¿Es posible una Colombia sin conflicto armado? Las Farc parece estar preparándose (y preparando al país) para ser un actor más en el circo político colombiano, por sus ideas y no por sus armas o los nexos con el narcotráfico.

Hernán Darío: hiciste muy bien en renunciar a tu cargo de entrenador de la selección, y mejor aún en reconocer tu falta y pedir perdón.

Es lo que uno siente, al ver que la sola insinuación de que se pueda abrir camino a una negociación del gobierno con los actores armados cause un escozor y hasta un rechazo total de buena parte de la población.

Hoy se plantea la discusión sobre si hay o no conflicto armado en Colombia, algo que negó el gobierno anterior, basado en la doctrina Bush, según la cual se puede hacer una guerra a aquellos que su gobierno y otros amigos califiquen de terroristas.

Hace un año volví a nacer; hace un año tuve una experiencia que me mostró la maravilla de enfrentar la vida con arbitrariedades y alegrías. Son estas cosas las que creemos que no pasan en pueblos tan hermosos como La Ceja, Antioquia.

Foto: Trent Chandra, licencia Creative Commons BY-SA

La inocuidad tuvo su parte importante en este 2009. Las víctimas vieron hundirse el proyecto de ley que les reconocía su dolor, con el pretexto de que no hay plata para tanta gente, mientras sus victimarios, con otros nombres pero con las mismas intenciones reafirmaron su poder, asesinando a quien osara cuestionar sus propiedades y su poder. Los mismos con las mismas.

La reforma política, el transfuguismo, la penalización de la dosis personal de droga, el DAS, la ley de justicia y paz, las pirámides, la sevicia de las FARC, los secuestrados, el cinismo de Uribe, los escándalos que involucraron a los hijos del presidente… Pasa de todo y no pasa nada.