Blog y diarrea
Columnas > El rincón de VopaPor Vopa
jueves 1 de febrero de 2007 20:12 COT
La sensación urticante en el bajo vientre esa triste mañana me anunció lo inevitable, o mejor, lo incontenible. Y la necesidad urgente de correr al baño y sentarme tembloroso en el blanco trono a sentir que la vida, como un chorro de savia, se me va, se me iba, se me fue, me lo confirmó. La urgencia coprológica me asaltó una y mil veces, en el día, en la noche, a la madrugada… En fin.
No cabía duda: afrontaba mi martirizado cuerpo una insufrible diarrea que mi mujer no podía contener con ninguna de los potajes oscuros e intragables que me traía casi cada media hora. Tampoco la paraba mi renuencia a probar bocado, porque sabía que era, literalmente, arrojar la comida a la letrina. Ni siquiera las pastas de Pangetan que mi hermana elogió como la octava maravilla del mundo pudieron con ella. Mi estomago era un dique roto.
A los tres días, ojeroso y escuálido, sumido en un sopor parecido al de la muerte, decidí acudir a mi viejo medico de cabecera, aunque ahora necesitaba sus servicios para una zona diferente a la cabeza. Me miró con sus ojos sabios, me auscultó en un silencio respetuoso y finalmente dio su científico diagnóstico con una sonrisita socarrona: “Ud. lo que tiene es una diarrea la verraca”. Bueno, por esa clase de sabiduría es que es mi médico de cabecera.
Mientras buscaba con afán una vena para insertar la agujeta del suero hidratante me preguntó, como al descuido: “¿Todavía escribe en el blog?” La pregunta me sorprendió porque se me había olvidado que habíamos hablado antes sobre el tema, pues para mi ser blogger es una cuestión, digamos, un poco avergonzante. “Si, médico, todavía…”, le contesté con voz de mártir, preocupado más por la docena de pinchazos que había recibido en búsqueda de la dichosa vena.
“Ajá”, dijo, aunque supongo que fue porque al final encontró un milímetro de vena en la mitad de mi adolorido brazo izquierdo. Después, rompiendo el silencio sobreviniente al conteo del líquido transparente que escurría lentamente de la bolsa de suero hasta mi cuerpo, carraspeó un poco y dijo: “Pero, no he visto que escriba últimamente”. Lo miré aún más sorprendido: Resulta que no sólo recordaba lo del blog sino que resultó hincha del mismo. Al menos, pensé ingenuamente, la consulta podía salirme gratis.
“Ay, doctor, es que ¿con esta diarrea quién escribe?”, le dije forzando una sonrisita estúpida. El hombre me miró serio por un instante, pero después volvió a su sonrisa de siempre: “Cierto”. Y siguió con sus quehaceres de médico, garrapateando en su libreta cosas misteriosas y larguísimas, que aumentaron, de paso, mi nerviosismo de enfermo.
Después del suero y un dolorosísimo pinchazo en la nalga izquierda (¿Por qué será siempre la izquierda la chuzada? Hasta parece una metáfora política) me despedía del galeno, no sin antes desembolsar, completico, el valor de la consulta. Bueno, también por eso es mi médico: sabe distinguir, como nadie, entre la admiración por el paciente y el negocio, m’hijo, el negocio.
Cuando ya nos dábamos el apretón de manos final en la puerta del consultorio me dijo, con su mejor sonrisa, o al menos, la más socarrona: “Bueno, yo creo saber por qué la diarrea no lo deja escribir”. Otra vez me sorprendió: “¿De verdad? ¿Por qué?” Y ampliando la sonrisa me contestó: “Simple: lo que pasa es que se le está saliendo por el culo la materia prima de su blog”.
¿Ya les había dicho que es por esa clase de sabiduría que es mi médico de cabecera? Bueno, en todo caso ya estoy curado y he vuelto escribir en el blog. Entonces, mi sabio médico tenía razón.
jueves 1 de febrero de 2007, 22:18 COT
Tan querido el doctor. Pero aún así lo lee, lo que me hace pensar que es proctólogo.
jueves 1 de febrero de 2007, 23:16 COT
Muy, muy bueno.
viernes 2 de febrero de 2007, 00:04 COT
Muy buen post.
Vopa en el país de la diarrea ¿Ud cuándo volverá a reactivar su blog? Una carta desde cali, por ese blog es buenísimo.
domingo 4 de febrero de 2007, 10:32 COT
Excelente crónica autodeprecatoria, Vopa. Llena de ironía y humor.
domingo 4 de febrero de 2007, 14:19 COT
No seria el doctorcito un especialista del lenguaje? La línea que separa la
logorrea de la diarrea verbal es a veces muy fina …
Buen ejercicio de auto escarnio, gracias 🙂
martes 6 de febrero de 2007, 06:25 COT
A Patton:
Bueno, la sabiduria de mi medico alcanza para todo, hasta para ser eso que Ud. dice. Por eso mismo le voy a recomendar su blog, seguramente lo disfrutara. Saludos
A Sentido Comun:
Gracias, muchas gracias
A Cienfuegos:
Ya esta reactivado y Ud., por supuesto esta invitado nuevamente.
A Alvaro Ramirez:
Gracias por tu generoso comentario.
A Sandel:
Si, puede ser. La linea que tu mencionas es muy fina, tan fina que no se que sera logorrea, pero suena a enfermedad grave. Ah, y no se me habia ocurrido que fuera autoescarnio. Buena palabra. Saludos.