El secretariado de las FARC da tanto o más asco que Fernando Londoño Hoyos, José Obdulio Gaviria y Salvatore Mancuso juntos. Pero quizás lo peor de todo es que exista gente en Colombia que les crea a pies juntillas a estos tristemente célebres "personajes", a estos "sofistas". Estos "crédulos" dan todavía más asco.
Dicho esto, recojo un reciente artículo escrito por Luciano Marín Arango, mejor conocido como alias Iván Márquez, uno de los más prominentes miembros del criminal secretariado de las FARC, manchado de sangre hasta en los intestinos. En la pieza, que supuestamente expresa el punto de vista de ese grupo terrorista, de esa federación de narcotraficantes seviciosos, respecto de la visita del presidente venezolano Hugo Chávez a la hacienda presidencial Hato Grande el viernes anterior, para ver si el "ídolo" de "las far" (como las llama el futuro re-re-presidente) intercede en el tema del acuerdo/chantaje humanitario, Márquez, disfrazado de oveja, exponiendo algunos argumentos que pueden considerarse "válidos" y extrapolando una comparación ridícula entre el Libertador Simón Bolívar y el prócer Francisco de Paula Santander, nos regala esta execrable y sanguinaria expresión de cinismo:
Pero entendemos que el presidente de la narco-para-política anda rebuscando argumentos, así sean los más absurdos, para negar la existencia del conflicto armado en Colombia y no reconocer a un serio adversario político y militar que busca instaurar un nuevo gobierno que le de al pueblo la mayor suma de felicidad posible, siguiendo el mandato del Libertador.
¿Un serio adversario político y militar? Probablemente sí, visto que tuvieron que pasar más de cinco años para que la "seguridad democrática" asestara un duro golpe a las FARC con la muerte de Tomás Medina Caracas, alias Negro Acacio, el "jefe de jefes" del cartel de la cocaína en que se ha convertido esa agrupación. Pero la parte de "instaurar un nuevo gobierno que le dé al pueblo (…) felicidad (…) siguiendo el mandato del libertador" se la creerán los miembros de las milicias urbanas, estilo Johnson Bastidas, que pululan en los sectores más recalcitrantemente mamertos del Polo Democrático Alternativo, partido al que alias Raúl Reyes expresara un indeseable apoyo que esa colectividad, como de costumbre, chapuceó en rechazar, haciéndoles de paso un gran favor a los fanáticos rabiosos de Uribe, que buscan la segunda reelección de su líder. ¿Acaso es descabellado pensar que desde Palacio, Gaviria y Juan José Rondón deben estar planeando la "campaña negra" de las elecciones de octubre? Total, el PDA "dio papaya".
¿Acaso el pueblo es feliz en las zonas donde imperaba el "orden" fariano? ¿Acaso el pueblo es feliz cuando le lanzan cilindros-bomba? ¿El pueblo es feliz cuando muchos de sus hijos, que terminan en las filas del ejército o de la policía, acaban secuestrados en el monte [así a Fernando Invercolsa Londoño le parezca "merecido" ese cautiverio]? ¿El pueblo es feliz cuando vive bajo la eterna zozobra por la presencia y las acciones de los "díscolos" muchachos de las AUC [o de las Águilas Negras], de los milicianos de las FARC o de los sectores del Ejército que arrestan por sospecha a quienes creen "comunistas"? ¿El pueblo es feliz con el mar de sangre que dejan a su paso todos ellos? ¿El pueblo es feliz odiando a las FARC? ¿El pueblo sería feliz con un gobierno de las FARC? No lo creo.
No solamente no lo creo, sino que me causa náuseas la tranquilidad de Márquez en su escrito. Insensible y flemático ante el daño que causan todos los días, ante los crímenes que cometen en nombre del pueblo, que se convierte en una víctima más de sus atrocidades. Y cree a pies juntillas que hay que creerle, que siguen supuestamente a Bolívar, que su llegada al poder va a causar "bienestar". Ni siquiera los idealistas europeos, engañados alguna vez, les creen ya. Mucho menos millones de colombianos asqueados con su existencia. Acaso las FARC no sean el principal problema de Colombia, pero el día en que finalmente alguien que no se beneficie del negocio de la guerra resuelva de verdad acabarlas y lo consiga, nos quitaremos un inmenso peso de encima.
Mientras tanto, además de aguantarnos la benevolencia de Uribe con los ‘muchachos’ de las AUC y los huéspedes de La Picota, la tibieza del PDA a la hora de rechazar cierto tipo de terrorismo (mientras condena otro igual de sanguinario, el de la motosierra, con una admirable vehemencia) y las arbitrariedades de algunos mandos del ejército legal, entonces los colombianos tenemos que soportar las patrañas y las sandeces de "ideólogos" carniceros como alias Iván Márquez. Todos ellos se pueden ir a mentirles a sus respectivas progenitoras. Los demás no tenemos por qué creerles. Las FARC los secuestraron, las FARC deben liberarlos, pero A TODOS. A desinformar, a equipararse con la familia Santos a otra parte.
Que llegue rápido 2009. Que llegue rápido la Corte Penal Internacional. Entonces veremos más cerca en el horizonte el día en que todos estos criminales se pudran, uno a uno, en alguna cárcel en Europa. La horrible noche cesará algún día, y eso sucederá si dejamos de tragar entero y de albergar en nuestras mentes y en nuestros corazones la mentalidad mafiosa, salvaje y asesina de todos estos sujetos.