Se cuentan con los  dedos de la mano. ¡Son diez! La 10a. edición de la Muestra Internacional  Documental es un evento que adquirido fuerza propia y ofrece al público  colombiano la oportunidad única de ver, verse y ser visto. ¡El exquisito  colmo del exhibicionismo-voyeurismo documental!
Ricardo Restrepo
Director, Muestra Internacional  Documental
Corporación Colombiana de Documentalistas, Alados-Colombia

Afiche promocional de la muestra
Por formación, siento  una afinidad más fuerte hacia la ficción que hacia el documental.  Pero a medida que fui avanzando en mi vida profesional, me di cuenta  de algo: el espejo de un grupo social, de una comunidad, de un país,  está muy ligado a su producción artística, a la producción de imágenes  que reflejen lo que son. El problema del cine colombiano, hasta hace poco,  se debía en gran parte a la falta de gente que lo vea: por un lado,  no es rentable. Por otro, sin público no hay cine. Ese era mi pensamiento  para el argumental.
El documental es el  verdadero espejo. La ficción son sombras, interpretaciones que otras  personas hacen de la vida. El documental es la vida a través de la  cámara y el ojo de otra persona. Y, dentro de mi ignorancia, creí  que el espacio para ver documental era algo inexistente… hasta que  me encontré el lunes pasado, en el estreno de la Décima Muestra Internacional  Documental, con sede en  Bogotá, y una muestra itinerante en varias ciudades del país.
Así que sí. El espacio  existe. El día del estreno, había mucha gente, como buen estreno.  Vi un interesante retrato sobre una enfermedad extraña, afasia visual:  físicamente ven, pero no se conecta con el cerebro y las personas no  reconocen lo que ven. El tema, tratado en Más Allá del Espejo, del director español Joaquim Jordà, quien ya falleció, es un retrato íntimo:  el director sufre de esta enfermedad. Lo que me gustó es que, aunque  largo, es una historia compleja, contada de manera simple.
Pero volviendo a lo  que quiero decir, me impresionó, que como buen estreno, toda era la  misma gente del medio. Me supuse que simplemente, por ser con invitación,  pues sería cotidiano ver a los mismos de siempre. Pero… en este país,  ¿al público le interesa el documental? Supongo que después de diez  muestras, uno concluiría que sí, pues es un número interesante y,  para que un evento audiovisual se mantenga en este país, se necesita  gente que vaya a verlo. Pero aún tengo mis dudas…
La Muestra Internacional  Documental este año, tiene como invitado de honor a Francia. Escuchando  a Ricardo Restrepo, comentaba que decidieron que este país fuera el  invitado de honor pues su apoyo ha sido invaluable para la  Muestra. Entonces, aparte de la selección nacional y la internacional,  están la retrospectiva a Carlos Ferrand, la muestra de muestras, y la retrospectiva  al director Nicolas Philibert y la muestra de Carta Blanca Canal ARTE.
Fui a esta última.  Me llamaba la atención por los títulos: Architecture: Satolas TGV,  Contacts: Henri Cartier-Bresson y Palettes: de la Tour. Entendiendo  bien poco, porque son 3 documentales pero no hallaba la relación,  llegó Thierry  Garrel, director de la  serie para Canal ARTE, explicándola: es una serie de documentales  donde hacen documentales, no de un movimiento pictórico o arquitectónico,  sino de una obra en específico. Tal fue el éxito de la serie que  decidieron sacarla a la venta en pequeñas cajas: cincuenta mil vendidas,  lo cual es muy bueno para un documental.
Precioso el comentario,  pero la idea de escribir el artículo surgió en medio de la sala: la  Cinemateca Distrital debe tener capacidad para, según mis cálculos,  unas 150 ó 200 personas. En la sala, no habíamos más de 40. ¿El documental  tiene espacio en el público? Evidentemente existe un público especializado,  los que andamos metidos de cabeza en esta profesión y que queremos  ver de todo. Pero aquel espectador, común y corriente, ¿ve documentales?
No creo que el espectador  común vea más allá de los documentales televisivos de la National  Geograpic –y eso–. Esto me lleva a hacer el siguiente paralelo: ¿saldría  usted a la calle sin haberse mirado un espejo? No digo que por vanidad,  hasta para cepillarse los dientes y el cabello, se mira al espejo. Entonces,  ¿cómo una sociedad, un país, no ve documentales? ¿Acaso somos tan  hermosos que no necesitamos vernos al espejo? ¿O tenemos miedo como  narciso de caer en el espejo de agua?
En una de las charlas  del Festival  Malpensante, Iván Benavides,  reconocido músico colombiano, hablaba del problema de identidad musical  en el país, y decía que en realidad lo que hace falta es admitir lo  que somos, reconocer que somos una mezcla de muchas cosas. Pienso que  el documental es buen espejo, una buena manera de saber quiénes somos  y quiénes son los demás, cuál es el mundo que nos rodea y aprender  a identificarnos entre todos.
La Muestra aún no  termina, pues va hasta este domingo 28 de septiembre, así que aún hay tiempo  de ver muchos documentales, ya que está por toda Bogotá, en 8 diferentes  salas; sólo es entrar a la página web de la Muestra y ver la programación.  Además, en la Cinemateca Distrital, en las mañanas, se están realizando los  encuentros documentales: conferencias con invitados internacionales.  Todavía hay mucho por ver. Muchos espejos a los cuales mirarse.