¿Qué se está cocinando en la Fiscalía?
Estancias > PolíticaPor: Marsares
14 dAmerica/Bogota Septiembre dAmerica/Bogota 2009 0:32 COT
Después de la salida de Mario Iguarán, la Fiscalía General de la Nación está tomando rumbos que generan suspicacias. Sin mayores explicaciones, funcionarios convertidos en ejemplo por su lucha valiente y eficaz contra el crimen organizado han sido removidos de sus cargos o forzados a renunciar con traslados que no están acordes con sus funciones y capacidades.
Es cierto que cada quien debe trabajar con gente de su confianza y de ahí que las nuevas administraciones de cualquier institución traigan su propio equipo. Lo singular de este caso es que su actual titular, Guillermo Mendoza Diago, es un fiscal encargado hasta tanto se nombre el sucesor de Iguarán por la Corte Suprema de Justicia, por lo que resulta extraño que haga estos cambios que son tan transitorios como su gestión. No obstante, rumores hablan de que varios de los nombrados corresponden a cuotas de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia. La aclaración la necesita el país.
Pero ahí no paran las cosas. ¿Hay algo màs oscuro de lo que aparece? ¿Se está buscando enrumbar a la Fiscalía por caminos diferentes para favorecer determinados intereses? ¿Hay un plan orquestado para que la Fiscalía cambie su manera de administrar justicia? Aunque no hay respuestas claras a estos y otros interrogantes que se suscitan a diario, lo cierto es que la última decisión de Mendoza Diago genera una honda preocupación por lo que pueda estar gestando en pro de la impunidad.
Declarar la nulidad de todo lo actuado en el proceso que se adelanta contra los ex directores del DAS por las interceptaciones ilegales a personalidades del país no afines al Gobierno por errores protuberantes (debían tramitarse los casos por separado y por distintos procedimientos), que no cometería ni un estudiante de derecho y mucho menos fiscales con vasta experiencia, se ve más como palos en la rueda de la investigación que corrección de fallas procedimentales.
¿Es tal el nivel de incompetencia de la Fiscalía que hasta ahora nadie se había dado cuenta de esta nulidad de procedimiento? ¿O se cometen adrede los vicios para echar por tierra los esfuerzos de la justicia para llevar a las rejas a quienes delinquen en nombre de la democracia? Sabedores de lo que está pasando en el país, de los métodos que se están utilizando no sólo para permanecer en el poder sino para ocultar las maniobras que lo hacen posible, no es de extrañar que la larga mano del régimen que hoy está al frente del Estado, haya alcanzado a la Fiscalía.
La esperanza es que en la puerta del horno se queme el pan y estos intentos manifiestos por torcerle el cuello a la justicia naufraguen como los intentos espurios para instaurar un Estado autoritario en nuestro país.