La verdad, no sé qué tan del primer mundo sea Chile. Lo cierto es que tiene mucho dinero, superávit presupuestal, crecimiento económico de envidia, indicadores favorables de probidad, salud, educación y pobreza y, sobre todo, un espíritu aventurero, que sirve para que el chileno se considere, entre orgullo y gracejo, “pateperros”.
De este espíritu no son ajenos los empresarios. No les basta esta tierra. Pronto tienen que pasar al otro lado de los Andes para invertir en Argentina, o moverse cautelosa pero certeramente para poner sus capitales a trabajar en Perú y Bolivia, que esto ya es mucho decir, dada la animosidad que ancestralmente han cultivado los políticos de los tres países.
Con relación a estos brazos largos, el diario La Tercera titula hoy “Falabella debuta hoy en Colombia”. Falabella es una de las grandes tiendas por departamentos, cuyo crecimiento y expansión ha sido notable en los últimos 8 años.
No contentos con ser uno de los pesos pesados en el retail, los dueños de Falabella obtuvieron los avales para crear una empresa asociada, un banco. Y con este paso, clave para el futuro de la empresa, quedó dicho lo que es, en realidad, Falabella: prestamista.
Me refiero a que el grueso del negocio no está en las ventas de mercancías, que pueden llegar a ser efectivamente muy baratas, sino en los créditos. Levante la mano un chileno que no tenga crédito, o haya tenido, o alguien en su familia lo tenga, en Falabella.
No solo permite pagar las compras a crédito, sino que presta dinero en billetes. Y no solamente eso, sino que uno puede refinanciar su deuda cuantas veces quiera, a los plazos que quiera, sin acudir más que a una de las cajeras de una de las súper tiendas.
A esta empresa es que se refiere el titular de La Tercera.
Le preguntan al gerente general de Falabella Colombia, Ricardo Hepp, ¿por qué Colombia? Y responde, “porque hay una afinidad enorme con Chile, es un mercado más grande, de muchas ciudades, con una clase media importante y un consumidor sensible a la moda”.
Y a renglón seguido, declara: “Colombia está hot y todo el mundo la está mirando”. Su referencia es, por supuesto, sana, referente a los negocios y no a esa ameba podrida de la violencia guerrillera, que obliga a andar con arcadas al país.
Chile ya tenía un punta de playa en Colombia, con Homecenter, que está asociado al grupo Corona, y ahora lo que le viene a Falabella es vérselas con competidores de tan alto calibre como Éxito. Menciono solamente a Éxito, que tiene las dimensiones de Falabella, y no a Carrefour, porque Falabella llega ya con un acuerdo mediante el cual en Carrefour podrá usarse la tarjeta de crédito de Falabella.
La programación de inversiones chilenas de esta empresa habla de 100 millones de dólares en los próximos cinco años, expandiendo su negocio en Colombia.
A las 7 de esta noche en Bogotá se inaugurará el primer local Falabella, dentro del mall Santafé.