Ella sa cansao de tirar la toalla se va quitando poco a poco telarañas no ha dormido esta noche pero no esta cansada no mira ningún espejo pero se siente to’ guapa. Hoy ella sa puesto color en las pestañas hoy le gusta su sonrisa, no se siente una extraña hoy sueña lo que quiere sin preocuparse por nada hoy es una mujé que se da cuenta de su alma.
Hoy vas a descubrir que el mundo es sólo para ti, que nadie puede hacerte daño, nadie puede hacerte daño, hoy vas a comprender que el miedo se puede romper con un sólo portazo. Hoy vas a hacer reír porque tus ojos se han casao’ de ser llanto, de ser llanto, hoy vas a conseguir reír tanto de ti y ver que lo has lograo’ que…
Hoy vas a ser la mujé que te dé la gana de ser Hoy te vas a querer como nadie ta sabio queré Hoy vas a mirar pa’lante que pa atrás ya te doy yo bastante una mujé valiente, una mujé sonriente mira como pasa Hoy nasió la mujé perfecta que esperaban ha roto sin pudore las reglas marcadas Hoy a calzado tacone para hacer sonar sus pasos Hoy sabe que su vida nunca mas será un fracaso
Hoy vas a descubrir que el mundo es sólo para ti que nadie puede hacerte daño, nadie puede hacerte daño Hoy vas conquistar el cielo sin mirar lo alto que queda del suelo Hoy vas a ser feliz aunque el invierno sea frío y sea largo, y sea largo… Hoy vas a conseguir reír tanto de ti y ver que lo has logrado…
Ella – Bebé
Ser mujer
Cuando se me habló de escribir un artículo alusivo a la mujer como parte del homenaje que equinoXio hace a las mujeres del mundo el 8 de marzo día que se ha declarado internacionalmente para ella, pensé en mil cosas: cáncer de seno, la incursión de las mujeres latinoamericanas en la política, la violencia femenina, mujeres deportistas, mujeres víctimas de la violencia, mujeres cabezas de hogar, viudas etc, etc, etc.
Tenía tanto en la cabeza y quería decir tantas cosas. Este es un tema que me apasiona y que me llena de vehemencia; pero es precisamente por ese motivo que soy cautelosa y no me dejo llevar por mis impulsos. Así que tomé la decisión de escribir sobre mí, sobre mi “mujería”, mi feminidad, sobre cómo soy yo como mujer y lo que pienso de la mujer.
Desde pequeña escuché las diferencias entre las mujeres decentes y las “otras”. Las mujeres decentes –como yo- llegaban temprano a casa, pedían siempre permiso, se vestían recatadas, no iban nunca a la casa de los hombres y menos si estaban solos, mucho menos les hacían llamadas. Las mujeres decentes no se andaban besuqueando en cualquier parte con un chico –menos con una chica-, no se dejaban tocar y ni pensar de relaciones sexuales, eso se dejaba únicamente como medio de reproducción y cuando uno ya hubiera escogido –y amarrado- al padre de sus hijos.
Crecí yendo a la Iglesia, pensando en que me casaría, tendría hijos, sería una buena madre y les daría buen ejemplo. Soñaba con un hogar bonito, un esposo perfecto y una vida cómoda, porque pensaba que así era como debía ser y que además así eran los hogares “normales”.
Ahora pienso que no quiero ser una buena madre –ni siquiera mala-, que no quiero casarme ni tener hijos ni darle buen ejemplo a nadie; que quiero usar faldas cortas, escotes, pintarme los labios, ser coqueta, no ir a misa, llamar a los chicos cuando quiera, besarlos cuando se me antoje e irme a la cama con ellos si así me provoca. Porque la visión de mujer que me enseñaron y la que veo a diario en las mujeres de mi vida, no sólo no me gusta, sino que además está equivocada. Es limitante, restrictiva, castrante y sobretodo carcelaria y esclavizante. [sigue…]