Alfredo, un alma viajera
Al desnudo en mi balcón Por: Lully19 dAmerica/Bogota Julio dAmerica/Bogota 2006 6:00 COT
El verano está en todo su esplendor . Una brisa fuerte agita las palmeras cercanas y acaricia el balcón. Hoy recibo a un escritor español, amigo del mar, que en un hermoso velero ha recorrido por años el Caribe, muy lejos de sus tierras asturianas.
― Alfredo, bienvenido a mi balcón. ¡Qué lindo gatito!
― Muchas gracias, se llama Rufo, mi compañero de estos tiempos. Qué delicia estar acà. Es un balcón encantador, tal como me gustan, y con vista al mar.
Su rostro refleja los muchos caminos que ha transitado en su vida. Su sonrisa es agradable, pero lo es mucho más su mirada. Deja ver todo lo que puedo uno hallar en un ser donde la bondad es lo esencial. Mientras Rufo se acomoda en un rincón sombreado, Alfredo se inclina sobre el barandal y contempla largamente el mar.
Reviso de nuevo el balcón. Es la primera vez que viene una amiga. Todo tiene que estar perfecto. Ambientación, como dicen ahora. Hum, sé que esta canción le va a encantar. ¡Luces, cámara… ahí llega la hadita…!
Es tarde, la luna camina por el mar, mientras un bloguista me saluda. Aunque quiere pasar por el balcón, me disculpo, estoy esperando a Filipogs. Pasan todavía algunos minutos antes de que llegue. “Qué gusto entrar a tu balcón. Te ofrezco disculpas por llegar tarde, pero alguien me retuvo más de lo necesario”, me dice, mientras baja los ojos. Me gusta la timidez de sus 18 años, llena de juventud, deseos de vivir y una pinta excéntrica que quiere pasear por el mundo.
