Curiosidades presidenciales

• El Presidente de los Estados Unidos es el Jefe de Estado y de Gobierno de la Unión Norteamericana. Esto lo diferencia de sus colegas europeos, en donde el cargo presidencial –la Jefatura del Estado- es más simbólico que efectivo, lo cual también sucede en la mayoría de los países en donde hay un monarca. El peso de la administración –la Jefatura del Gobierno- recae sobre el Primer Ministro, o en el caso de Alemania, en el Canciller. Como toda norma tiene su excepción, el Presidente de Francia (Jefe de Estado), está investido de plenos poderes que superan a los del Primer Ministro (Jefe de Gobierno); y el Presidente de España (Jefe de Gobierno), aunque goza de amplias facultades, puede incluso llegar a ser removido de su cargo por solicitud del Rey (Jefe de Estado).
• Tal como sucede en la mayoría de las democracias del continente americano, el Presidente, por ser Jefe de Estado y de Gobierno, concentra en sí mismo un amplio poder, que incluye la capacidad de objetar (no firmar) leyes aprobadas por el Congreso, poner proyectos de ley a consideración de éste, nombrar y destituir libremente a sus ministros (llamados Secretarios), al cuerpo diplomático y demás colaboradores, y ser el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas.
• Aunque se habla de 43 presidentes en la historia de Estados Unidos, antes de las elecciones de este año, en realidad han sido 42. El desfase se origina porque Grover Cleveland gobernó al país en dos períodos que no fueron consecutivos [1885-1889 y 1893-1897].
• De los 42 gobernantes estadounidenses, 18 han sido del Partido Republicano, 13 han pertenecido al Partido Demócrata, cinco de coalición entre ambos partidos, cuatro del extinto Partido Whig, y dos del desaparecido Partido Federalista.
• Tres familias han tenido el privilegio de poner a dos de sus integrantes en la Casa Blanca. John Adams (1797-1801) y su hijo John Quincy Adams (1825-1829), dirigieron los destinos del naciente país; Theodore Roosevelt (1901-1909) y su primo tercero Franklin D. Roosevelt (1933-1945); y en épocas más recientes George Herbert Bush (1989-1993) y su hijo George Walker Bush (2001-2009).
• Aunque John F. Kennedy ha sido el mandatario más joven en ganar unas elecciones presidenciales, con 43 años, en 1960, no fue la persona con menos edad que ha ocupado la Oficina Oval. En septiembre de 1901, tras el asesinato de William McKinley, Theodore Roosevelt asumió el cargo sin haber cumplido aún los 43 (los cumplió en octubre). Kennedy, por otra parte, fue la persona más joven en morir siendo Presidente.
• A propósito de mandatarios fallecidos ejerciendo la presidencia, durante 140 años, existió la férrea convicción de que los presidentes elegidos durante un año terminado en cero eran objeto de una “maldición”, que los predestinaba a morir en el cargo. Esta creencia, conocida como el Factor Cero, se originó en 1811, cuando el general William H. Harrison, colonizaba los territorios occidentales del país. Se dice que, en venganza por la invasión de que fueron objeto, el patriarca de la tribu Shawnee conjuró a los blancos y predijo que cada generación de esta raza invasora perdería a su líder (o sea, su presidente). Con el tiempo, Harrison incursionó en la política, y en 1840 fue electo Presidente. El mismo día de su posesión, en marzo de 1841, enfermó de neumonía debido al frío que hacía durante la ceremonia, y murió semanas después. De ahí en adelante, todos los presidentes elegidos en un año terminado en cero, murieron en el poder. Abraham Lincoln, elegido en 1860, tuvo que sortear la atroz Guerra de Secesión, que casi destruye definitivamente la unión, y en abril de 1865, pocos después de lograda la paz, fue asesinado a balazos en el Teatro Ford de Washington, por un actor fiel a la derrotada causa secesionista de los Confederados. En 1880, James A. Garfield, obtuvo la victoria con 50 años de edad, y fue el ganador más joven hasta ese entonces, pero fue baleado en una estación de tren en julio de 1881 y soportó una agonía de dos meses antes de fallecer. En 1901, William McKinley, reelegido en 1900, fue acribillado por un anarquista, mientras presenciaba una exposición de rayos x en una feria de ciencia en Nueva York. En 1920, Warren G. Harding ganó los comicios a pesar de sus problemas de corazón, el cual no aguantó el trajín de la política y sufrió un fatal infarto masivo en 1923. En 1940, Franklin D. Roosevelt, ya paralizado casi por completo debido a la poliomielitis, triunfó en su tercera elección consecutiva a la presidencia, y aunque tuvo fuerzas para dirigir a su país hasta asegurar la victoria en la Segunda Guerra, lo cual le aseguró una nueva elección en 1944, no viviría para ver el final del conflicto, pues una hemorragia cerebral acabó con su vida en 1945. Y en 1960, con esta cantidad de nefastos antecedentes, era de suponer que los asesores de John F. Kennedy estuvieran más preocupados que alegres con su triunfo. Para 1963, los rumores de intento de asesinato en contra suya eran de público conocimiento. Incluso, se descubrieron y neutralizaron dos operativos en marcha para matarlo: uno en Chicago, el 5 de noviembre, y otro en Miami, el 18 de noviembre. Sin embargo, las precauciones no fueron suficientes, y el magnicidio tuvo lugar en Dallas, el 22 de noviembre. A esta larga lista de presidentes fallecidos, hay que agregar a Zachary Taylor, que aunque no fue electo en un año terminado en cero, murió en un año terminado en esa cifra (1850), meses después de las votaciones.
• Ronald Reagan, presidente de 1981 a 1989, es a la fecha, y hasta el momento en el que George W. Bush entregue su cargo en enero de 2009, el único presidente estadounidense elegido en un año terminado en cero, desde 1840, que no ha muerto ejerciendo el cargo. Electo en 1980, Reagan, fue objeto de un atentado el 30 de marzo de 1981, dos meses después de asumir la presidencia, y a pesar de la gravedad de las heridas, se convirtió en el único mandatario que ha sobrevivido a las balas de un intento de asesinato. Por si esto fuera poco, el ex actor de películas de vaqueros, nacido en 1912, es la persona con más edad al momento de tomar el juramento de posesión (68 años), la persona con más edad al momento de entregar el cargo a su sucesor (76 años), y el único político que ha llegado a la Casa Blanca por el Partido Republicano habiendo pertenecido durante más de 30 años al Partido Demócrata. Su cambio de bando se produjo en los años sesenta, cuando se postuló y ganó la gobernación de California.
• La reelección limitada a dos períodos es una medida reciente. Antes de 1951, el mandatario de turno podía postularse varias veces para continuar en el poder, pero nunca nadie lo había logrado en más de dos oportunidades hasta Franklin Delano Roosevelt (1933-1945), quien se postuló para cuatro mandatos consecutivos y ganó en todos. No pudo finalizar su último período porque falleció.
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• Cuando el Vicepresidente asume el gobierno debido a la muerte, incapacidad física transitoria o permanente, renuncia o destitución del presidente titular, el mandato que llega a completar no cuenta como un primer período presidencial para el reemplazante, y por lo tanto, completado el cuatrienio de la persona a la que sustituye, el Vicepresidente convertido en Presidente, puede no solamente postularse para el mandato siguiente, sino para un tercer período, porque éste sería el segundo en su cuenta personal. Así las cosas, cuando Lyndon B. Johnson (1963-1969) tomó juramento tras el asesinato de John F. Kennedy, lo hizo para completar el mandato de su antecesor muerto, luego se postuló como candidato y ganó el cuatrienio 1965-1969 y declinó presentarse nuevamente a elecciones para el término 1969-1973, aunque tenía el derecho a hacerlo. Gerald R. Ford (1974-1977), reemplazó a Richard M. Nixon, luego de su renuncia, completó su mandato y se lanzó como candidato para el período 1977-1981, pero fue derrotado por Jimmy Carter.
• Desde el mandato de John Adams (1797-1801) hasta el de Harry S. Truman (1945-1953), la fecha de posesión presidencial era el 4 de marzo. A partir de Dwight D. Eisenhower (1953-1961) se adoptó la fecha del 20 de enero, la cual se mantiene hasta nuestros días.
• Debido a la gran diversidad religiosa que existe en la sociedad estadounidense, prácticamente todas las confesiones han tenido por lo menos un presidente. La iglesia bautista, la metodista, la episcopal, la cuáquera, la de los discípulos de Cristo, la presbiteriana y la católica, entre otras, han tenido a uno de sus creyentes como mandatario. Además, se dice que los primeros presidentes fueron masones y que Abraham Lincoln (1861-1865), y su sucesor, Andrew Johnson (1865-1868), eran ateos.

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