Fila india:
La verdad es que cualquiera puede dejar este mundo haciendo una fila o inclusive sin hacerla. El señor fallecido en días pasados en Corferias se hubiese podido ir al cielo en el teatro Colón, en El Campín, en El Salto del Ángel o acostado plácidamente en su cama. En el fondo, era solo cuestión de estilo.
La mala suerte del destituido Secretario de Salud del Distrito fue que se le muriera en su espantosa cola, formada por miles de personas en extrema pobreza, que debieron acudir desde la madrugada, con sus Yonatahn Alexanders, Lesly Caterynes y hasta sus Kaiseres (mascota canina de pobre), para que les hicieran el favor de registrar una huella dactilar y unos datos, para seguir teniendo acceso a los beneficios del SISBEN.
Como suele suceder con nuestros mandatarios, el Alcalde Garzón ordenó la venta inmediata del sofá: destituyó fulminantemente a su funcionario. Lo importante, la revisión del calvario al que se somete al ciudadano raso en todas las dependencias del Estado, no se puso sobre el tapete como el problema a solucionar.
Es que el número de burócratas estatales se da en relación directamente proporcional al alto nivel de dificultad de los trámites a su cargo. Al ser complejos y demorados, aparecen los ciudadanos que los agilizan sobornando al funcionario, quien a su vez es colocado en ése puesto casi siempre como una cuota política de algún personaje influyente. Todo un círculo vicioso e interminable de corrupción y politiquería. Entre tanto el pueblo se muere o de filo o de fila.
Adenda: Las filas no son torturas exclusivas del sector público. Las hay muy buenas en el privado ( bancos, empresas celulares, etc. )
Ilustración por: Joaquín Lavado
Posted by Sentido Común as Homo Urbanis at 12:09 PM COT
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Aguita pa’ mi gente
Motivo de alarma y seguimiento lo que está sucediendo con la Ley de Aguas, una prueba más de la incoveniencia de mantener un régimen autoritario y privatizacionista a ultranza, como el de ReUribe. Júzguenlo ustedes mismos:
http://www.portafolio.com.co/port_secc_online/porta_econ_online/2005-11-08/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR_PORTA-2600146.html
Posted by Sentido Común as Homo Urbanis at 8:41 AM COT
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Carta apócrifa de Álvaro Castaño Castillo a la opinión:
Aterrados por la baja pauta de publicidad, la que mantiene una emisora o la cierra, hace algún tiempo introdujimos cambios estructurales a la programación de la HJCK, dándole cabida a nuevos aires musicales. En aquel momento, muchos de quienes hoy se rasgan las vestiduras con nuestra salida del dial, criticaron ácidamente la decisión. Hoy, luego de dos años, los cambios lograron su objetivo, llegarle a más gente, aumentar la inmensa minoría. Pero no así se logró el aumento de la pauta ni un registro significativo en la medición del rating.
Ante el retiro de un importante anunciador y la amenaza de otros dos, nos vimos obligados a negociar nuestra frecuencia en FM y a repensar la emisora en cuanto al medio de emisión. Decidimos apostarle entonces a la Internet, con la seguridad de que ello implicaba un enorme reto, pero la magnífica oportunidad de globalizarnos.
En éste punto quiero resaltar que el grupo español Prisa, quien toma en arriendo la frecuencia de HJCK para lo que a bien tenga, es ajeno a cualquier tipo de presión indebida o engaño, toda vez que en las dos partes del negocio actuamos adultos responsables y autónomos. Se trata del mundo de los negocios, de nada más.
Recibo con especial afecto las recientes reacciones de solidaridad con la HJCK y espero que nos sigan sintonizando en Internet. No obstante me parece extravagante el punto al que están llegando algunos de nuestros defensores a ultranza, quienes ahora consideran nuestra empresa como patrimonio suyo. Ojalá contribuyeran entonces con la cancelación de las obligaciones contraídas por la emisora.
De materializarse el negocio, la HJCK desaparecerá de la frecuencia modulada y se podrá seguir sintonizando en Internet. Quienes gusten de nuestra programación podrán interactuar con ella y acceder a gran cantidad de información en línea que estará disponible, como no lo podía estar por radio.
Ahora que está en boga el tema de la llamada música culta, al respecto quiero resaltar tres cosas:
La primera es que escucharla puede resultar una experiencia sensitiva, un placer, una afición, un deleite, un goce, como sucede con la demás música, pero lo que no podemos es convertirla en paradigma, como si el simple hecho de escucharla infiriera cultura a la persona, como tampoco se puede creer que sea la cima de un top ten musical de géneros. Sería tanto como decir que el mejor paisaje es Bariloche, que la mejor fragancia es Chanel o que la francesa es la mejor cocina. Las comparaciones son odiosas y éstas denotan un desconocimiento del relativismo cultural.
La segunda, me inquieta que en este mundo cada vez más aldea, los bogotanos tengan un sentimiento algo generalizado sobre la pérdida paulatina de espacios culturales. Por centrarnos en el caso que nos ocupa, digamos que para escuchar cualquier tipo de música hoy, más que tener radio, victrola, tocadiscos, televisión, CD o iPod, simplemente se necesita tener ganas. La cultura es como el trabajo: no se encuentra, se busca.
No caigamos en la trampa de citar a la inmensa masa de habitantes de la ciudad que se encuentra en estado de pobreza, pobreza absoluta o indigencia, diciendo que ellos no tienen acceso a la cultura porque no es cierto. Lo que si es cierto es que su cultura es diferente a la de quien esto escribe y seguramente a la de quien me lee. Pero no es mejor ni menos buena. Con toda seguridad sus experiencias culturales están terriblemente limitadas con respecto a las nuestras y espero que algún día esto cambie para bien de todos, pero honestamente no creo que parte de la solución sea hacerles llegar las ondas de la HJCK. Por si acaso, ahí están las tres emisoras universitarias que transmiten música culta en frecuencia modulada y la Radio Difusora Nacional (temporalmente tomada por ReUribe para su permanente campaña).
Al referirnos al resto de ciudadanos en condiciones socio-económicas menos restringidas, digamos que tienen a su alcance muchos medios para acceder a la música culta, si ése es su interés. Conozco casos de personas muy humildes que rinden culto a Beethoven o a Mozart y tienen entre sus enseres libros y discos, la mayoría de segunda, que constituyen para ellos un verdadero tesoro. Son gente que puede comprarse una enciclopedia de música clásica por fascículos, un long play o CD económico en la 19, promociones constantes en la Panamericana o los magníficos “combos” de CD y libro de los clásicos que ofrece El Tiempo por $12.500. Son algunos pocos ejemplos de un mundo lleno de tentaciones para todos los estratos, donde el que decide es el consumidor. Querer es poder.
Por último, para que se comprenda el verdadero alcance y posibilidades de Internet, facilito seguidamente algunos pocos vínculos a páginas web especializadas en radio y música en línea, encontrados en pocos minutos de búsqueda, de las cuales destacaría beethoven.com. Éste es ni más ni menos el reto al que se enfrenta a partir de ya la emisora HJCK, con la que Glorita, los niños y yo nos proponemos situar ahora a Bogotá en el mundo, porque el mundo ya está en Bogotá hace rato.
Disfrútenlos!
http://www.beethoven.com/
http://www.abc.net.au/classic/
http://www.bbc.co.uk/music/
http://www.kdfc.com/new/newer_streaming_membership_action.cfm
http://www.classicfm.com/index.cfm?nodeId=35&sw=1024
http://www.wguc.org/
http://www.wgms.com/index.php?nid=6
http://www.wksu.org/listen/
http://theclassicalstation.org/internet.shtml
http://www.varelaenred.com.ar/radios%20online.htm
http://www.beethovenfm.cl/#Radio Beethoven
http://radio.about.com/gi/dynamic/offsite.htm?site=http%3A%2F%2Fclassicalwebcast.com%2F
Fotografía ACC: Colarte.arts.co
Posted by Sentido Común as Homo Urbanis at 11:03 AM COT
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Con su música a otra parte*
El anuncio de que la HJCK desaparecerá del dial ha generado tal alboroto, que la inmensa minoría parece ser muy numerosa. Comentarios, editoriales y blogs han llovido por doquier, rechazando la noticia. Todo mundo habla con gran pesar de la desaparición de la emisora de los Castaño-Valencia; unos se apoyan en su nostalgia por lo que significó escucharla en su infancia o en su juventud, admitiendo unos pocos que ya no lo hacen. Otros temen la muerte o detrimento de la cultura con sus nefastas consecuencias sociales. Hay quienes solicitan los oficios de un mecenas que salve la emisora. Los menos adeptos hasta se complacen con su supuesto cierre. Reacciones variadas y dignas de análisis, por lo que me ocuparé aquí de presentar una opinión personal, sobre la base de dos aspectos diferentes, pero íntimamente relacionados: el tecnológico y el cultural.
Lo primero que quiero agregar a la discusión es mi apreciación de que tecnológicamente la emisora no se muere por pasar a Internet y por el contrario, se potencializa y se prepara para un futuro que está a la vuelta de la esquina. Vivimos en un mundo que viene cambiando átomos por bits a pasos agigantados. Es grande el número de personas que ha abandonado la radio y probablemente otros muchos seguirán dejando paulatinamente los medios de comunicación tradicionales, ante la aparición de medios alternativos y personalizados.
En materia de música, la revolución callada del MP3 es un fenómeno aún sin escudriñar, pero basta dar un vistazo a cualquier magazín tecnológico para entender que la música está iPodizada y que en breve los formatos actuales quedarán tan vetustos como lo son hoy los discos de 78 r.p.m.
Las ondas hertzianas no escapan a esta carrera tecnológica, donde la red de redes es ya la reina. Los cables son un estorbo que la comunicación bluetooth y otras tecnologías abolirán prontamente. Con la digitalización de los equipos y la comunicación celular multimedia fue posible integrar a distancia todos los avances electrónicos en pequeños receptores multifuncionales. Con Internet las distancias se acabaron y la comunicación mediática se hace en línea a nivel mundial. El Tiempo.com, la página colombiana más visitada en el mundo, no tendría tal audiencia de no ser por el ciberespacio. Internet es además un maravilloso nicho de expresión libre y pública, y ojalá lo siga siendo por mucho tiempo. Tan claro como que jamás se me hubiese pasado por la mente escribirle periódicamente una carta a quienes me leen hoy, mucho menos llamarles por teléfono para contarles lo que pienso. Así las cosas ¿hay algún problema con que la HJCK migre a Internet? Considero que es un paso visionario.
La otra cara de la discusión la constituye el tema de la cultura. Primero que todo, preguntémonos ¿de cual cultura hablamos? En un mundo cada día más globalizado ¿podremos hablar de emisoras o revistas culturales? La cultura es la suma de factores que caracterizan particularmente una sociedad y no podemos caer en el error de confundir cultura con música culta. La misma HJCK ha venido sufriendo un proceso de apertura (bastante criticado) hacia nuevos sonidos musicales, que a la postre le ha dado un segundo aire más contemporáneo. Es que toda música es cultura, lo decisivo son los parámetros de calidad que se tengan.
Asumiendo que la HJCK no desaparece, sino que se transforma, ésa inmensa minoría entre la que se cuenta este servidor (porque como dice la señora de La Luciérnaga, “los escucho de toda una vida”) debiera ser conciente de que, por amena que nos resulte su programación, ello no nos convierte en exclusivos amos del universo cultural. El mundo es mucho más grande y siento que hacia allá van los cambios que inició la segunda generación de la emisora. De cualquier manera, ¡viva la música clásica!
* Conste que fue primero este artículo que el de Cambio.
Ilustración: Apple iPod, 5a generación.
Posted by Sentido Común as Homo Urbanis at 8:41 PM COT
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¿Filosofía acaramelada? "Me llena de orgullo tricolor el éxito de Crepes & Waffles en Madrid y deseo que se multiplique. Pero no le metan filosofía a la masa, por favor. Las declaraciones de la dueña de la empresa a Credencial –muy leídas en internet– son un cúmulo de necedades rosadas con las que sermonea al personal. “Hago crepes con ideas caídas del cielo”… “C & W es un don de Dios al servicio de todos”… “Somos amor traducido en alimentos”… “Hay que inyectar espiritualidad a la empresa”… “Si llegas al corazón te quedas en la mente”… Como yo solo quiero que los pasteles me lleguen al estómago y me horroriza la indigestión de “paz, amor y energía positiva”, anuncio mi retorno inmediato al cuchuco y la bandeja paisa.” Tomado de la columna Cambalache (parte final): ¡Y la vaca alzó la cabeza! (27 de julio de 2005) de Daniel Samper Pizano en EL TIEMPO ……………………………………………………………………………………………………………………………………… Ojeé por curiosidad el libro Mi Receta de Beatriz Fernández y mientras lo miraba, se proyectó en mi memoria toda una película, con vivencias que datan de mi juventud soltera y se deslizan por mi vida hasta alcanzarme en aquella mesa de Creppes & Waffles, donde me encontraba entonces, hace poco más de un mes. Recordé aquel pequeño local, medio piso enterrado, donde nació ése restaurantito rico (y atiborrado desde aquella época), en el que los jóvenes de una Bogotá que ya no existe, solíamos llevar a nuestras novias* para dejar allí con gusto los ahorros de la mesada semanal. Recordé cómo C&W fue creciendo y tomando el edificio piso por piso, hasta desalojar al propio papá de Beatriz de su negocio, que recuerdo se llamaba “El Gourmet”. Ella personalmente atendía la cocina, la barra y hasta las mesas cuando se necesitaba. Era (y sigue siendo) una mona espectacular, con un toque de bondad y sencillez que es extraño en mujeres así. Recordé cómo ella y Lalo se convirtieron en el arquetipo local de la pareja ideal. Jóvenes, bien plantados, con un negocio próspero y una bonita relación que saltaba a la vista. Me parece verlos por la 15 en una camioneta pick up blanca con llantas exageradamente grandes, de la que solo recuerdo otra parecida, la tristemente célebre de Emilio Pizano. Saludar entonces a Beatiz y a Lalo era para nosotros un motivo para "chicanear", como lo seguirá siendo aún para algunos. Recordé la sorpresa que fue encontrar en unas vacaciones un C & W en Cartagena, con la misma calidad de Bogotá. Desde entonces sentí que su negocio tenía cuerda para llegar lejos. No estaba tan equivocado. A diferencia de las cadenas de comida chatarra, a los viejos clientes de Beatriz y Lalo nos han acompañado siempre, en cualquiera de sus restaurantes, tres cosas que hacen la diferencia y nos permiten ir a la fija: un local agradable, una buena atención y una comida concebida con gusto gourmet, a precios asequibles. Pero la verdadera receta del éxito no es tan simple, porque simple sería triunfar entonces copiándola. Es lo que una persona como el periodistas Daniel Samper Pizano no capta, cuando asume el papel de cómplice de su hijo Daniel Samper Ospina, con ocasión de sus travesuras en Soho. Con la frase "en Colombia, una bendita teta obró el milagro de sacar de su madriguera a la ultraderecha católica", Daniel padre trata de minimizar la carencia de su hijo en materia de valores morales que, a lo mejor por olvido suyo, no se inculcaron en casa y se traducen hoy en la búsqueda afanosa a toda costa de lo play, de lo in y de lo light. ¿Acaso a quien carajo escandaliza una teta hoy? El tema real es la connotación negativa que tiene el jugar con los sentimientos espirituales de otros, dejando de lado el respeto por sus creencias. Ello es un antivalor llamado burla. La “filosofía acaramelada” que describe Beatriz en su libro es en verdad la razón de su éxito y es de lo que carecen tantos y tantos negocios, tantas y tantas empresas, pero lo peor, tantas y tantas personas. Resulta irónico el desencanto de muchos al descubrir que el libro no regala la fórmula de la Stroganoff y demás ricuras de su carta, cuando precisamente habla sobre algo mucho más sustancial y necesario. Me refiero al triunfo del espíritu** más que al éxito económico, porque la prosperidad normalmente viene de la mano cuando se logra el primero, en cambio cuando la meta es el enriquecimiento en metálico, lo único que se puede transmitir es banalidad y “prestigio” social. Conservo en algún cajón mi medalla de Comensal Emérito No. 77 de Andrés Carne de Res, la que me acredita como fundador del establecimiento. Sin embargo, desde cuando el sitio se convirtió en pieza emblemática de la gente play, poco he vuelto allí por la pereza de sentarme al pie de la crema y nata de la frivolidad bogotana, que hace fila para ser vista en el lugar. Con el perdón de Stella y Andrés, no es la calidad de la comida, la atención, ni mucho menos los precios, lo que atrae a su clientela. Su verdadera hazaña es haberse mantenido in por tanto tiempo. Es que somos gente del tercer milenio, centrada en la apariencia y dedicada a lo inmediato, pasajero y palpable. Gente que se ha olvidado de su ser interior y ha caído en la trampa de negar, tal vez por vergüenza y ligereza, su conexión con niveles más altos de conciencia, con la eternidad, con la sabiduría y bondad infinitas, o en últimas, con eso que muchos llamamos simplemente Dios. El no emite certificado de existencia y es difícil e inútil tratar de convencer a otros de ella, cuando sus experiencias de vida no les han llevado aún al camino. Es un proceso que cada quien debe surtir interiormente. Pero ante la imposibilidad de algunos de llegar a El, Dios no deja de existir, porque está presente en el ADN de la conciencia individual, punto de partida de la ética y puerto de llegada de la moral. De la primera surgen los principios, de la segunda los valores. La crisis fundamental de nuestra sociedad, de nuestro país y del mundo entero, radica en el olvido de los primeros y la degradación de los segundos. Los principios son verdades tan esenciales como la vida, la paz, la libertad, la solidaridad, la lealtad o la justicia; por lo tanto no pueden ser cambiantes ni excluyentes. Los valores en cambio están referidos a una sociedad, un lugar y una época, por lo que van mutando de acuerdo con la dinámica social. Son normas establecidas tácita o explícitamente, que se deben cumplir para que haya unidad en una sociedad. ¿Cómo lograr unidad en una sociedad tan heterogénea, fraccionada y descompuesta como la colombiana? Muy posiblemente mediante una formación en valores, que debiera comenzar en el hogar. La formación colectiva no existe sin alienación, por lo que es preciso sembrar responsabilidad y conciencia en cada individuo. La duda que surge inmediatamente es ¿Somos idóneos los padres para ejercer esta responsabilidad con nuestros hijos? Claro que sí. Ellos son fundamentalmente lo que reciben en el hogar. Los protagonistas de la violencia que hoy nos mata son hijos de hogares deshechos, huérfanos que vieron asesinar a sus padres, quienes no alcanzaron a infundirles valores como el respeto a la vida y la tolerancia. Pero son protagonistas también los delincuentes de cuello blanco y los niños bien de los barrios ricos, que beben, se drogan y delinquen por gusto. * En ésa remota época aún existía la institución del noviazgo. ** Mis disculpas a los teólogos, filósofos y sociólogos por la metida al rancho tan feroz.
Posted by Sentido Común as Homo Urbanis at 6:32 PM COT
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A propósito de desastres…
Mediante la Ley 3ª de 1991, el Estado renunció a construir directamente vivienda social para implementar a cambio el esquema del subsidio a la demanda, del cual fue administrador durante toda la década de los noventa. Si bien es cierto los resultados no fueron muy halagüeños, durante ése tiempo, mal que bien, se consolidó el sistema nacional de vivienda de Interés Social.
En cabeza del Ministerio de Desarrollo Económico quedó entonces la facultad de formular y supervisar la política y en el ICT, transformado en Inurbe, la de su ejecución mediante la coordinación de los entes territoriales, los constructores, el sector financiero, las Cajas de Compensación Familiar y por supuesto el demandante del subsidio.
Con la llegada de Uribe al poder, se fusionaron varios ministerios, entró en liquidación el Inurbe, se contrataron varios de los procesos con las Cajas de Compensación y se fortaleció la Findeter; estas acciones fueron vistas con buenos ojos en un comienzo por la opinión pública, pero terminaron dislocando el sistema de vivienda y dejando sin interlocución real a miles de familias humildes que necesitan del subsidio para resolver la carencia de un techo digno. La temeraria operación ya pasa su costosa cuenta de cobro en los terribles indicadores de gestión del Gobierno en el campo de la vivienda.
Corrupción e ineficiencia al interior de las entidades abolidas fueron las causas esgrimidas en su momento para quemar las naves. Vemos con preocupación cómo las denuncias del entonces y todavía candidato, no han pasado durante su gobierno del plano de los medios de comunicación a fallos judiciales. Vemos cómo la Findeter se viene consolidando como un innegable botín politiquero. Y sobre todo, vemos cómo la administración Uribe ha demostrado una total incapacidad frente al tema de la vivienda social, al poner en práctica unas medidas de choque, que antes que aliviar la situación, lograron colapsar el sistema y frenaron el impulso que se traía de años atrás.
Las justificaciones de los altos funcionarios del actual gobierno sobre su baja gestión confirman que existe un desconocimiento generalizado sobre los temas a su cargo. Al cabo de tres años descubren con gran sorpresa lo que todos sabíamos, que la falta de crédito para los más pobres y la escasa oferta de viviendas en el rango más bajo de precio son los fenómenos que más entorpecen el cumplimiento de las metas gubernamentales (El Tiempo, mayo 5 de 2005). Es que hay tres verdades de a puño que no tuvieron en cuenta estos aprendices al diseñar su política privatizacionista: 1: los bancos solo le prestan plata a quien no necesita. 2: los constructores prefieren una utilidad alta a una baja y 3: el poder adquisitivo del postulante o beneficiario del subsidio es menor cuanto menores son los ingresos familiares. Con seguridad el señor Bessudo les diría a todos: ¡Señogues, están despedidos!
Posted by Sentido Común as Homo Urbanis at 12:48 AM COT
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Gerente liquidador del Inurbe alerta sobre estado de la estructura de viviendas construidas con subsidio!
Resulta bastante irónico que el gerente liquidador del Inurbe lance hoy una voz de alarma sobre el estado de la estructura de las viviendas construidas con subsidio durante la anterior administración, de la cual hizo parte, cuando el gobierno de Uribe ha asestado un golpe de gracia precisamente a toda la estructura habitacional del país.
A propósito de los comentarios sobre corrupción e ineficiencia, pronunciados desde el comienzo del gobierno actual por altos funcionarios ante los medios de comunicación, y toda vez que los mismos no se tradujeron nunca en fallos judiciales, sería interesante que el liquidador del Inurbe, de cara a la opinión, hiciera una evaluación transparente y detallada sobre el avance de la liquidación a su cargo, donde se aprecien con claridad los costos de funcionamiento de la Entidad, los criterios de selección de la nutrida y honerosa planta de contratistas, las tareas ejecutadas frente a las pendientes y el tiempo y valor presupuestados para la terminación de su labor. También sería importante preguntar al Liquidador de qué manera ha recogido y preservado para las generaciones futuras la memoria institucional de la Entidad, patrimonio urbanístico y arquitectónico de la Nación desde 1939.
Con respecto a los resultados económicos y de gestión en el campo de la vivienda, el Gobierno se encuentra en mora de consolidar, con base en datos fidedignos, una evaluación de estos primeros tres años. El fracaso de Fonvivienda y del Ministerio del Ambiente como rectores de la política habitacional se hace evidente en lo cuantitativo y en lo cualitativo. Sus costos de funcionamiento sumados son superiores a los del extinto Inurbe, y sus realizaciones resultan de poca monta con respecto a las del cuatrienio anterior. Muchos subsidios se podrían estar entregando con el dinero que ha costado y costará la enredada liquidación del Inurbe. En cambio, el tema de la calidad del hábitat parece haber salido de la discusión. Sin lugar a dudas el remedio fue peor que la enfermedad: se optó por matar al paciente en vez de extirpar un posible tumor.
Posted by Sentido Común as Homo Urbanis at 1:35 PM COT
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Como lo ha entendido el Comandante Fidel en su isla, fusilar no es malo en sí mismo, sino que la gracia está en saber fusilar. Lastimosamente nuestros hijos pertenecen a la generación de copiar y pegar, siendo la Internet su principal fuente de información. Acceder a Google, bajar información de la red copiando y pegando diversos textos relacionados con el tema solicitado por el profesor o profesora de turno, para terminar armando un panfleto o una cartelera con bellas ilustraciones a color, que generalmente terminan con una buena nota y, de paso, con el cartucho de tinta de la impresora. Si algo aprendí en la Facultad de Arquitectura es que no hay que inventar nada porque todo está inventado. Crear es en verdad una acción divina; los humanos recreamos, reinventamos y reciclamos. Como lo ha entendido el Comandante Fidel en su isla, fusilar no es malo en sí mismo, sino que la gracia está en saber fusilar. Es aquí que resulta indispensable el discernimiento personal porque no existen catálogos ni instrucciones para ello. El talento juega entonces un gran papel, cualquiera que sea la actividad que desarrollemos. Cito a dos grandes literatos colombianos cuyas respectivas obras están llenas de referencias, situaciones y personajes recurrentes, propios y prestados, pero manejados con tal arte, que ni Maqroll el Gaviero ni la Cándida Eréndira con su abuela desalmada se sentarán nunca en un estrado judicial a testificar por plagio o asalto a la propiedad intelectual de otros. Constante e infructuosamente combato la metodología utilizada por mis hijos, tratando de ayudarles a aprender a pensar, pero sobre todo, a cultivar un espíritu reflexivo y crítico que les permita llegar más allá de quienes forman su opinión leyendo El Tiempo y Semana, escuchando a Julito en las mañanas y viendo a José Alfredo Vargas y Yo José Gabriel en las noches. Lo sé, soy un padre cruel.
Posted by Sentido Común as Homo Urbanis at 1:27 PM COT
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Un error de concepto
En desarrollo de la reforma constitucional del 91, viene abriéndose paso de manera tímida, una legislación que procura protección a los grupos vulnerables de la población, situación que en poca medida ha sensibilizado a la sociedad colombiana frente al tema particular de los minusválidos. Es así como poco sabemos de minusvalía quienes no la padecemos y precisamente por ignorancia, acrecentamos sus dificultades.
Es un hecho que el entendimiento de la minusvalía como condición crítica de la persona encuentra una gran barrera en la mente del ciudadano común y de la sociedad misma, porque con frecuencia ésta se asocia exclusivamente a la utilización de una silla de ruedas, cuando la discapacidad física, sensorial o psíquica consiste en una circunstancia temporal o permanente que en la práctica cobija a tres grandes grupos poblacionales que poseen limitaciones de éste orden: los minusválidos contingentes, los niños y los adultos mayores (personas de más de 60 años). Visto así, uno o más miembros de cualquier familia se encuentran en tal condición, pero pese a ello la conciencia colectiva no asimila conceptualmente la magnitud del asunto.
Por todo, nos corresponde ampliar la visión social sobre el tema y aplicar de manera conciente principios tan fundamentales como la equidad, la solidaridad y el respeto. Se debe dejar de lado la expresión de pesar o misericordia que acompaña corrientemente el trato al discapacitado, pues ello justamente genera discriminación y aislamiento, cuando lo que se requiere es su adaptación al medio.
Los colombianos tenemos ciudades hostiles. Si quienes disponemos regularmente de facultades físicas y psicológicas regulares nos movemos por ellas con alguna dificultad ¿qué podremos decir de las personas con limitaciones motrices, visuales o psíquicas que intentan tener una actividad normal? Estos minusválidos contingentes, niños y adultos mayores solo tendrán el sitio digno que les corresponde en la sociedad cuando la gente reconozcamos que la discapacidad no es una enfermedad de pocos sino una condición de muchos.
Octubre 17 de 2004
Originalmente publicado en EL TIEMPO, Sección Vivienda
Posted by Sentido Común as Homo Urbanis at 12:25 PM COT
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El verdadero interés social referido a la vivienda es favorecer y apoyar al segmento más necesitado de la población en la solución de un techo digno. Nada personal, es solo la constitución.
Por paradójico que parezca, la alianza entre la administración Uribe y la banca nacional para elevar las tasas de interés a los créditos de vivienda social (con un tope máximo del 11% anual establecido por la Corte Constitucional) tiene su lógica. Y es que en tan solo veintidós meses, el gobierno ha desarticulado con una asombrosa facilidad los pocos logros que en diez años lograran el Ministerio de Desarrollo Económico y el Inurbe, conseguidos pese a una ambigua y cambiante normativa.
Durante la última década, los gobiernos han direccionado su política de vivienda hacia objetivos como la generación de empleo, la destinación específica de partidas parlamentarias (auxilios disfrazados), el apoyo al sector de la construcción, la reactivación económica o la inyección de recursos al sector financiero, buscando en los planes de vivienda resultados colaterales, pero no con el interés de solucionar el gran déficit en esta materia para las familias más pobres, sino en cumplimiento de metas macroeconómicas.
Para la muestra un botón: ante la crisis del 98, el gobierno Pastrana decidió tenderle una mano al sector financiero que afrontaba entonces serios problemas y so pretexto de afianzar la cultura del ahorro, obligó desde entonces a los postulantes al subsidio a consignar en las llamadas cuentas de ahorro programado, por un término mínimo de seis meses, el dinero de que dispusieran para poder optar al beneficio.
La platica entró y cumplió su cometido, pero en su inmensa mayoría las familias que lograron obtener el subsidio terminaron por perderlo ante la negativa de las entidades a otorgarles un crédito, aún con garantía hipotecaria. En otras palabras, la banca les puso conejo a los miles de ahorradores necesitados que con su dinero favorecieron al sector.
La vivienda de interés social para los estratos 1 y 2 es un producto tan importante y sensible como poco rentable, por lo cual la solución dentro de una verdadera política de Estado, sería mantenerla al margen del mercado inmobiliario, como sucede en España, en Cuba y en otros paises. Desde luego, ello implicaría que los recursos financieros no se obtuvieran vía mercado de capital, sino que fueran aportados por las familias como ahorro, y por el gobierno, que en vez de regalar la plata en forma de subsidios inaplicables, financiaría y supervisaría directamente o a través de un sistema de economía solidaria bien controlado, la ejecución de sus recursos en un gran fondo rotatorio. El verdadero interés social referido a la vivienda es favorecer y apoyar a este segmento necesitado de la población en la solución de un techo digno. Nada personal, es solo la Constitución.
Artículo publicado originalmente en El Tiempo / Vivienda Agosto de 2004
Gracias por su opinión
Posted by Sentido Común as Homo Urbanis at 1:03 AM COT
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