Se cuenta en el libro Vallenatos inmortales, escrito por Rafael Oñate Rivero en 1999, que Miguel Yanet Díaz nació en Mariangola, pintoresco corregimiento cercano a la ciudad de Valledupar, y que su padre fue acordeonero de ocasión. Fue el creador del conjunto vernáculo más auténtico que ha existido: Los Playoneros del Cesar. Y como ha pasado con otros grandes del folclor, murió en la más completa soledad, abandonado en un hospital de la ciudad de Medellín.
Su obra musical no fue muy extensa, pero se recuerda una en particular que se refiere a un cachaquito, entendido como la persona oriunda de la zona andina. El texto de Oñate dice: “Su obra antológica, El Cachaquito, expresa la duda que asalta a un individuo sobre la fidelidad de su pareja. Un interrogante mayúsculo surge sobre el verdadero parecido de la criatura con su progenitor, que corre de boca en boca, con malicia, picardía y cierta sorna. Intermediaba el honor, la palabra empeñada que al ser esclarecida la verdad endosaba de inmediato la paternidad responsable del personaje en cuestión” (p. 98 y siguientes).
EL CACHAQUITO
A quien se te parece a ti ese cachaquito
verdad que no parece hijo de un vallenato
mi Dios que me perdone lo malo que he dicho
pero un mariangolero no pinta cachaco
Todos somos paisanos nacidos en la costa
de un pueblo adonde somos de color negrito
buscale otro papito a esa criatura hemosa
que yo no soy el padre de ese cachaquito
Esa criatura hermosa no la pinté yo
sostengo esa palabra como vallenato
siendo mariangolera lo mismo que yo
porqué razón tenemos que pintar cachaco
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Pero hay otra canción muy divertida e interpretada por Robinson Damián y Ramiro Colmenares, en el acordeón, Los Embajadores Vallenatos. Se titula La cachaca. Es un ritmo de puya y dice la letra:
Yo tengo una cachaca que a mi me gusta mucho
A veces nos peleamos le voy decir porqué
Ahora quiere que yo le diga sumercé
No gusta de costeños sabiendo que yo soy
Pero me ha dicho negro tu has sido la excepción
Me va volver cachaco siendo tan criollo
A mi me gusta el suero con la yuca,
me gusta la malanga…
Y ahora se ha propuesto a tenerme a punta de papa…
Y hablando de cachacas hay otra hermosa canción compuesta por Rafael Sánchez e interpretada por Los Playoneros del Cesar que se titula La bogotana. En ritmo de paseo dice la letra:
Yo busco una bogotana
que a mi me sepa apreciar
pa que se bañe en las aguas
que corren por el Cesar
Si yo la llego a encontrar
yo le pediré su mano
Para enseñarle a querer
como quiere un provinciano
Oye bogotana
yo me desespero
dame tu cariño
porque sin tu amor me muero
Yo tengo mi cariñito
reservado para ti
para que goces conmigo
en el rio Guatapurí
Si yo la llego a encontrar
yo la beso a cada rato
para enseñarla a besar
como besa un vallenato
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A la mujer del interior del país se le han compuesto muchos vallenatos, pero este será tema para otra columna, donde se incluirá a una bella antioqueña, una campesina ibaguereña, una bumanguesa y si quieren nos vamos del país a donde una mexicanita.
