Por Brigitte*
Yo vivo en Provenza, al sudeste de Francia. Es una tierra de tradiciones, rica en símbolos, y la Navidad es una fiesta que tiene una gran importancia, sobre todo en los pueblos.
Esta fiesta se prepara con mucha anticipación. Todo comienza el 4 de diciembre y termina el 2 de febrero, este es el periodo conocido como Calendale (de calèndo, "navidad" en lengua provenzal). El 4 de diciembre, pues, es el día en que se siembran tres semillas de maíz o de lentejas. Si los tallos crecen derechos y verdes, las futuras cosechas serán buenas.
Luego, estos pequeños "campos" en miniatura decorarán el pesebre y la mesa de la "gran cena" de Nochebuena (ver más abajo).
El pesebre (la crèche)
La tradición del pesebre fue importada desde Italia por los franciscanos y antes se encontraban en las iglesias en tamaño natural, pero durante la Revolución (Francesa) se cerraron las iglesias y los particulares, afectados por dicha prohibición, hacen los pesebres en sus casas, a un tamaño más modesto. Para esto, se reconstruye el pueblo en miniatura colocando los personajes y se fabrica alrededor una escena de musgo, madera de olivo, lavanda y hierbas secas.
En provenzal, lou santoun significa "pequeño santo". Originalmente era una figurilla en arcilla pintada hecha en moldes. Hoy, no sólo se encuentran santouns como los originales pintados por artistas en talleres reconocidos, sino también santouns vestidos por maestros (maîtres santonniers).
Entre estos personajes del pesebre, de forma humana, se reconocen los habitantes del pueblo, los oficios antiguos o actuales (pescador, panadero, pastor, etc.) o un rango social (cura, maestro, alcalde, médico) sin olvidar los animales de la granja, como las ovejas y las cabras, particularmente.
Existen numerosos talleres de santouns. Algunos se han hecho muy famosos y son muy buscados. Los santouns permanecen en la familia y pasan de generación en generación. Los niños y la familia preparan y crean la escena del pesebre. Cada año la colección familiar crece con compras en los mercados navideños.
Durante todo el mes de diciembre, se establecen estos mercados en ciudades y pueblos. Se encuentra todo lo necesario para preparar la fiesta y, sobre todo, la "gran cena", así como los adornos, el queso, el jamón, el pavo, el foie gras y los 13 postres. Estos mercados son alegres y animados, punto de encuentro donde se degustan entre amigos las castañas cocidas y el vino caliente con canela.
La gran cena (gros souper) del 24
A la comida de la noche del 24 de diciembre se le denomina "gran cena" (gros souper). En realidad es una comida pequeña, sin carne, mientras llega la misa de medianoche.
La mesa se cubre con tres manteles; 12 panes redondos y uno más grande se colocan en el centro de la mesa, simbolizan a Cristo y sus apóstoles. Según la familia, la cena se compone de pescado y legumbres locales y termina con queso de cabra. Anteriormente un lugar quedaba vacío para el pobre o el visitante ocasional o forastero.
Al final de la cena, se doblan las esquinas de los manteles, se supone que las almas de los seres queridos ya fallecidos vienen a visitar la mesa antes de la misa de medianoche.
Al regresar de la celebración de la natividad se colocará el niño Jesús en el pesebre. La mesa será servida y engalanada para colocar los 13 postres. Sobre la mesa se hallan los 3 manteles blancos, 3 velas que simbolizan la Trinidad, algunas figuras del pesebre (santouns), las 3 tazas de trigo germinado y, claro, los famosos 13 postres: pasteles, turrón blanco y turrón negro, almendras, nueces, higos, uvas, dátiles, manzanas, naranjas, melón verde, galletas y dulces esperan por los golosos.
Los frutos secos llamados los 4 mendigos, simbolizan por colores los vestidos de las cuatro primeras órdenes religiosas mendicantes: carmelitas, franciscanos, agustinos y dominicos; son ellos: almendras, higos, nueces y pasas.
Una tradición final que se pierde pero que me gusta ver viva en mi casa es la "vela de navidad en mandarina" (bougie de Noël en mandarine). Se toma una jolie mandarine (una variedad de mandarina común en Niza), se posiciona una pequeña grapa cerca de la parte inferior. Se hace una incisión horizontal en la cáscara, en medio se le da toda la vuelta a la fruta sin tocar la pulpa. Se desprende la cáscara de la parte baja, delicadamente, y se retira, asegurándose de mantener el eje central blanco, que servirá de 'mecha' (lo sé, es difícil). Se vierte un poco de aceite de oliva dejar la "mecha" natural impregnarse y encenderse.
Concluiremos con una receta bien sencilla.
El masapán (Le massepain)
- 125 gramos de polvo de almendras
- 375 gramos de azúcar en polvo
- 50 gramos de miel
- 4 claras de huevo
En una ensaladera se mezclan el azúcar en polvo y el polvo de almendras, se agregan las claras de huevo y la miel. Se trabaja esta mezcla con una espátula hasta obtener una pasta consistente, lisa y homogénea. Se cubre una bandeja de hornear con papel de cocina, se colocan pequeños círculos de masa con una manga pastelera. Se calienta a fuego medio durante 8 minutos.
*La autora es dueña del blog Melrose Café. Entrada traducida del francés por Julián Ortega Martínez