[CÍNEC™ bajo la lupa] Spirit: la peor película de CÍNEC™
Columnas > Cómic en serioPor Doctor Comic
mircoles 2 de diciembre de 2009 8:46 COT
Bueno, esto era inevitable, si algo de lo que me precio es de mantener coherencia en las barrabasadas que escribo y como el artículo anterior lo dediqué a la que consideré la mejor película de cínec hecha en los últimos tres años, pues le toca el tristemente célebre lugar al hueso más estrepitoso producido en este mismo lapso de tiempo.
Dirán los poco conocedores acerca del tema que hay muy poco de dónde escoger entre lo que se produjo de cínec en los últimos tres años, que antes se han hecho películas peores o que se podría beber directamente del género “serie B” para sacar alguna película machetera… pero hay que ser honestos en todos estos frentes.
En primer lugar, la cantidad de cínec producida en los últimos tres años ha sido tan alarmante que no es de extrañar que comiencen a escasear los superhéroes para llevar al cine. Un rápido listado resulta abrumador: Increíble Hulk, Ironman, Hellboy II, Spirit, 300, Watchmen, Batman: The Dark Knight, Fantastic Four 2, Wolverine, Ghost Rider y súmense a estas las que no han llegado por acá como Punisher War Zone… en fin, cínec hay por kilos y sobre todo superproducciones, pero no todo lo que brilla es oro (Notará el lector que debido a esto último no incluyo la esperpentosa El man del puerco seudo-director Harold Trompetero).
Me lo pensé mucho para decidirme por la peor película, es más, mi disputa estuvo entre tres porquerías que me dejaron un pésimo sabor de boca y al final me quedé con aquella que me resultó más insultante con el personaje a adaptar, las nominadas fueron:
- Increíble Hulk: ya lo dije antes en este espacio, un desperdicio de continuidad, de guión, de actores, en fin
- Ghost Rider: porque no sé como pudo Nicholas Cage estar tan perdido con este personaje y cómo se pudo desfigurar tanto una historia que tenía todo para ser un éxito
- Y por último la ganadora en este circuito de bazofia:
SPIRIT
En este instante más de un fan de Frank Miller estará pidiendo mi cabeza desde su computador (mientras que los fans de Will Eisner me apoyarán desde la clandestinidad) pero como siempre he hecho, voy a diseccionar esta arbitrariedad aparente para demostrar que si algo puede ser denominado como catástrofe adaptativa haya sido esta birria de película.
Para que la cosa quede clara desde el principio quisiera anexar a continuación ciertas apocalípticas palabras que reseñé hace un tiempo acerca de este film antes de verlo:
Antes que nada hay que remitir al lector para que consulte la biografía de Will Eisner y luego puede darse a la tarea de buscar los cómics de The Spirit en internet. ¿Por qué esta recomendación previa? Pues sencillamente porque estoy seguro de que el 90% de la población mundial no sabe quién carajos es The Spirit. Algo injusto si se tiene en cuenta que Spirit haya sido quizás uno de los mejores cómics de autor jamás concebidos y que su creador sea ni más ni menos la leyenda más grande en la historia del arte secuencial (es más, el término de "arte secuencial" se lo debemos a él).
Dirán los más mentecatos seudointelectuales del mundo cómic que sí saben quién es Spirit, y dirán que se las saben todas… Hmm, si usted, lector desprevenido, tiene la desgracia de contar con amigos de tal calibre pues pregúnteles qué opinan de los cortos del próximo estreno y así podrá bajarlos de su pecueco pedestal. Es tan simple como lo que sigue: si le dicen que está “genial” o que se ve “una chimbita, parce”, ríaseles en la cara tranquilo, pero si dicen que se ve bastante alejada del cómic original, entonces présteles atención.
El grandísimo problema que veo con esta adaptación se mueve en varios ámbitos, el primero de ellos es el estético. Por ese lado nadie discute que Frank Miller es un maestro en el manejo del claro-oscuro, que se fajó como codirector en las adaptaciones al cine de sus propias obras Sin City y 300 y que además es uno de los más grandes fanáticos de Spirit y de Will Eisner… pero siento que aquí se le fueron las luces en todo sentido.
Esta nueva versión de Spirit (ya se intentó una en los 80, de peregrina calidad), se transforma más en un estilo de claro-oscuro tipo Frank Miller que tipo Will Eisner (¿ven?, por eso les sugería leer los cómics de Spirit antes de leer esto). Will Eisner no solo era un dibujante de increíbles dotes, sino que dotaba a cada sombra en la viñeta de una vida propia, las calles que dibujaba, los personajes y sus rostros macilentos y las perspectivas que usaba eran simplemente alucinantes.
Veo los cortos de esta película y siento un vacío de todo eso… mucha bala, mucho grito y demasiado ruido visual y sonoro para un cómic tan barroco y elegante como el de Eisner. Pero bueno, la pérdida notable de elegancia en el cine ya es pan de cada día, si no vean al nuevo James Bond (a ese petardo ‘jetitieso’ le tengo reservado capítulo aparte). Me parece que Miller ha descuidado mucho del estilo gráfico de Eisner por lucir el suyo propio… es prácticamente como asistir a la secuela de Sin City, que entre otras cosas nada que se deja ver.
The Spirit fue un héroe de los cuarenta, su trascendencia en el vulgo contemporáneo es casi nula, pero su influencia en todos los grandes creadores del cómic se ha sentido durante décadas. Will Eisner nunca estuvo de acuerdo con una adaptación de su obra al cine, tal vez porque sabía que era un reto visual y argumental que hasta a él le quedaría grande.
La magia de The Spirit reposa en sus tramas, historias cortas y por lo general autoconclusivas en la bobadita de 6 páginas, piezas únicas donde por encima de la acción destacaba una trama plagada de fino humor negro, y que se encontraban dotadas de vida propia. De lo que se ve en el corto (la palabra “trailer” me suena tan mañé), hay una sobredosis de chiste flojo y diálogo recurrente, pero bueno, habrá que verla para despejar las dudas y de paso deleitar el ojo porque, eso sí, hay casting para rato con las femmes fatales de la mano, la pierna y todo lo demás con esas muñecas de Paz Vega, Scarlett Johanson y Eva Mendes.
Tres meses después de publicar estas dulces palabras pude verla con todas las de la ley (léase bajada de Internet pues las taquillas de los cines se lo comen vivo a uno). Entonces resultó que casi no tenía nada que agregar, esta versión de Miller es absurda desde todo punto de vista, le quita todo el misterio al villano Octopus, antagonista por excelencia de Spirit y lo transforma en un mamarracho ridículo (qué pena con Samuel L. Jackson pero lo hizo pésimo, y si así va a hacer a Nick Furia que lo deje quieto por el amor de Dios).
Por otra parte el guión es tan chapucero que empieza con lo que podría ser el final, confrontación héroe-villano, cartas destapadas desde el comienzo, excusas que rayan en lo vulgar para mostrarnos el culote de Eva Mendes y un discontinuo tiempo-espacio que nos ubica en una ciudad de los cuarenta con videocámaras e internet.
Seguido de estos desfases vienen unos monólogos latosos de Spirit con un gato que no vienen a nada y la incesante presencia de un gordo bobazo clonado hasta el delirio queriendo hacerse el gracioso sin lograrlo durante toda la historia… ¿De dónde salió personaje tan cargante? Lo ignoro, pero si con eso buscaban ponerle “el humor” al asunto no funcionó.
¿Que se puede rescatar de este bodrio? El casting de femmes fatales, obviamente, divinas todas; un seudo-interesante manejo de Lorelei Cox y Plaster de Paris (lean el cómic y sabrán de qué hablo) y uno que otro diálogo con el comisionado Dolan… pero todo esto queda aplastado por grotescos monstrencos, alusiones absurdas al manga japonés (¿A qué cuento viene eso en un cómic netamente gringo? Se lo dejo a los intelectualoides que encuentran diamantes hasta en la basura) y si las locuras estaban servidas no podía faltar un negro nazi. Es más, en el cómic jamás se supo quien era Octopus, solo se veían sus guantes blancos y sus brazos… fue como cuando mostraron de una la cara del doctor Claw (Garra) en ese otro hueso del Inspector Gadget.
Y la cúspide de la imbecilidad: tratar de explicar con cuentos de manipulación genética la resistencia de Spirit y para colmo vincularlo con Octopus como su creador (“I am your father, my son”… ¿este recurso les suena de alguna parte?), un desmadre de ideas que no van a parar a ningún lado pues la esencia de la trama de Spirit se pierde totalmente.
Preguntará el despistado lector: ¿Y cuál es dicha esencia? Bueno, la respuesta la puede encontrar fácilmente quien se sumerja juiciosamente en la lectura de los más de 52 cómics que dibujó Will Eisner acerca de Spirit, pero que se resume en lo siguiente:
Spirit no es un cómic de héroe como tal, es un cínico e irónico retrato de la sociedad, del bajo mundo, del pillaje y el engaño, es una moraleja constante de los actos y las consecuencias, siempre cargado de un fino humor y una pincelada de macabro gusto por el misterio. En resumen, un cómic inteligente, de dibujo impecable, con el potencial de hacerte reír sin ningún chiste flojo o de ponerte a pensar sin necesidad de agotadores monólogos.
Para concluir diré pues que Frank Miller como codirector lo hace muy bien, pero debería quedarse ahí… pues a la hora de adaptar algo que no es suyo ha caído en el error craso de arruinar un personaje tan rico en matices para mostrarnos algo que no es honesto, nos priva del verdadero Spirit de Will Eisner y nos trata de vender su propio Spirit que es realmente estúpido.
Clasificación: película recomendada para personas mayores de 18… meses
viernes 1 de enero de 2010, 16:16 COT
Totalmente deacuerdo, la basura mas grande que he visto, el guión parece escrito por un niño de 7 años, da vergüenza.