Los Reyes Malditos, de Maurice Druon
Columnas > Las torres de Tanelorn Por: Beto Agudelo5 dAmerica/Bogota Noviembre dAmerica/Bogota 2006 0:01 COT
Crónica de la Corrupción

El 18 de marzo de 1318, los ciudadanos de París fueron testigos del amargo final de la que fuera poderosa Orden de los Caballeros Templarios. Esa noche, ante un público multitudinario, el último Gran Maestre de la Orden, Jacques de Molay, fue ejecutado en la hoguera bajo la fría mirada de Felipe IV El Hermoso, llamado por sus súbditos El Rey de Hierro. Pero antes de morir, De Molay lanzó una aterradora maldición en la cual conminaba al Rey Felipe, al Papa Clemente V y a Guillermo de Nogaret, mano derecha del soberano francés, a presentarse ante el Tribunal Celeste antes de un año.
La maldición de Jacques de Molay sirve como siniestra entrada a una magnífica crónica novelada del medioevo francés en la que Maurice Druon traza con pluma maestra vívidos retratos de una época pintoresca y cruel; personajes como el pomposo Carlos de Valois, la bella y desdichada Clemencia de Hungría, los desgraciados amantes Guccio Baglioni y María de Cressay, la pérfida Beatriz de Hirson, se constituyen en protagonistas y a veces víctimas de las maquinaciones del enorme Conde Roberto y su tía Mahaut en su lucha por el Condado de Artois, que sirve como telón de fondo para la historia de la corona francesa en un lapso que va desde la aniquilación de la Orden de los Caballeros Templarios hasta el inicio de la sangrienta Guerra de los Cien Años, devastador conflicto con Inglaterra del que el reino de Francia jamás llegó a recuperarse por completo.
Intrigas cortesanas, adulterios, asesinatos, manipulación de la entonces todopoderosa Iglesia Católica, matrimonios incestuosos… Druon no escatima detalles sobre las herramientas usadas por los poderosos para conservar el poder y para evitar que otros lo alcancen. Con una narrativa ágil y salpicada de humor, y con el respaldo de una exhaustiva investigación histórica, el autor sirve como guía a través de una crónica de la corrupción que por momentos nos parece conocida, y es porque la principal lección de Los Reyes Malditos es que, entre los seres humanos, el Poder es sinónimo del Mal, y que los métodos para alcanzarlo y conservarlo sólo han cambiado al mismo ritmo que la tecnología de la que se sirven.

Los Reyes Malditos han visto su adaptación a la pantalla – de TV – ya en dos ocasiones. La primera en 1972 bajo la dirección de Claude Barma, y la segunda en 2005, dirigida por Josée Dayan con la participación de artistas con la talla de Gerard Depardieu, Tchéky Kario y Philippe Torreton. Una versión en DVD se espera para el 2007. A ver si a los genios que programan nuestra pobre televisión se les ocurre regalarnos, por una vez, algo más profundo que Padres e Hijos.
Maurice Druon nació en 1918 en París, Francia, y cursó estudios en la Facultad de Letras del Instituto Michalet. Fue combatiente durante de Segunda Guerra Mundial y, tras la firma del armisticio con Alemania, se integró a una célula de maquis, para luego huir a Inglaterra y alistarse en el ejército de Charles De Gaulle. Los Reyes Malditos es su obra más conocida, con traducciones a más de veinte lenguas y más de cuarenta reediciones en francés desde su lanzamiento en 1956, y es considerada como el prototipo de la novela histórica contemporánea.
DRUON, Maurice. Les Rois Maudits, Libraire Plan et Editions del Duca, París, 1956



