¡Ah, vida triste! (parte 2)
Columnas > Con los taches arribaPor Rafa XIII
jueves 27 de agosto de 2009 4:10 COT
Nos fregamos con j… Así como en el semestre pasado, la participación colombiana en la Copa Libertadores por parte de América, Independiente Medellín y Boyacá Chicó fue lamentable, por cuanto todos fueron eliminados en la fase de grupos, ahora, en la segunda parte del año, los dos representantes nacionales en la Copa Suramericana, Deportivo Cali y La Equidad, hicieron lo propio y quedaron al margen del torneo en sus respectivas series de ida y vuelta ante Universidad de Chile y Unión Española.
Cali: Un buen equipo no es solamente 11 jugadores costosos
El cuadro azucarero es la demostración patente de este viejo adagio del fútbol. No basta con tener una gran infraestructura organizacional, que es ejemplo para los demás “clubes” del país, ni tener el estadio más bonito de Colombia (aunque todavía no lo inauguren oficialmente), ni tener en sus filas a muchos de los futbolistas de más nombre y cuyos honorarios son bastante altos. Lo más importantes es que estas estrellas jueguen.
Formar un equipazo no es no más ponerles el mismo uniforme a once hombres y dejarlos que hagan lo que quieran en la cancha. Esto (se supone) lo debe saber de memoria el técnico verdiblanco, José Eugenio Cheché Hernández, que ya ha sido toreado en muchas plazas y tiene una experiencia de más de diez años en el banco como DT. Al Cali le faltó jerarquía en su juego de ida para mantener un resultado que era magnífico, pues con gol de Sergio Herrera ganaba como visitante en Santiago y tenía el camino expedito para clasificar a octavos de final, rematando en casa. Pero en menos de seis minutos, la U de Chile le dio vuelta a la situación y se fue ganador de los primeros 90. El marcador 2-1 en contra, aunque era una derrota, no era tan malo de todas maneras, pues el gol visitante seguía favoreciendo al Cali, porque ganando 1-0 en el Pascual Guerrero también clasificaba a la siguiente ronda.
Pero no fue así. Aunque insistió en varias ocasiones frente a la portería austral, defendida por Pinto, el gol de los verdes nunca llegó, y más bien, en un contraataque mortal, los chilenos consiguieron la anotación que sentenció la serie por intermedio de Montillo. Si el Cali quería seguir con vida, ya no le bastaba un gol sino tenía que hacer dos para forzar a los penales y tres para pasar directamente, empresa que, faltando menos de 20 minutos para el pitazo final, se hizo imposible.
Equidad: Una cosa es en Techo y otra en el extranjero
A favor de La Equidad hay que decir que esta era la primera vez que el joven equipo participaba en un torneo internacional, y por lo tanto su experiencia copera era nula. Sin embargo, su técnico, Alexis García, es un tipo de recorrido en canchas nacionales y extranjeras, comoquiera que fue campeón de la Libertadores de 1989 con Atlético Nacional e integrante de la selección de mayores en las eliminatorias a Italia 90.
Otra cosa que le hizo daño a Equidad fue el cambio de estadio. Tal como le pasó a Chicó el año anterior cuando jugó la fase inicial de la Libertadores ante Audax Italiano en El Campín de Bogotá, y no en su habitual escenario de La Independencia en Tunja, el onceno asegurador debió trasladarse también al estadio de la 57 por exigencia de la Conmebol. La Equidad se ha hecho muy fuerte en el Metropolitano de Techo, pero en El Campín, con muy poco público, quedó como si estuviera de visitante.
El marcador 2-2 en Bogotá dejó a Equidad más afuera que adentro, porque recibió dos goles de Unión Española, y debía saltar a la cancha del Santa Laura sabiendo que había dos empates que ya no le servían, pues el 0-0 y el 1-1 clasificaban directamente al club chileno. Equidad tenía que salir a ganar y aunque al inicio le puso ganas, sus ilusiones se hicieron añicos muy temprano, porque antes de los 20 minutos ya perdía 1-0, con gol del atacante Mario Aravena, de tiro cruzado.
Además de grueso, hinchado. Perdiendo como estaba, y a los 30, Córdoba es expulsado por una falta violenta sobre Resende. De ahí en adelante hubo festival de zapato, casi hasta el final del juego, que se volvió aburridor y que por pasajes recordaba el nivel de la difunta Copa Conmebol, en la que llegaron a figurar equipos de tercer y cuarto nivel de los países miembros de la CSF. Cuando ya restaba poco tiempo y el milagro no iba a ocurrir, Soto se fue anticipadamente a las duchas, por doble tarjeta amarilla.
Se cierra así un año nefasto para los clubes colombianos en los torneos de la Confederación Sudamericana de Fútbol. Hacía mucho tiempo, desde 1984, para ser exactos, en que ningún equipo de nuestro país clasificaba a las fases decisivas de las competiciones internacionales.
jueves 27 de agosto de 2009, 04:13 COT
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