Luchando para proteger la paz
Estancias > Hibakusha ProjectPor: Mainichi Shimbun
16 dAmerica/Bogota Agosto dAmerica/Bogota 2007 2:00 COT
(Publicado originalmente el 6 de agosto de 2007)

Hiroshi Maruya (Takeshi Nishimura / © Mainichi Shimbun)
"Un revés temporal, nada más", dice el director honorario del Hospital Kyōritsu de Hiroshima, Hiroshi Maruya, de 82 años, acerca del efecto de las elecciones de la Cámara de los Consejeros del 29 de julio sobre la campaña del primer ministro Shinzō Abe para reformar la Constitución. "Dudo de que el impulso (hacia la reforma) haya sido detenido".
La situación política hoy, siente Maruya, está en una coyuntura crítica. Los partidos que se propusieron proteger la Constitución que renuncia a la guerra no tuvieron éxito en las elecciones. La opinión pública vacila. No se sabe lo que pueda suceder.
El poder en las manos de autoridades deseosas de usarlo hasta el límite puede ser aterrador. En junio de 1960, manifestantes opuestos a una revisión pendiente del Tratado de Seguridad nipoestadounidense protestaron por días hasta el final, rodeando el edificio de la dieta y gritando consignas. El primer ministro de la época era Nobusuke Kishi, abuelo de Abe. Maruya, trabajando entonces como médico en Tokio, se unía a los manifestantes cada vez que una pausa en su itinerario se lo permitía. La multitud era sobrecogedora, era una marea humana. Aun así, la rebelión fue aplastada.