El Estado de El Tiempo
impuesto de guerra Por: Sentido Común12 dAmerica/Bogota Agosto dAmerica/Bogota 2005 8:07 COT
“…el nombramiento de Pastrana fue una demostración sublime de lo que es la política, y en este caso política de la buena…Seguramente habrían acusado a Pastrana de mezquino y antipatriota si no acepta.” – Juan Manuel Santos / Apartes de su columna “Industria de información, al banquillo” El Tiempo, agosto 7 de 2005. Se rumora con insistencia que el incisivo columnista D’artagnan* será el nuevo Embajador de Colombia en Canadá. De ser cierto tal esperpento, se daría por descontado el ingreso de nuestro Presidente al Guinness Records como el mandatario que mayor número de críticos y adversarios ha logrado incluir en una nómina oficial o beneficiar con dineros del Tesoro Público; para algunos, ello constituye un motivo de admiración, seguramente porque no ven o no les interesa el daño que le está causando a nuestra dolida democracia tan alto nivel de manzanillismo. Desde mi óptica personal, la cercanía del Presidente con los Santos tiene una connotación adicional, referida al innegable interés de Álvaro en el poder que la Casa Editorial El Tiempo ejerce sobre la opinión pública y al interés de éste importante grupo económico por mantenerse dentro de las entrañas mismas del Estado. Desde el siglo pasado es conocida la ingerencia del periódico en el "diseño y elaboración" de candidatos a Presidente; mas cuando no ha logrado éxito, ha demostrado entonces una alta capacidad para deslizarse del lado del poder. Con respecto al gobierno Uribe, el episodio comienza con la escogencia de Pacho Santos, nuestro actual y rutilante vicepresidente, como fórmula presidencial, continúa con la voltereta de Juan Manuel Santos, actual coordinador del movimiento Álvaro, segunda parte, y seguiría con D’artagnan, ácido crítico de muchas actuaciones del Gobierno Uribe, quien se haría diplomático a la carrera, para defender el régimen. En un mundo que no reconoce límites éticos, astucia y audacia se convierten en sinónimos de inteligencia, donde la comunicación, la información y la opinión crítica se funden en un lodazal de intereses económicos que manejan a su antojo los hilos del poder político, dentro de un mutuo y repugnante manoseo. La opinión de Juan Manuel Santos que encabeza esta nota es contundente prueba de ello (Continuará). * Roberto Posada García-Peña, D’artagnan, es nieto del ex Director Emérito de El Tiempo, Roberto García-Peña.