Pero qué bonita familia…represindencial.
Agradezco sinceramente a quienes han participado en el foro de Adelante Presidente dando su opinión, en un sentido o en otro (con excepción del troll que se nos coló y a quien tenemos plenamente identificado), porque estas discusiones resultan sanas para la democracia y son uno de los objetivos de nuestra casa equinoXio, que a pesar de lo que alguien manifestó, no es un medio comprometido políticamente con nadie ni nada. Apenas profesamos una filosofía y actuamos en consecuencia, pero nuestra meta es liderar en un futuro un medio de comunicación participativo, honesto, libre y objetivo.
Como colombiano, disiento de la imagen que intentan proyectar quienes gobiernan actualmente el país y buscan el apoyo de todos nosotros a una reelección basada en una supuesta coherencia de Uribe con sus promesas de campaña. Tal corolario no puede ser más falso, y lo explico así:
1. En su primera campaña Uribe se pronunció contra la reelección y terminó trabajando obsesivamente durante sus cuatro años de mandato en la tarea de cambiar la Constitución para su beneficio, toda vez que estando en el poder cambió de opinión y decidió que mejor sí quería ser reelegido.
2. Una gran promesa de Uribe había sido la abolición de la politiquería, pero para cambiar la Constitución (y hacerse reelegir), lo mismo que para adelantar un referendo en el que resultó duramente derrotado, utilizó la vieja práctica de dar prebendas vía Congreso y cargos burocráticos en el país y en la diplomacia, a cambio del apoyo necesario a sus pretensiones. (Célebres en este episodio son Yidis y Teodolindo, quienes aseguraron la votación en favor de Uribe, pese a no ser de su bancada parlamentaria).
3. La otra gran promesa a sus electores fue la de desterrar la corrupción, pero pocos gobiernos colombianos se han visto envueltos en tantos y tan grandes escándalos de corrupción como el gobierno Uribe. Acudo a mi memoria para enunciar algunos:
* Su Secretario Privado tuvo que renunciar al resultar involucrado, junto con el vicefiscal, en un negociado millonario para contratar prendas con el Ejército. Con la salida se calmó la opinión y nunca hubo condenados;
* Uno de sus altos asesores debió renunciar ante las acusaciones de estar comprometido con el tráfico de influencias en el negocio de la compra del avión presidencial. A los dos meses de terminado este negocio y el de la compra de nos cuestionados aviones a Brasil, el ministro de defensa y gran amigo personal de Uribe salió por la puerta trasera, ante denuncias por recibir sobornos. Tampoco se investigó a nadie;
* El ministro del Interior Fernando Londoño utilizó el cargo, durante el mucho tiempo que lo ocupó, para presionar salidas jurídicas que impidieran tener que devolver una multimillonaria suma de dinero que éste defraudó a Invercolsa. La justicia falló en su contra, pero con maniobras habilidosas ha venido postergando el pago de su obligación.
* La aparición de cheques girados por La Gata y otros ‘chanceros’ (reconocidos paramilitares de la costa) a la campaña de Uribe pasó prácticamente desapercibida ante la opinión pública gracias a la magia de Uribe para hacer pensar a la gente que las cosas que publican los medios no existen en la realidad. La Gata presa y su hijo senador electo nos recuerdan las épocas del proceso 8000, con la monita retrechera, Santiago Medina y Fernando Botero.
* El director del DAS se vio envuelto en un escándalo mayúsculo por favorecimiento a miembros de las autodefensas, pérdida de las bases de datos de extraditables y fraude en las elecciones en la costa. A cambio Uribe le aceptó la renuncia y lo envió como Cónsul en Milán.
* Al Secretario General de esa entidad se le aceptó la renuncia y fue favorecido con un jugoso contrato en la División de Estupefacientes, administrando los bienes del clan Grajales.
* El Superintendente de Seguridad y Vigilancia renunció sorpresivamente (tampoco fue investigado luego) ante la denuncia de El Tiempo de haber favorecido irregularmente a grupos paramilitares, incluidas las empresas de La Gata y su hijo, mediante la adjudicación de permisos para el porte de armas y otros beneficios.
* El director del INOCODER fue removido de cargo ante la aparición de testimonios de varios campesinos de que esta entidad estaba otorgando tierras a personas adineradas y a testaferros de personajes involucrados en paramilitarismo y narcotráfico en el Meta.
* El gerente del Fondo Ganadero del Caquetá resultó ser cuñado de alias Miki, antiguo y reconocido socio de Pablo Escobar (uno de cuyos primos es el asesor presidencial José Obdulio Gaviria), a favor de quien autorizó, junto con el INCODER, un millonario crédito para sus negocios.
* El Ministro de Agricultura, hijo de un poderoso hacendado del Valle (su padre es gran patrocinador de la campaña de Uribe y beneficiario de la gasolina ‘ecológica’ que impuso el gobierno) ha salido airoso de estos y otros escándalos, pese a tener la responsabilidad política sobre sus hombros, cuando por el contrario Uribe se ha especializado en dar de baja a Generales de la República (a quienes tiene de pararrayos) cada vez que sucede algún hecho que empaña la imagen del gobierno y exista posibilidad de perder puntos en las encuestas.
* El asesinato de Jaime Gómez (por causas naturales), asesor de la senadora de la oposición Piedad Córdoba, ha dejado un manto de duda enorme y se asocia fácilmente a la actitud de arrogancia con que Uribe ha desconocido sistemáticamente la Ley de Garantías y ha mancillado con el poder a los candidatos que le compiten sin ninguna opción, situación que se acentúa con la manipulación y manejo de las encuestas y de la opinión pública en general. (si resulta todo, recomiendo leer "La Mano Negra I y II, publicada en equinoXio).
4. Durante su primera campaña Uribe ofreció una guerra frontal contra los alzados en armas y al llegar al poder separó estos grupos en dos: guerrilleros y paramilitares (ambos se mueven en la economía del narcotráfico). Promulgó para los segundos la tristemente célebre Ley de Paz y Justicia, con la que los causantes de muchas masacres, y en buena parte del desplazamiento de población por el territorio, recibirán penas leves de 5 a 8 años y lavarán sus fortunas mal habidas, quedándose con las mejores tierras usurpadas por la fuerza a muchos colombianos de bien y habiendo entregando solo parte de su armamento, se me ocurre que no propiamente el mejor.
5. Con respecto a la guerrilla, Uribe prometió acabarla en 18 meses. Han pasado cuatro años y no ha caído ningún miembro de la cúpula de las FARC, asesinos que siguen haciendo de las suyas, pese a la imagen de seguridad que refleja el gobierno Uribe. A solo una semana de las elecciones, cambió su discurso guerrero y ahora promete buscar el acuerdo humanitario que reclama el 56% de la población, según las encuestas, al vaivén de las que él se mueve prioritariamente.
Recordemos que son 100 puntos los que prometió cumplir el señor presidente durante su mandato y los antes enunciados apenas corresponden a cinco. Sería muy largo e innecesario recordarlos todos, como ya se hizo hace un año con un balance bien negativo, pero considero suficiente lo aquí expuesto para demostrar que si bien parece que el presidente Uribe será reelegido, no es propiamente por buen gobernante, sino por amnesia de un pueblo que vota por razones emocionales y no por la verdad de los hechos que están en nuestras narices. Qué pesar siento por mi país.