¡Sí hay cine colombiano! (2)
Columnas > Libreta de Notas Por: carobotero17 dAmerica/Bogota Noviembre dAmerica/Bogota 2008 18:16 COT
¡Sí hay cine colombiano! fue el lema de la Semana del Cine Colombiano que tuvo lugar en Bogotá hace un par de semanas, fui invitada a participar con una conferencia dentro del Evento académico estéticas y narrativas en el audiovisual colombiano. Me pidieron que hablara de Derechos de Acceso al Conocimiento y Uso del Audiovisual. Confieso que ha sido uno de los encargos que he recibido con más susto pues si bien derecho de acceso y uso de obras en general es mi tema, el audiovisual es para mi un contexto por el que siento especial reverencia, se trata de un lenguaje que todos creemos digerir pero que se mueve en dinámicas y entornos propios que no conozco, de una riqueza cultural que me encanta pero que para un alma amarrada a lo escrito implica retos, lo admito. A pesar de mis temores acepte y decidí que quería intentar hacer algo que no fuera académico sino más aterrizado a lo que está sucediendo, a lo que se siente en el ambiente, de hecho eso fue lo que me dijeron que se esperaba de mí, algo sobre las posibilidades de la tecnología para el hombre/mujer del común, así que, ¡estaba en mi salsa a pesar de todo!.
Como creo que la presentación salió bien y sigo convencida de que el texto que entregué al Ministerio para que usaran en las memorias no le hace justicia pues en esto influye mucho la gente que esta allí, los comentarios que contextualizan, las preguntas, el ambiente, etc., y como creo que es algo interesante decidí partirlo en pedazos y editarlo para dejarlo acá. El primer texto lo publiqué el 8 de noviembre y hoy les dejo la segunda parte.
¡Sí hay cine colombiano! (2)
Que la tecnología está permitiendo que por la geografía de nuestro país se de una rica construcción audiovisual en donde nuestra realidad, cultura y costumbres van quedando grabadas para el futuro por sus propios protagonistas o por quienes simplemente quieren contarla, interpretarla, dejarla viajar por sí misma, es ya una realidad como vimos la semana pasada. Pero una vez tenemos la producción, ¿qué sucede?, la aspiración es normalmente verla debutar en un festival, aunque realmente la meta parece ser asegurarse de que circula. Con esa idea en mente ¿están aprovechando estas producciones audiovisuales el nuevo canal que surge con la tecnología?, ¿usan el potencial de Internet?, Creo que no, en este punto los ejemplos y las experiencias que puedo contar son básicamente extranjeros, no parece que entre nosotros hallamos generado opciones a pesar del potencial que Internet ofrece para distribuir contenidos originales. Con la idea de aportar mi grano de arena para explorar estas posibilidades me gustaría mostrar algunas opciones
En el sector público tenemos el caso de las televisiones públicas alemanas y noruegas. En una movida muy interesante algunas producciones originales de estas televisiones están siendo distribuidas ya no solo a través de canales P2P (tradicionalmente asociados con distribución de contenido “pirata”) sino que además se etiquetan con licencias libres que permiten expresamente la circulación amplia de las producciones, en lugar de decirle a los internautas NO PUEDES DESCARGAR, se les dice DESCARGA Y COMPARTE CON OTROS. Esta decisión se soporta en la convicción de que su actividad está asociada con la idea de una amplia difusión, no depende de la retribución económica de publicidad que pueda imponer restricciones a la forma de circulación y en cambio busca alcanzar a quienes tienen identidad idiomática o cultural a través del mundo a cualquier lugar del mundo a cualquier hora y sin costo. Dado que su idea es en esencia alcanzar el público interesado prefieren salir a buscarlo, su propósito es facilitar el acceso sin preocuparse por controlar el material. Cuando hablan de las dificultades que esta decisión afrontó no sorprende leer en boca de los alemanes que la asociación de la distribución a través de P2P con contenido pirata era una de ellas y, sin embargo es interesante leer también como ellos constatan que en la práctica esto se desvanece.
Utilizar el Internet para dar a conocer la producción audiovisual y hacerlo gestionando los derechos de autor en formas no convencionales no se reduce al sector eminentemente público. Me gustaría ahora mostrarles lo que sucedió con la película “Cafune”, que tiene un elemento adicional de interés, ocurre en nuestra región, en Brasil. Lo que sucedió con Cafune lo expone Bruno Vianna, su director, en forma detallada en una entrevista, con un detalle y de una forma tan concisa que sería para mi difícil igualarlo, así que lo reproduzco:
"Respecto a Cafuné, ganamos un premio para películas de bajo presupuesto del Ministerio de Cultura, que tenía la "brillante" limitación de no permitir que los premiados captasen más dinero que el del premio recibido -en nuestro caso, de 600.000 reales. Así, imbuidos del espíritu low-budget, salimos a hacer ese filme relativamente complejo, con locaciones en toda la ciudad y un elenco grande, y conseguimos colocarlo en fílmico por 400 mil reales, filmando en tres semanas con una cámara DV a 24 cuadros y editando en una isla montada en mi casa. Más de 150 mil fueron gastos del transfer a 35 mm (obligatorio por contrato) y finalización, y aún nos quedó algo para difusión. Mas a la hora de la distribución, las cosas no serían tan simples. Teníamos una película con un lenguaje diferenciado, ningún elenco global y poquísimo apoyo comercial. De primera, por ejemplo, el distribuidor apuntó un problema intrínseco al filme, que era el final. "Muy abierto", "no cierra nada", "difícil para el público". Pero ya sabíamos que haríamos una distribución digital del filme, al principio por una cuestión de costos: el precio total de la distribución digital equivale a una copia de 35mm. Con copias en 35 mm, precisaríamos hacer una para cada sala; con la distribución digital, el filme no necesita copias y puede ser exhibido en casi todo circuito de arte nacional por el mismo precio. Rain Networks (www.rain.com.br) es la empresa que equipó los principales cines de ese circuito con proyectores digitales y creó una red de distribución virtual de filmes. Y si estábamos haciendo una versión digital del filme, ¿por qué no asumir ese final múltiple y hacer filmes múltiples? Al final, es solo cuestión de reeditar lo que ya tenía en casa y mandarlo a Rain. Dicho y hecho: el público, dependiendo de a cual sala asistiera, puede ver tanto el final original en 35 mm, más "abierto", como la versión digital, que "opta" por una de las posibilidades de final, dejando satisfechos tanto al distribuidor como a este director que escribe. Pero, ¿cómo colocar la película en la calle? La película brasileña de este perfil entra en una o dos salas y está como máximo algunas semanas en cartelera. Un final muy frustrante después de invertir tanto tiempo y dinero en un proyecto… Teníamos que descubrir nuevos medios de distribución, para un público que tenga interés en este tipo de producto audiovisual. Nuestra suerte fue que, mirando en los canales alternativos de distribución, percibimos que muchas cosas interesantes están surgiendo. Los cineclubes están extremamente organizados, montando redes propias de distribución -interesados no en filmes comerciales, sino en filmes brasileños, de contestación e investigación del lenguaje. Diversas ONGs por todo país están invirtiendo en cursos libres de audiovisual y formación del ver, creando una nueva generación de espectadores. Y por fin, los internautas usan cada vez más la computadora para intercambiar largos enteros, grabándolos en DVD o viéndolos en el monitor. Así que nuestra estrategia partió de la voluntad de hablar a esas personas, pasando los trailers en escuelas y cursos próximos a las salas donde el filme se iba a estrenar, y exhibiendo el propio filme en lugares lejos de las salas y para públicos de bajos ingresos."
Hay producciones entonces que están usando Internet como mecanismo de distribución de producciones audiovisuales por su potencial para difundir la creación y por que al final el costo de hacerlo es cero, lo que se sube a Internet es el archivo digital que de todos modos ya se tiene. Quienes lo hacen conscientemente se han atrevido incluso a modificar los mecanismos tradicionales de difusión y adoptan alternativas al control legal que se puede tener sobre la obra, ellos innovan y lo hacen a través de sitios Internet en los que además se busca satisfacer la demanda de contenidos que se ha tomado Internet, se piensa entonces también en otras formas de que la creación sea usada.
Hemos visto el auge de Youtube, que se convirtió en “el” canal al que todos acudimos en busca de material audiovisual y con el que llega a competir desde no hace mucho Google videp, de hecho las producciones de Hollywood lo hacen, cuelgan allí y por todos los sitios de Internet los “cortos” de las películas en busca de la mayor difusión posible. Sin embargo, si hay algo que favorece Internet es el encuentro de comunidades de práctica, de comunidades de interés que sin importar barreras como tiempo y distancia pueden tener como punto de enlace la Red. Una comunidad como la de documentalistas colombianos puede exploarar sitios diferentes de Youtube, puede apostar por sitios como BlipTV, Revver o Hulu. De los mencionados, miremos el caso de Revver en el que se combina no solo la idea de ofrecer contenidos audiovisuales originales sino que también ofrece un modelo de negocio en el que se generan recursos para el sitio y el video a través de publicidad.
En Revver los videos van acompañados de publicidad (se puede ver gratis el video que va acompañado de un pequeño clip de un anunciante), el número de “hits” del video (número de veces en que se ve el video) significan un pago por concepto de publicidad que se distribuye 50% para el sitio, 50% para el video. Como el esquema esta soportado en la idea de que a mayor número de hits, mayor pago, se favorece la difusión desestimulando su control. Los videos se cuelgan en este sitio con licencias libres que hacen que cualquiera pueda reproducirlo en su blog, página web, enlazarlo, etc., invirtiendo sustancialmente entre otras cosas la aproximación tradicional de que controlando la distribución del bien se obtiene la remuneración. No todos los videos son un éxito, pero algunos han logrado cifras interesantes. Desafortunadamente hasta la fecha yo no he conocido iniciativas que se refieran a audiovisuales latinoamericanos, ojalá me mostraran que estoy en un error.
El punto que me gustaría resaltar es que estamos en épocas de cambio y si bien es comprensible que las nuevas formas de afrontar la difusión del audiovisual generen desconfianza también es necesario aproximarse con mente abierta, repensar los preconceptos y prioridades, analizar las opciones y tomar decisiones. Me gustaría en este sentido plantearle al colombiano corriente que ha hecho una producción audiovisual: ¿qué pierdes intentando nuevas formas de distribución?, si es tu material tiene porvenir y en todo caso (así sea a las malas) va a circular… ¿porqué no lo circulas tu mismo?, al fin y al cabo la decisión es tuya y siempre se puede ensayar para luego al menos poder hablar con conocimiento de causa. El tema de ¿cómo se obtendrá la retribución en la era digital está todavía en discusión, pero, muchas veces circularlo ampliamente es lo que en todo caso se está haciendo..
Por hoy el corte de este textos es este. El siguiente punto de mi conferencia abordó el tema del acceso al audiovisual como presupuesto para procesos de aprendizaje en entornos formales e informales sumergiéndonos finalmente en el eje de mis propios intereses académicos el impacto del derecho de autor en relación con derechos como la educación y la cultura … los invito a analizar conmigo este tema la próxima semana cuando edite y organice esa última parte de la conferencia…
Continuará