Un cracker consiguió desestabilizar la blogosfera colombiana el fin de semana pasado. El desadaptado en un par de días cerró tres blogs: memorias de una desmemoriada, reflexiones al desnudo y rock and alcohol, a os que posteriormente se sumó uno más, EyewitnessDC.
Inicialmente pensé que no deberíamos seguir el juego del cracker (no hacker, un hacker quiebra la seguridad pero no destruye el sitio) haciendo publicaciones, creía que debíamos solidarizarnos privadamente con los afectados, informar a Blogger (todos los blogs a la fecha están en este servicio) y dejar esto a un lado. Sin embargo, el cracker amenazó con continuar sus acciones y dijo que seguiría con los ‘equinoxios’. Lo que sucedió fue muy diferente y genial, rápidamente empezó un movimiento masivo por la blogosfera, apoyos a los afectados y rechazos a los vándalos (que incluyen menciones a la ‘libertad de expresión’ como una bandera casi unánime que sigue la ruta de identificar blog con participación ciudadana y periodismo), el movimiento incluye una invitación para los bloggers, que se debe mirar, que refuerza la identificación de comunidad y los principios que están reivindicando.
Desde el principio mi reflexión se dirigió también a considerar que el mundo digital no es muy diferente del análogo, también acá suceden cosas sin sentido, encontramos gente que por darse a conocer hace lo que sea sin importar lo que pisotean en el camino. En esta ocasión un espacio de debate y diálogo como es la blogosfera se muestra efectivamente vulnerable. Como en la vida real podemos poner todos los candados y seguridades si alguien quiere violarlos y hacer acciones indebidas lo hará… ¿qué podemos hacer? Solidarizarnos con quienes sufrieron los ataques y, sobre todo, reprobar las acciones del cracker, es efectivamente el primer paso. pero, legalmente ¿qué sucede? ¿Hay sanciones? ¿Es ésto un delito?
Ignorante del tema penal concreto me di a la tarea de buscar en Internet y me encontré con el artículo Consideraciones Legales de la Seguridad Informática, de Fernando Arcesio Bolaños O. y John Edinson Martínez G., quienes desde el 2004 estaban pensando en ello y lo mostraron en el marco de las IV Jornadas de Seguridad Informática. Después de leerlo confirmo lo que desde hace mucho tiempo pienso: Internet no es ‘tierra de nadie’, hay más reglamentaciones de las que creemos, ¿son éstas buenas o malas? ¿consiguen solucionar problemas o crean más? ¿son efectivas? Hay que analizarlo caso por caso, lo que si está claro es que ahí están y las tenemos entre nosotros. El análisis esta más dirigido a sitios destinados al uso comercial pero es muy útil para dimensionar lo sucedido el fin de semana y sacar nuestras propias conclusiones respecto a las posibilidades legales.