¿Ganamos?
Eliminatorias Copa del Mundo Sudáfrica 2010 > EstanciasPor: Marsares
6 dAmerica/Bogota Septiembre dAmerica/Bogota 2009 20:15 COT
Luego de terminar el partido que Colombia le ganó a Ecuador por un cupo al mundial de fútbol de Sudáfrica, recordé una frase de Stanley Kubrick, el gran cineasta estadounidense: “No se consigue nada de valor sin sufrimiento”. Y vaya que se sufrió en este encuentro futbolero, empezando por la ansiedad de los delanteros. Atropelladamente, jugando más con corazón que con técnica, los primeros minutos arrollaron a Ecuador, la pelota iba a las nubes, se perdía cerca a la portería, se erraba en el último toque, desparramando las ganas por el campo.
Luego vino el derrumbe. El equipo se partió en la mitad del campo y Ecuador tomó el mando. Teófilo Gutiérrez, solitario, trataba de asociarse con Falcao, de nuevo voluntarioso pero errático, y un Giovanni Moreno que abandonó su papel de volante para irse arriba a anotar, contribuyó al cortocircuito.
Dicen que cuando las cosas están mal pueden resultar peores, y atrás, la defensa se diluyó con un Iván Ramiro desacertado y un Yepes brillando fugazmente. Para colmo de males, el baluarte de medio campo, Fabián Vargas, se lesionó el tobillo. El peor momento de Colombia. No sólo la victoria se veía lejana, sino que la derrota se presentía con las llegadas de Ecuador, manejando a su antojo la mitad de la cancha.
Teo, arriba, persistía desequilibrando, haciendo pases, uno de ellos exquisito, pero sin socios naufragaba su insistencia. Mientras, su pana del Junior, Giovanny Hernández, el autor intelectual de muchos de sus goles en el rentado colombiano, sentado en el banco veía desmadejarse a Colombia. Cuando entró al campo en el segundo tiempo demoró en adaptarse, pero al final comenzó con sus pases de profundidad a ponerles orden a sus compañeros, y un pase de éstos le llegó al recién ingresado Jackson Martínez para meter un gol de media distancia.
Con este resultado Colombia llegaba a 20 puntos, buen resultado aunque el enfermo seguía en cuidados intensivos. Pero llegó un marcador inesperado que siguió arreglándole las cuentas a Colombia. Perú, el colero de la eliminatoria, derrotó a Uruguay por la mínima diferencia, deteniendo a este rival directo de Colombia en 18 puntos.
Para rematar, un Moreno intrascendente hasta el momento realiza por la punta derecha una jugada de antología con su zurda, en varios pases adornados por la habilidad y la belleza mete un centro para que Teo, quien está en el sitio de los goleadores, a pocos metros del portero, desvía el balón con sutileza y marca el segundo gol en las cuentas de Colombia y sentencia el partido.
Ecuador y Uruguay detenidos, Venezuela pisando los talones con el valioso punto que sacó en Santiago y una Argentina humillada por un Brasil inmenso, apenas a dos puntos de Colombia, indicativo de que necesitada de triunfos no le va a hacer el favor a Uruguay como en el pasado y saldrá a arrollarlo cuando se enfrenten, marcan esta eliminatoria con datos que favorecen a Colombia que ahora sólo depende de sí misma para clasificar.
¿Pero sí tenemos equipo para lo que nos falta? Infortunadamente la respuesta es negativa, Dependemos de jugadas fortuitas, de individualidades, de la desidia del rival, de los errores ajenos y no de los aciertos propios. El 2-0 contra Ecuador no refleja lo que pasó en la cancha, es un resultado engañoso, pero igual lo fue el partido que perdimos en Buenos Aires. No gana el que mejor juega sino el que mete goles y esta vez le tocó a Colombia.
¿Podrá Lara recomponer el equipo en tres días para enfrentar a Uruguay en Montevideo, tan urgido de victorias que lo alejen de la eliminación? No, pero tampoco lo podrá hacer Uruguay que llega con un equipo diezmado por los suspendidos, aunque cuenta con la reaparición de Forlán. Mientras, Ecuador va a La Paz donde Argentina sufrió uno de los mayores desastres de su historia. Pero no todos los partidos son iguales y eso es lo atractivo del fútbol, es impredecible.
Como siempre, la esperanza nos acompaña hasta el último partido. Eliminatoria apretada como nunca. Después de Brasil, Chile y Paraguay, cualquier cosa puede pasar, incluso la eliminación de Argentina. Tres fechas apenas y estamos tan cerca del cielo como del infierno.