estar mucho más lejos, podría albergar secretos tanto o más misteriosos que los del lago Vostok del Polo Sur terrícola. En la próxima edición veremos el por qué. Y no crean que los secretos marcianos terminan ahí. En el futuro se abordarán otros misterios marcianos fascinantes.
ARTÍCULO ANTERIOR: Secretos bajo el hielo
viernes 13 de octubre de 2006, 08:51 COT
Este y el artículo anterior han sido didácticos. Mucho se ha aprendido. Gracias.
viernes 13 de octubre de 2006, 09:26 COT
Desde que somos conscientes, nos hemos preguntado por nuestra existencia. Incluso, se ha llegado a decir que tenemos origen extraterrestre. Formas de vida microscópica fueron traídas por meteoritos que impactaron contra la tierra, liberando microorganismos que al encontrar un ambiente propicio, se desarrollaron propagando la vida.
Cada día, acorde con nuestro desarrollo tecnológico y nuestros conocimientos, seguimos encontrando respuestas. Tu artículo anterior, y éste, nos lleva de la mano a través de ese viaje misterioso hacia nuestros orígenes.
Fascinantes temas con los que enriqueces a equinoXio.
viernes 13 de octubre de 2006, 11:47 COT
Maravillosa tu exploración y exposición de estos hallazgos y de los enigmas que se esconden detrás de ellos. Felicitaciones por este artículo jugoso.
viernes 13 de octubre de 2006, 13:44 COT
Hola, Thilo.
Pues, en Marte, jamás podrá existir vida (ni soñemos con irnos para allá.
En Marte, efectivamente hay agua congelada pero el agua que hay allá, es peróxido de hidrógeno (H2O2, perdón por los números, pero no sé como cambiarles el tamaño de letra), para hablar en un lenguaje más sencillo, ese peróxido, se conoce acá como Agua Oxigenada (La del cabello) está agua es altamente oxidante y esos oxidantes, provocan descargas eléctricas y radiactivas en la superficie de Marte.
El Peróxido de Hidrógeno (Agua Oxigenada), es letal para cualquier tipo de vida, ya sea animales, hombre y microorganismos…
Marte es inhabitable…
Saludos
viernes 13 de octubre de 2006, 15:29 COT
Jaime: muchas gracias, y por supuesto, procuraré ser más didáctico en el futuro. Usted como docente, y amante de la cultura vallenata, debe saber igual que yo la diferencia que hace un texto (o una clase) con y sin estas importantes cualidades. GRACIAS
Marsares: Gracias por apoyarme, y claro, eso de ser un equinoXio como que le obliga a uno a trabajar más meticulosamente. Estoy muy contento con mi columna. Gracias, de nuevo.
Álvaro: Gracias por visitarme, y claro, usted viviendo en Noruega me imagino que está al tanto de todas estas investigaciones de las capas glaciares. Aparte de eso, y del frío, me imagino que hay por allá unos paisajes espectaculares. Ojalá nos regales unas fotos un día de estos. Un saludo.
Camilo Andrés: Aunque el término agua “es mal utilizado” desde el punto de vista de la química con mucha frecuencia, los hallazgos se refieren específicamente al H2O. La NASA es muy meticulosa en esas cosas. Por otra parte el peróxido de hidrógeno del cual hablas es muy inestable, por ende tiende a “oxidar” los compuestos con los que entra en contacto, de ahí sus propiedades antisépticas. Es probable que haya H2O2 disuelto en el H2O, para ser más precisos. Adicionalmente no todos los organismos son suceptibles: Hay algunas especies de animales que lo producen como defensa contra las infecciones bacterianas: una de esas especies es el hombre. Los macrófagos (células que digieren bacterias y células muertas, micosis, entre otros desechos) poseen enzimas llamadas peroxidasas. Ahora, es cierto que en exceso, las peroxidasas producen un pool sobrante de radicales libres, por llamarlo de alguna manera, y puede haber daños tisulares (del tejido y sus células), ahí si, por eso debemos consumir mucha vitamina C (antioxidante).
Gracias por permitirme ampliar este aspecto.
EN GENERAL RECOMIENDO A TODOS LOS INTERESADOS EN EL TEMA LEER ESTE OTRO ARTÍCULO (EN ESPAÑOL) MUY SENCILLO, QUE HABLA DE MUCHAS COSAS INTERESANTES. GRACIAS
http://axxon.com.ar/zap/250/c-Zapping0250.htm
viernes 13 de octubre de 2006, 15:33 COT
NOTA: el peróxido se halló en la atmósfera, según el artículo recomendado. Por lógica en los polos debe condensarse una parte, para luego congelarse.
domingo 15 de octubre de 2006, 12:58 COT
Leerte hoy domingo, es como viajar con Julio Verne y mirar más allá del más allá. Ese reencuentro con Marte se me torna misterioso pero haces que vea un espacio atractivo. Esperaré el próximo viaje.
La tecnología ha avanzado y seguirá, no creo que nos toque saber si realmente hay vida o no… es un proceso lento.
Ah!! Me encanta la vitamina C. La seguiré ingiriendo, ¡por supuesto!
(Gracias por el enlace)
Recibe un abracito!
domingo 15 de octubre de 2006, 14:10 COT
Hola, Thilo
Gracias por tu oportuna respuesta. Leí el artículo, muy interesante.
domingo 15 de octubre de 2006, 20:28 COT
Hola Lully: Pues me siento más que halagado. Estoy de acuerdo en que encontrar vida en Marte será difícil, en mucho tiempo. Gracias por el abrazo, ya te lo estoy devolviendo…
Hola Camilo Andrés: Gracias a tí por leerme, ni más faltaba. Por aquí a tus órdenes.
lunes 16 de octubre de 2006, 20:32 COT
Hola, Thilo. Delicioso tu artículo.
Una de las discusiones sobre la posibilidad de que haya o no vida en otros planetas gira alrededor de lo poco probable que es que haya vida inteligente, es decir, especies similares o equivalentes a la humana, en otro lugar del cosmos. Ésto, debido a la sumatoria de factores como la atmósfera terrestre(la capa de ozono, la presencia de agua y el oxígeno, entre otros) y como los evolutivos, que, ¡por puro azar! han derivado en todas las formas de vida que pueblan la tierra y, específicamente, en la anatomía y el cerebro humanos. Por ley de probabilidades y por ensayo y error, cada una de las mutaciones genéticas exitosas para la supervivencia que fueron transformando a nuestros antepasados hasta derivar en el Homo Sapiens ha sido exactamente como el número ganador de una lotería; por ley de probabilidades, cada ser vivo también lo es. Esto también se aplica a todas las otras formas de vida que existen en la tierra.
Un abrazo virtual.
martes 17 de octubre de 2006, 00:06 COT
Hola Markota!!!
Completamente cierto todo lo que dices. Lo más determinante podría ser la cuestión de la probabilidad. Carl Sagan en su libro COSMOS hace algún cálculo infitesimal, de la probabilidad de la existencia de la tierra, y sus conclusiones son parecidas a las tuyas. Pero dice después de calcular un número con muchos ceros, “y sin embargo existe” (la tierra).
La otra paradoja es que algunos biólogos han planteado la posibilidad de que las mutaciones no son espontáneas al estilo darwiniano, sino que éstas están también programadas, lo cual es casi imposible de demostrar (obviamente lo contrario también lo es).
Y para mí el punto más relevante es que todavía no hemos hecho muchos descubrimiemtos científicos, algunos de los cuales podrían contradecir lo actual. Nos tenemos que basar en lo que es tangible y observable, pero habrá misterios que ni siquiera hemos descubierto.
Si en 1900 alguien hubiera planteado que llegaríamos al espacio 60 años despues, y quie lo haríamos a velocidades de 50.000 km por hora, lo hubieran encerrado en el manicomio, o lo hubieran puesto a escribir libros de ciencia ficción. ¿Sería el caso de Julio Verne?
Un abrazote, gracias por venir, y todo.
THILO
martes 17 de octubre de 2006, 10:00 COT
¿Las conclusiones de Carl Sagan parecidas a las mías?… Gracias. Tal vez las mías a las de él…
Nuestros investigadores científicos, a pesar de todo lo que han descubierto, no han develado casi nada, de todo lo que guarda el universo, Thilo, estoy de acuerdo contigo. Habrá misterio que no hemos descubierto y que jamás descubriremos porque nuestro cerebro es limitado y subjetivo.
En cuanto a la posibilidad de que haya mutaciones programadas, suena interesante. Me da un poco de temor que esta teoría guarde alguna connotación de tipo ideológico. ¿Esto tal vez forma parte de la teoría de la evolución de los creacionistas?
De otro lado, lo increible es que tal vez no tenemos que devolvernos hasta 1900. En este momento me pregunto qué habría pasado si yo, basándome en mi vida cotidiana, hace solo 30 años me hubiera acostado por la noche, con el conocimiento de ese entonces, con la tecnología de ese entonces, para despertar súbitamente en el mundo de hoy… creo que entraría en un verdadero shock. El salto en ese período de tiempo ha sido vertiginoso, por poner solo un ejemplo Juliovernesco.
Un abrazo.
viernes 20 de octubre de 2006, 12:06 COT
[…] Artículo anterior: Buscando un nuevo hogar (primera parte) | […]
lunes 10 de septiembre de 2007, 22:56 COT
[…] inexistencia de agua. El agua si parece ser una constante necesaria e ineludible para la vida. Pero agua ya se descubrió en Marte, y hoy en día nadie lo cuestiona, aunque en el pasado las discusiones al respecto suscitaran […]
lunes 29 de octubre de 2007, 22:22 COT
[…] eso intuyó que de haber vida en dicho planeta, debería estar cerca de una fuente de agua, pero a salvo de la letal radiación […]
martes 4 de diciembre de 2007, 18:06 COT
seria interesante si existieran pruebas contundentes de la existencia de vida extraterrestre y saliera a la luz publica para saber de una vez por todas que no estamos solos en el universo
mircoles 5 de diciembre de 2007, 09:10 COT
Alonso: sería simplemente espectacular, y de consecuencias imprevisibles para tanto fanatismo religioso que hay por ahí. Saludos.
martes 29 de enero de 2008, 06:06 COT
Personalmete creo que la evolucion esta programada, en al adn, que fue programado por “seres” lejanos.
Si decidiecemos conquistar el universo que forma mas economica que enviar millones de meteoritos con supermicrobios, capaces de transformar un mundo y hacerlo agradable, parecido al nuestro.
No estoy seguro de que seamos el último eslabon de la evolucion, pero seguramente el último peldaño nos mostrara a nuestros creadores.
martes 29 de enero de 2008, 06:44 COT
Incrédulo: Esa es una hipótesis científica muy válida en mi opinión, y la única hipótesis científica que puede desafiar la teoría evolucionista de Darwin, pues las demás teorías que tratan de opnérsele, tienen poco o ningún hacidero científico. Gracias por comentar. Saludos.