La verdadera historia de la Banca de Oportunidades llamada a ser el motor del desarrollo microempresarial y de cómo se desdibujó hasta convertirse en el crédito más costoso del sistema financiero.

Es probable que los monetaristas de la Junta decidan nuevamente aumentar las tasas de interés para controlar la inflación; si es así, es necesario que cada colombiano tenga en cuenta los siguientes consejos para enfrentar la eventual recesión que se viene.

Hablando de marchas y expresiones civiles de descontento, es necesario mostrar y señalar de manera contundente la inconsecuencia y la doble moral del pueblo colombiano.

Es necesario que se baje la fiebre por el gasto militar, y se encaminen políticas reales que lleven a Colombia a disfrutar de paz, por la vía política y no bélica. De lo contrario, así el Presidente se reelija otras 10 veces, y por Facebook se convoque a otras 10 marchas por cada cuatrienio, los estandartes de las FARC seguirán ondeando con el eslogan: “Desde Marquetalia hasta la Victoria, 80 años… ¡y contando!”

Hablando de Harakiris Políticos, algo que debe exponerse en cuanto foro y en cuanto periódico exista es que el PDA, de una manera olímpica, ¡la embarró! En medio del juego político y el tire y afloje de los Uribistas y el Polo Democrático Alternativo, en el momento en que al PDA le cayó la pelota en las manos, en vez de anotar el punto de manera contundente, lo que hizo fue dársela al uribismo para que éste anote y de paso, gane el juego indiscutiblemente.

El 4 de febrero será recordado como el día en que Colombia hizo las cosas de manera correcta y contundente; sin importar si se estuvo de acuerdo o no, y si se salió o no a marchar, la manifestación masiva del descontento civil, como principal herramienta contra la violencia, fue el gran vencedor ante el pensamiento bélico de los actores del conflicto armado interno.

Retomando la clásica contienda entre quienes abogan por la economía de mercado y los que prefieren una de planificación central, es necesario traer a colación muchos de los postulados con los cuales defender la intervención directa de la economía a la luz de la experiencia socialista en Venezuela.

En la presente coyuntura, lo prudente es dejar las herramientas monetarias quietas e intervenir más bien de manera directa en la economía para evitar la escasez.

Para entender la actual coyuntura económica, como en la película Volver al futuro, es necesario tomar el De Lorean (o un Renault 4, para aquellos costumbristas) y viajar al buen año de 1997.

La flexibilización del control de capitales implementada por el gobierno nacional deja el país a la voluntad de los inversionistas, quienes, por su mentalidad rentista, no son del todo unas “hermanitas de la caridad”.